Adi¨®s con grandeza del Bar?a
El equipo de Koeman sella un gran partido en Par¨ªs, pero la falta de contundencia acaba por despacharle de la Champions
El Bar?a se bati¨® como un campe¨®n en Par¨ªs. Jug¨® muy bien y, sin embargo, ni siquiera gan¨® el partido despu¨¦s de opositar a remontar ante un afortunado PSG. La actuaci¨®n azulgrana result¨® convincente y luminosa en el escaparate de Europa. El contraste con el subcampe¨®n result¨® abrumador en una cita sin trofeo ni corona, condicionada por el 1-4 del Camp Nou. El resultado de la ida fue un alivio para el campe¨®n franc¨¦s, que en la vuelta especul¨® con el marcador, sometido por el excelente f¨²tbol del Bar?a.
El PSG disput¨® una eliminatoria y, en cambio, el Barcelona solo compareci¨® en el encuentro de Par¨ªs. No hubo m¨¢s equipo en el Parque de los Pr¨ªncipes que el azulgrana, condenado por su falta de contundencia ante un soberbio Keylor y lastrado por un error de Lenglet y un penalti fallado por Messi. La contienda no par¨® de dar vueltas alrededor de las figuras del Barcelona. No acertaron individualmente y, a cambio, gan¨® el equipo en autoestima y orgullo en la exigente Champions.
Viajaba el barcelonismo subido a una ola de optimismo desde su doble triunfo ante el Sevilla. La moral de victoria se multiplic¨® con la llegada de Laporta. Las expectativas de ¨¦xito alcanzaron incluso al partido de Par¨ªs. ¡°Y si¡¡±, susurraba la afici¨®n mientras visualizaba el encuentro: ¡°Y si¡¡± era la manera de admitir la imposibilidad de eliminar al PSG sin descartar la mayor de las sorpresas en el supuesto de que se dieran una serie de circunstancias a favor del equipo de Koeman.
El entrenador fue consecuente con el entusiasmo general y dispuso una alineaci¨®n favorable al suspense: a falta de defensas, lesionados Piqu¨¦ y Araujo, form¨® con Griezmann y Demb¨¦l¨¦ y situ¨® a De Jong como tercer central en lugar de Umtiti. Apostaba Koeman por un partido especial, mientras Pochettino intentaba calcar el encuentro de vuelta al de ida con el cambio de Draxler por el enfermo Kean. El saber estar y hacer de Pochettino tiene para el PSG el mismo efecto que Laporta para el Bar?a. A diferencia de Tuchel, el argentino mima a los futbolistas, especialmente a Mbapp¨¦
El PSG se encomend¨® a su estrella, que no par¨® de buscar a Mingueza, mientras el Bar?a desequilibraba con la profundidad de Demb¨¦l¨¦. La contienda se resumi¨® en un duelo del selectivo Mbapp¨¦ contra el omnipresente Demb¨¦l¨¦. El azulgrana se arrancaba como ¨²ltimo delantero y enfilaba repetidamente a Keylor. El encuentro se decant¨® del lado de los azulgrana, m¨¢s valientes e imprecisos que el PSG. Inc¨®modo con la presi¨®n barcelonista, el equipo de Pochettino se estir¨® con las transiciones, poderoso al espacio, siempre resguardado por Keylor.
El ritmo intenso de los barcelonistas acab¨® por arramblar al PSG. Dest remat¨® al larguero y Demb¨¦l¨¦ exigi¨® una excelente intervenci¨®n del portero para despu¨¦s poner un bal¨®n de gol para Messi. No lleg¨® por un dedo el 10. Arriesgaba sin parar el Bar?a y el PSG apostaba simplemente por Mbapp¨¦ cuando en una jugada inocua el torpe Lenglet pis¨® a Icardi. El ¨¢rbitro pit¨® penalti, el cuarto de la temporada que comete el franc¨¦s, y Mbapp¨¦ marc¨® el 1-0. No hay partido sin la mancha de Lenglet. El error interrumpi¨® por un momento el discurso azulgrana ante un afortunado PSG que se encomendaba a Keylor y Mbapp¨¦.
Los barcelonistas, sin embargo, reaccionaron r¨¢pido despu¨¦s de que Junior sustituyera al amonestado Mingueza. Messi enganch¨® con rabia un zurdazo desde fuera del ¨¢rea que se col¨® por la escuadra derecha de Keylor. La violencia del disparo contrast¨® con la candidez de los tiros de Demb¨¦l¨¦. El gran partido barcelonista demandaba a un jugador ¨²nico para marcar las diferencias como es el 10. Y entonces el rosarino fall¨® un penalti cometido por Kurzawa a Griezmman. Keylor rechaz¨® con el muslo el chut del 10 y el bal¨®n se fue al travesa?o para certificar la desgracia y falta de punter¨ªa del Bar?a.
No dej¨® de perseverar el Bar?a despu¨¦s del descanso, saldado con 13 tiros al arco de Keylor, al tiempo que mejoraba el PSG. El equipo franc¨¦s se estabiliz¨® mejor en la cancha, tuvo m¨¢s posesi¨®n de bal¨®n y los azulgrana perdieron frescura y velocidad, m¨¢s cansados y menos inspirados, aunque dominantes y bien refrescados desde el banquillo por Koeman. Aunque las montoneras se sucedieron ante Keylor, el partido perdi¨® el punto de locura que exigen las noches de la Champions. Nunca consiguieron los azulgrana acabar bien las jugadas por m¨¢s vueltas que le dieron al partido ante el acobardado PSG. El ¡°y si...¡± no se dio en Par¨ªs y, sin embargo, sigue v¨¢lido para el Bar?a en la Copa y LaLiga. No hubo recompensa ni reproches en una noche de afirmaci¨®n del Bar?a.
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