Oblak evita un colapso
El meta esloveno propicia el triunfo del Atl¨¦tico ante el Alav¨¦s al detener un penalti a Joselu en los minutos finales que hubiera igualado el gol de Luis Su¨¢rez
La trascendencia de Oblak si el Atl¨¦tico acaba conquistando esta Liga es infinita. Con 1-0 en el marcador y a falta de menos de 10 minutos, el esloveno se vio frente a frente con Joselu en el punto de penalti. El delantero del Alav¨¦s ejecut¨® un golpeo fuerte y ajustado a media altura al palo derecho del meta esloveno. Y all¨ª vol¨® el guardameta rojiblanco para evitar el colapso de un equipo que ofreci¨® s¨ªntomas preocupantes durante m¨¢s de una hora de juego. Necesitaba ganar el Atl¨¦tico y gan¨® apoyado en su esplendoroso portero y en Luis Su¨¢rez, definitivo una vez m¨¢s en el marcador con su decimonoveno gol y el n¨²mero 500 de su carrera.
La cita med¨ªa el estado del Atl¨¦tico tras la eliminaci¨®n de la Champions. Tambi¨¦n la dureza de su piel de l¨ªder, ahora que siente el aliento de los dos lobos que son Bar?a y Madrid. Y el arranque delat¨® a un equipo tocado y encogido. Sin amagar siquiera con un arranque autoritario para intimidar. Un desquite inicial orgulloso que al menos le sirviera para defender su condici¨®n de candidato al t¨ªtulo. Sali¨® grogui el Atl¨¦tico e impetuoso el Alav¨¦s. Con Pellistri ense?¨¢ndole la cintura a Hermoso, lateral izquierdo en defensa, tercer central para una salida de bal¨®n previsible y pastosa. Con Carrasco como ¨²nico futbolista con intenci¨®n de desequilibrar, con m¨¢s enredos que eficacia a la hora de la verdad.
Todo muy domesticable para el Alav¨¦s. Bien parapetado para tapar los espacios por el medio, donde naufragaron Koke y Lemar, ahogados con ese quinto centrocampista en defensa que fue Edgar. Tampoco encontraron espacios y oportunidad Trippier y Marcos Llorente para poner a funcionar su sociedad en todo el primer tiempo.
Hubo momentos en los primeros tramos del encuentro en los que pareci¨® que al Alav¨¦s le bastaba con enviarle un bal¨®n a Joselu para desarmar cualquier intento de presi¨®n del Atl¨¦tico. Y fue Joselu el que pudo hacer temblar las piernas a los rojiblancos y redoblar la presi¨®n que los atenazaba. De nuevo, como en Londres, una p¨¦rdida grosera en el medio del campo. Y Joselu corriendo libre para citarse con Oblak en la frontal del ¨¢rea. Solo el cruce al l¨ªmite de Savic para desviar el remate a c¨®rner evit¨® el gol y la mochila que hubiera supuesto para un equipo tan atenazado.
Al borde del precipicio, en el tramo final del primer acto, al menos el Atl¨¦tico ya tuvo cierto control. Jug¨® m¨¢s en campo contrario y eso le dio para que por primera vez se tuviera constancia de que Pacheco estaba en el campo. Un centro de Savic que se envenen¨® tuvo que desviarlo apurado el meta del Alav¨¦s por encima del larguero. El VAR tambi¨¦n apareci¨® en la tibia ofensiva del Atl¨¦tico. Un toque de cabeza de Gim¨¦nez rebot¨® en la mano de Edgar, que hab¨ªa saltado con los brazos hacia arriba. El colegiado finalmente se?al¨® falta del central uruguayo, que hab¨ªa realizado un salto limpio. Tambi¨¦n por fin apareci¨® Luis Su¨¢rez. Engullido por Lejeune y Laguardia, reba?¨® una pelota en las inmediaciones del ¨¢rea e inici¨® un eslalon que culmin¨® con un derechazo que se le fue por medio palmo. Cuarenta minutos largos hab¨ªan pasado hasta que el Atl¨¦tico pudo asomarse al gol. La se?al inequ¨ªvoca de un primer tiempo desesperanzador para un aspirante al t¨ªtulo.
No tocaron nada ni Simeone ni Abelardo. Si acaso, el Alav¨¦s se hundi¨® un poco m¨¢s cerca de Pacheco. Fue extra?o en el caso del Atl¨¦tico ante la inoperancia mostrada para hacer da?o al ordenado sistema defensivo de su rival. Y esa planicie tuvo continuidad en el arranque del segundo tiempo. No se encontraban los rojiblancos c¨®modos en un dominio al que no le sacaban r¨¦dito. Hasta que por fin apareci¨® la conexi¨®n entre Trippier y Llorente. El volante recogi¨® un bal¨®n de Lemar en el pasillo interior del ocho y abri¨® al lateral ingl¨¦s, que lleg¨® forzado para meter una comba deliciosa. Un caramelo para el instinto de Su¨¢rez, que se sac¨® un giro de cuello en plancha de maestro para cruzarle la pelota a Pacheco. El gol fue un alivio para el Atl¨¦tico. De repente, emergi¨® un equipo m¨¢s convencido a la vez que el Alav¨¦s se desmoronaba. Llorente tuvo el cierre del partido al poco. Otro centro de Trippier, esta vez atr¨¢s, lo empalm¨® de tal manera que parec¨ªa que iba a reventar la porter¨ªa. Pacheco hizo una de las paradas de la jornada desviando la pelota al larguero con la yema de los dedos.
Sin poder ampliar ya la ventaja, comenz¨® el ejercicio de supervivencia del Atl¨¦tico. Simeone dio entrada a Sa¨²l y Herrera para evitar que el equipo se le partiera y dominar los tiempos desde la pausa del mexicano. Parec¨ªa suficiente para ganar un partido que, visto lo visto, para el l¨ªder solo se trataba de eso. Hasta que el VAR caz¨® ese codazo de Savic a Luis Rioja y Oblak hizo ese vuelo que puede valer una Liga.
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