Sebasti¨¢n Abreu: ¡°Los futbolistas morimos dos veces¡±
El delantero uruguayo, el jugador que ha militado para m¨¢s clubes en la historia del f¨²tbol, prolonga su carrera con 44 a?os en el Athletic, en la Primera Divisi¨®n de Minas Gerais
¡°Me pusieron el Loquito en Argentina, en San Lorenzo, en 1996, porque siempre intentaba animar el ambiente en el vestuario¡±, recuerda Washington Sebasti¨¢n Abreu (Minas, Uruguay, 1976). ¡°El a?o pasado cuando fui entrenador-jugador en Boston River los jugadores tambi¨¦n me llamaban Loco. No es una falta de respeto. Es el apodo que me acompa?¨® durante toda mi carrera. En Sudam¨¦rica los apodos forman parte de nuestra cultura¡±.
Pocas veces el f¨²tbol alumbr¨® un delantero centro m¨¢s abnegadamente l¨²cido en su convicci¨®n de consagrarse al juego. De otro modo no habr¨ªa podido convertirse en el primer futbolista de la historia que milit¨® profesionalmente en 29 clubes, todo un r¨¦cord Guinness en marcha. La semana pasada se preparaba para debutar con su club n¨²mero 30, el Athletic Club, en el campeonato de Primera Divisi¨®n de Minas Gerais, cuando se puso al tel¨¦fono desde Belo Horizonte.
Pregunta. ?Cu¨¢l es su gran motivaci¨®n?
Respuesta. Ver que hay directivos y entrenadores que conf¨ªan de la misma manera en que yo conf¨ªo en mis condiciones, eso es una caricia al alma y me genera a m¨ª una sensaci¨®n de orgullo y de placer.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s placer le proporciona de la rutina del f¨²tbol?
R. Todo. Levantarme por las ma?anas, tener esos dolores, entrar al vestuario, escuchar la m¨²sica, las bromas de los compa?eros, las charlas de los entrenadores, calentarte porque las cosas no salen, ponerte contento porque el entrenamiento te ha salido bien, la disputa del d¨ªa de partido, la concentraci¨®n¡ Todo lo que envuelve al d¨ªa a d¨ªa del futbolista es lo que me genera placer y me da satisfacci¨®n de poder seguir disfrut¨¢ndolo. A veces los futbolistas j¨®venes dejan de hacer cosas pensando que esto va a ser para toda la vida y cuando quieren acordar se han retirado. Te los encuentras y te dicen: ¡°?C¨®mo no te hice caso aquella vez que me dec¨ªas que me quedara despu¨¦s de los entrenamientos, que disfrutara del vestuario? Porque ahora que me retir¨¦ extra?o eso de manera impresionante¡±. Hay que tratar de vaciarse al m¨¢ximo y vivenciarlo al m¨¢ximo cosa de que no te quede nada guardado para el d¨ªa que tomes la decisi¨®n de retirarte.
P. ?El dolor es placentero?
R. Sentir el placer del dolor porque est¨¢s jugando al f¨²tbol. Despu¨¦s de un entrenamiento fuerte, llegar a tu casa y sentarte y acostarte y empezar a sentir los dolores musculares genera placer. Se parece al masoquismo. Levantarte a la ma?ana, dar los primeros pasos¡ pareces Chaplin, caminas todo duro porque las articulaciones ya no son las mismas. Eso genera placer. Porque te sientes vivo, porque quiere decir que est¨¢s haciendo algo por el f¨²tbol. Yo trato de disfrutar en estos casi 26 a?os de carrera cada vez m¨¢s. Hasta el m¨ªnimo detalle. Porque s¨¦ que el d¨ªa que lo deje habr¨¢ un 30% en mi interior, en mi alma, en mi cuerpo, que va a quedar vac¨ªo, y no lo va a poder llenar ni la plata, ni los coches, ni los viajes ni la comida. Ser¨¢ un vac¨ªo que permanecer¨¢ eternamente conmigo porque es el vac¨ªo del futbolista que no lo vas a poder llenar nunca. S¨®lo podemos tener siempre la cabeza ocupada para no sufrir lo que sufren los jugadores que se retiran, que entran en la depresi¨®n, la tristeza, la angustia por a?orar algo que ya no tienen.
P. ?Usted primero ha hecho una construcci¨®n intelectual y despu¨¦s ha vivido su carrera seg¨²n ese plan?
R. El f¨²tbol no es solo entrenar y jugar. Hay muchos libros que te ayudan a anticipar el futuro. Siempre fui de estar en las ruedas de charlas de los jugadores m¨¢s grandes, con mayores vivencias, y escucharlos mucho sabiendo que un d¨ªa todo eso que les estaba tocando vivir a ellos me tocar¨ªa vivirlo a m¨ª. Tener eso presente me ayuda a hacer esa preparaci¨®n que debe hacer el futbolista porque hay una realidad. Los futbolistas morimos dos veces. El jugador muere cuando se retira y deja algo que ama para toda la vida, y muere despu¨¦s cuando Dios toma la decisi¨®n de llevarlo. Entonces, en esa primera transici¨®n, el haber tenido toda esa preparaci¨®n te ayuda a saber que llega el momento y es fundamental estar ocupado para que cuando dejes el f¨²tbol, el lunes siguiente te agarre con la cabeza activa y el cuerpo en movimiento sabiendo que tienes una ocupaci¨®n, algo en qu¨¦ gastar la energ¨ªa.
Se parece al masoquismo. Levantarte a la ma?ana, dar los primeros pasos¡ pareces Chaplin, caminas todo duro porque las articulaciones ya no son las mismas. Eso genera placer. Porque te sientes vivo, porque est¨¢s haciendo algo por el f¨²tbol
P. A usted le gusta tanto el f¨²tbol que en 2003 firm¨® por Nacional sin cobrar¡ ?Qu¨¦ siente un profesional cuando juega gratis?
R. Jugar sin cobrar es la misma responsabilidad, el mismo compromiso, sabiendo que Nacional es un equipo grande y lo ¨²nico que interesa es ser campe¨®n. No siempre hay que pedir. A veces solo hay que dar.
P. Ha tenido a Simeone como entrenador en River Plate, ha sido compa?ero de Guardiola en el Dorados, ha jugado para Lillo en la Real Sociedad, ha disputado dos Mundiales y cuatro Copas Am¨¦rica, y a su edad sigue compitiendo. ?Siente que transita un camino inexplorado?
R. Z¨¦ Roberto jug¨® hasta los 44. Kazuyoshi Miura est¨¢ jugando con 54 en el Yokohama Marinos y cuando ves los v¨ªdeos est¨¢ con buena movilidad, fuerte, bien f¨ªsicamente. Eso va abriendo una puerta. La nueva metodolog¨ªa del entrenamiento, donde la tecnolog¨ªa ha llevado a la especificidad total de las funciones dentro del campo de juego, hace que los futbolistas no sufran tanto con las lesiones, eviten un gasto articular tan grande como el que tuvieron hasta principios de este siglo. Los estudios del genotipo, que son los an¨¢lisis sangu¨ªneos que indican qu¨¦ tipo de alimentaci¨®n es la m¨¢s correcta para cada individuo, los entrenadores personales, los nutricionistas, los nuevos terrenos de juego... Todo eso ha conspirado para que el jugador que se dedique a su profesi¨®n al 100% con pasi¨®n y responsabilidad pueda disfrutar mucho m¨¢s tiempo.
Mi an¨¢lisis de genotipo me ense?¨® que a m¨ª, por ejemplo, no me favorece comer lechuga. Pero la clave no es tanto qu¨¦ comer sino cu¨¢ndo, en relaci¨®n a qu¨¦ cargas y esfuerzos.
P. ?Qu¨¦ le aprendi¨® de su an¨¢lisis del genotipo?
R. Que a m¨ª, por ejemplo, no me favorece comer lechuga. La clave no es tanto qu¨¦ comer sino cu¨¢ndo, qu¨¦ d¨ªas de la semana, en relaci¨®n a qu¨¦ cargas y esfuerzos.
P. ?El f¨²tbol se puede extinguir?
R. Si fue tan popular en los a?os 20 y 30 cuando no hab¨ªa posibilidades de tener informaci¨®n ninguna, imagine ahora con toda la posibilidad de informaci¨®n y de llegada a todos los lugares a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa. En ese aspecto el f¨²tbol se va a seguir potenciando. Otra cosa es el calendario. La cantidad de partidos est¨¢ atentando contra la calidad. Priorizas estar muy bien parado t¨¢cticamente, hacer recorridos cortos, administrarte al m¨¢ximo. Ante la duda optas por mantenerte y no hacer el esfuerzo en lugar de hacer una jugada individual vistosa que podr¨ªa ser productiva sin saber cu¨¢l ser¨¢ el final. Eso se nota cuando se enfrentan equipos que vienen trajinados: claramente se ve que se agrupan, achican hacia atr¨¢s para poder robar y contraatacar en lugar de proponer m¨¢s en campo rival donde es m¨¢s dif¨ªcil tener el dominio del bal¨®n.
P. ?Qu¨¦ es lo m¨¢s determinante en el oficio de delantero? ?El desmarque, el control, la intuici¨®n, el tiro...?
R. Primero: utiliz¨® la palabras oficio. Sinceramente, por m¨¢s que hay responsabilidades y compromisos, para mi es un placer ser remunerado por hacer el deporte que m¨¢s amo. Primero lo disfruto. Segundo, y previo a todas las caracter¨ªsticas que hacen al centrodelantero, es la pasi¨®n y la convicci¨®n mental de creer mucho en lo que uno puede brindar. A partir de ah¨ª viene la parte deportiva que consiste en pensar que todos los d¨ªas de entrenamiento te tienen que dejar un aprendizaje. No es entrenar para acumular horas.
P. ?El entusiasmo ayuda a liberarse de la marca m¨¢s que el an¨¢lisis del juego?
R. La intuici¨®n es percepci¨®n pura. La tienes o no la tienes. No se entrena. Es un despertador mental que te hace reaccionar en cierto momento del partido. Lo que s¨ª necesitas imperiosamente como centrodelantero son las sociedades: ya sea con el punta que juega a tu lado, con el extremo o con los laterales que suben por las bandas. Para que ellos sepan cu¨¢l es el pase. Muchas veces los extremos y los laterales tiran los centros como a ellos les gusta pegarle. Pero lo importante es que ellos entiendan de qu¨¦ manera le gusta al delantero recibir ese centro. A partir de ah¨ª se generan esas sociedades como las que tuvieron el Pony Ruiz con Borgetti, Barros-Schellotto con Palermo¡ Palermo o Borgetti solo se preocupaban por distraer al defensa para desmarcarse sabiendo de que tanto el Pony como Barros-Schellotto sab¨ªan en d¨®nde quer¨ªan el bal¨®n. Era una sincronizaci¨®n que dio muchos resultados porque termina haciendo una diferencia importante para ese tramo final de la jugada en el que hace falta mucha precisi¨®n y mucha contundencia.
P. ?Qu¨¦ le parecen Haaland y Mbapp¨¦?
R. Mbapp¨¦ le da continuidad a Ronaldo Nazario con ese arranque de tres cuartos hacia adelante, con potencia y gambeta, con finalizaci¨®n, o con buena resoluci¨®n a la hora del ¨²ltimo pase. Y Haaland tiene caracter¨ªsticas parecidas al mejor Zlatan: potente, fuerte, por m¨¢s que sea alto se saca un hombre de encima r¨¢pidamente. Si un equipo pudiera contratarlos a los dos jugar¨ªan juntos siempre porque se complementan de manera perfecta.
P. ?Cu¨¢l es el delantero centro que m¨¢s le ha gustado ¨²ltimamente?
R. Con los que m¨¢s disfruto es con Benzema y Luis Su¨¢rez. Porque son goleadores que juegan al f¨²tbol. Hay goleadores que son finalizadores y solo participan para eso. Y hay goleadores que juegan al f¨²tbol: se asocian, generan juego y finalizan. Ver los movimientos que generan de distracci¨®n es un placer. Muchas veces las cosas simples rompen l¨ªneas: jugar a uno o dos toques pero dejando al compa?ero para que quede solo con chance de gol, bajar a pivotear... Esa simpleza es el juego en s¨ª. Confundimos el buen jugador con el que conduce la pelota, hace tres caracoles, gambetea a dos y decimos: ¡°?Qu¨¦ lindo juega!¡±. Una cosa es jugar a la pelota y otra es jugar al f¨²tbol. Sin quitarle la impronta natural al futbolista que puede encarar mano a mano, tipo Neymar o Ronaldinho, que pueden ser desequilibrantes.
El f¨²tbol de hoy pide asociaci¨®n. A los puntas, a los centrales, a todos. Porque hay tanta presi¨®n, tanta marca, tanta din¨¢mica, que necesitas que todos participen para que los bloques defensivos del rival se desequilibren
P. ?Por qu¨¦ Luis Su¨¢rez parece m¨¢s joven que el a?o pasado?
R. Eso se llama descomprimir mentalmente a la persona que es futbolista. Si ves que cada semana no se est¨¢ culpando a Su¨¢rez de ninguna situaci¨®n, eso lo libera para disfrutar del f¨²tbol totalmente. Esa era la campa?a que se le hab¨ªa generado en Barcelona para desestabilizar, para poder bajar la parte econ¨®mica. Lo identificaron a ¨¦l como el problema de todo junto con Messi. Y lleg¨® al Atl¨¦tico donde hay un entrenador que entiende a la perfecci¨®n c¨®mo tratar a un futbolista de esa ¨ªndole, y haci¨¦ndole saber la importancia que va a tener, 100% como futbolista, nada m¨¢s.
P. Despu¨¦s de m¨¢s de dos d¨¦cadas cobrando por hacer goles. ?Qu¨¦ ha cambiado m¨¢s en su manera de jugar?
R. He pasado de ser solo un finalizador de jugada en mis inicios a entrar tambi¨¦n en el juego asociado. Ahora disfruto m¨¢s.
P. Puntas, extremos, defensas... ?ahora todos tienen que aprender a volantear?
R. M¨¢s que ser volantes, tenemos que saber jugar al f¨²tbol y no solo encasillarnos en una funci¨®n. Participar del juego colectivo ya sea con un simple apoyo, con un control orientado y un pase entre l¨ªneas a la espalda de los laterales. Entender que dentro de esa secuencia de juego que se inicia con el portero uno tambi¨¦n tiene que participar para poder ser un nexo para que el equipo pueda llegar al arco rival a convertir. Si hoy no participas del juego asociado el equipo queda limitado. Ocurre a veces cuando hay diez jugadores generando y el nueve espera solo para que se la pasen entre l¨ªneas, pero no ve ese pase que puede haber a la espalda del cinco rival para poder asociarse y generar ese v¨ªnculo. Eso lo aprend¨ª con el tiempo.
Soy muy ego¨ªsta por dar prioridad al f¨²tbol por encima de la familia que es lo m¨¢s importante. Pero la familia ha entendido que el placer de la familia pasa tambi¨¦n por el placer que uno pueda sentir jugando
P. ?Por qu¨¦ desaparecen tanto los puntas de referencia como los centrales que s¨®lo dominan el ¨¢rea?
R. El f¨²tbol de hoy lo pide. Porque hay tanta presi¨®n, tanta marca, tanta din¨¢mica, que necesitas que todos participen para que los bloques defensivos del equipo rival puedan tener alg¨²n desequilibrio. Los centrales ahora tienen que tener una cierta t¨¦cnica para iniciar la salida. Al delantero centro le est¨¢ sucediendo lo mismo. Tienes que ser una opci¨®n de descarga, de p¨ªvot, de arrastrar marcas. Entrar dentro del juego para ser un jugador productivo para el funcionamiento del equipo.
P. ?Qu¨¦ le exige Simeone al delantero centro?
R. Si miras el Atl¨¦tico, que es el equipo m¨¢s sudamericano de Europa, el nueve se mueve en la franja del ¨¢rea grande. Y a partir de ah¨ª hace movimientos de distracci¨®n, de perfil, de poder pivotear. Pero siempre respetando una cierta movilidad en base al funcionamiento del equipo sin quitarle la naturalidad de los movimientos que el jugador tiene. Simplemente lo orienta con herramientas que le dan opciones de circulaci¨®n y de asociaci¨®n de juego pero no esquematizadas, solo como referencias, para no quitarle la impronta natural que tiene, porque por algo est¨¢ jugando ah¨ª. Hay entrenadores que esquematizan mucho al futbolista sobre un sector, inmoviliz¨¢ndolo. Yo prefiero el estilo del Cholo.
P. ?Por qu¨¦ Guardiola se ha inclinado por el falso nueve¡¯?
R. Pep busca encontrar una l¨ªnea de pase, siempre tratando de hacer una presi¨®n alta tras p¨¦rdida. El Cholo se adapta m¨¢s a las caracter¨ªsticas del rival. Cualquiera de las dos ideas funciona. Creo que lo que hace Pep es para equipos en los que puedes contratar jugadores a tu gusto. Lo del Cholo es m¨¢s generalizado: aplicado a equipos que no tienen esas posibilidades de contrataci¨®n. Porque hay algo muy real: el futbolista hace el f¨²tbol y el jugador con jerarqu¨ªa marca las diferencias.
P. En Boston River se entren¨® a s¨ª mismo. ?Como fue la experiencia? ?C¨®mo compiti¨® con sus compa?eros si al final usted es el juez que decide el ganador?
R. Utilic¨¦ el sentido com¨²n: delegar las opiniones y la toma de decisiones de c¨®mo ven al equipo para ciertas posiciones, como era este caso. Hubo momentos en que no me alinee; me qued¨¦ en el banco porque interpret¨¦ que se necesitaban otras caracter¨ªsticas; y hubo partidos que jugu¨¦ de inicio entendiendo que las caracter¨ªsticas que yo ten¨ªa como nueve eran las que necesitaba el equipo en ese momento. Las semanas de lunes a s¨¢bado eran fant¨¢sticas. Esa transici¨®n me gener¨® una satisfacci¨®n. Yo ya ten¨ªa el t¨ªtulo. Empec¨¦ como entrenador y jugador en el Santa Tecla [en El Salvador] con la honra de poder debutar con t¨ªtulo. Pero con la experiencia de Boston River dije: ¡°realmente lo que ten¨ªa pensado cuando deje de jugar es lo que quiero; quiero ser entrenador¡±.
P. Hay profesionales que se cansan del f¨²tbol antes de los 30. ?Usted nunca se cans¨®?
R. Cada uno lo vive y lo siente a su manera. La m¨ªa es esta. Yo vivo para y por el f¨²tbol. Reconozco que soy muy ego¨ªsta con mi familia, por dar prioridad al f¨²tbol por encima de la familia que es lo m¨¢s importante. Pero la familia ha entendido que el placer de la familia pasa tambi¨¦n por el placer que uno pueda llegar a tener. Terminas contagiando a la familia a que quieran ellos tambi¨¦n seguir vi¨¦ndote feliz dentro de un campo de juego.
P. ?Su empe?o es un esfuerzo por prolongar la juventud y la vida?
R. Las energ¨ªas se contagian. Las positivas y las negativas. Al estar en un vestuario con compa?eros de 17 o 18 a?os con su juventud y su ¨ªmpetu, uno absorbe todo eso al m¨¢ximo como ellos tambi¨¦n te absorben la experiencia. Se genera una linda qu¨ªmica. Y es fant¨¢stico ver c¨®mo tus hijos, en vez de decirte ¡°pap¨¢ queremos que est¨¦s con nosotros¡±, te dicen ¡°pap¨¢ queremos seguir vi¨¦ndote jugar¡±. Ese es el premio mayor. Tengo cuatro: una de 20 a?os, uno de 17 y los gemelos de 12. Son los hinchas n¨²mero uno. Est¨¢n disfrutando m¨¢s de lo que estoy disfrutando yo.
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