El galimat¨ªas de la Segunda B

Los 102 equipos que componen la Segunda Divisi¨®n B m¨¢s nutrida de la historia, llegaron este domingo a una suerte de meta volante en una competici¨®n de formato intrincado. Los diez subgrupos en los que se divid¨ªan los contendientes dejan paso ahora a otros quince en los que los equipos se ordenan por objetivos, una segunda fase que llega con varios condicionantes: todos los puntos y goles obtenidos hasta la fecha se arrastran, por m¨¢s que sea evidente que los equipos no estaban divididos por un nivel futbol¨ªstico homog¨¦neo sino por condicionantes geogr¨¢ficos.

El galimat¨ªas se completa con la desaparici¨®n de la categor¨ªa y la creaci¨®n de tres nuevas para la campa?a venidera (Primera RFEF, Segunda RFEF y Tercera RFEF) conlleva a la necesidad de ubicar en ellas a los equipos participantes. En Segunda B compiten hoy clubes que pueden jugar a partir de septiembre en el segundo, tercero, cuarto o quinto escal¨®n del f¨²tbol espa?ol. Y ahora se producen situaciones tan at¨ªpicas como que no se pueda aplicar una clasificaci¨®n al uso porque hay escuadras que llegan con m¨¢s partidos disputados que otras. Por ejemplo, el Ibiza es l¨ªder en su liguilla de seis equipos, pero ahora mismo ya no tiene 40 puntos sino un coeficiente de 2.222, resultado de dividir puntos obtenidos entre duelos disputados. Le siguen el N¨¤stic con 1,750 y el Alcoyano con 1,722.

El panorama es complejo, pero se define a partir de tres escalones o niveles de competici¨®n. En el m¨¢s elevado, 30 equipos luchar¨¢n por cuatro plazas para ascender a Segunda A y en todo caso han asegurado su participaci¨®n en la nueva Primera RFEF; en el intermedio, 32 equipos pelear¨¢n por los diez puestos restantes en esa categor¨ªa y no quedarse un escal¨®n m¨¢s abajo, en Segunda RFEF; del resto, 40 clubes, apenas catorce evitar¨¢n el descenso a Tercera RFEF. Todo un purgatorio.

Las diferentes rutas de la Segunda B son las siguientes:

Lucha por el ascenso a Segunda, con la Primera RFEF garantizada. Para algunos la temporada ya es un ¨¦xito, otros apenas han dado un primer paso hacia su objetivo real, pero ah¨ª est¨¢n todos, 30 equipos divididos en cinco grupos de seis escuadras y siempre por proximidad geogr¨¢fica.

Se jugar¨¢n seis jornadas m¨¢s. Los tres primeros y el mejor cuarto conformar¨¢n el play-off de ascenso. Ah¨ª ser¨¢ preciso ganar dos eliminatorias a partido ¨²nico para ascender a Segunda Divisi¨®n. Los otros 14 equipos habr¨¢ garantizado al menos un puesto en la pr¨®xima Primera RFEF, la nueva tercera categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol, una divisi¨®n que durante su proceso de creaci¨®n se conoci¨® como Liga Pro, porque la Federaci¨®n asumi¨® un modelo que la distanciaba del amateurismo, pregon¨® el control econ¨®mico de los clubs, la venta conjunta de derechos de televisi¨®n o una serie de condiciones con respecto a recintos o venta de activos comerciales. Pero esta semana lleg¨® con la rebaja y matiz¨® que la nueva liga, con dos grupos de 20 equipos, ser¨¢ ¡°la m¨¢s importante de las categor¨ªas masculinas no profesionales a nivel nacional¡±.

Los resultados de la primera fase tienen a Burgos, Ibiza o Badajoz cerca del objetivo del play-off. El resto tiene mucha piedra por picar. 16 de esos 30 equipos jam¨¢s han jugado en la segunda categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol y en casi todos los dem¨¢s tampoco hay mucha historia detr¨¢s. El formato corto ha favorecido las sorpresas.

Un resquicio para entrar en la Primera RFEF. Los clasificados entre el cuarto y el sexto en los subgrupos de la primera fase (y dos s¨¦ptimos si compet¨ªan once equipos) se encuentran ahora en una liguilla intermedia de seis contendientes que tambi¨¦n arrastran puntuaci¨®n. Solo los dos primeros lograr¨¢n plaza en la Primera RFEF para completar los 40 equipos previstos en esa competici¨®n. El resto tienen certificada su plaza para competir en la Segunda RFEF, una liga que tendr¨¢ cinco grupos de 18 equipos.

La hecatombe del doble descenso. La corbata que le aprieta al Coruxo es similar a la que llevan otros equipos. 26 de los 102 participantes este a?o en la divisi¨®n de bronce del f¨²tbol espa?ol jugar¨¢n la pr¨®xima liga en la quinta, denominada Tercera RFEF, que ser¨¢ territorial. Bastantes saben que tienen ya muy complicado evitarlo, con apenas catorce jornadas por dirimir y cinco descensos en grupos de ocho equipos. En esta tesitura est¨¢n el decano Recreativo, los filiales de Valencia, Atl¨¦tico o Espanyol y escuadras que part¨ªan con elevados presupuestos como Pontevedra, Melilla, Salamanca o Marbella.

¡°Es una liga atractiva para los aficionados, pero para los equipos es una puta mierda. No tiene sentido, se mire por donde se mire¡±. M¨ªchel Alonso, entrenador del Coruxo vigu¨¦s estall¨® cuando le pidieron una definici¨®n de la temporada. El pecado original se produjo en mayo del a?o pasado. La pandemia oblig¨® a tomar decisiones excepcionales y la Federaci¨®n decidi¨® dar por terminada la competici¨®n para todos los clubs excepto para los que estaban en puestos de promoci¨®n de ascenso al f¨²tbol profesional. El Coruxo era quinto y se qued¨® en la frontera. ¡°Nos valoraron como al que qued¨® de ¨²ltimo. La temporada no vali¨® para nada y ahora, en parte, estamos como estamos por esas decisiones que se tomaron¡±, critica Alonso. Estaban cerca de la segunda categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol y un a?o despu¨¦s pueden caer a la quinta.

Hace un a?o no hubo descensos a Tercera, pero s¨ª ascensos a Segunda B, m¨¢s incluso de los previstos porque un postrero ramalazo del virus liquid¨® un ¨²ltimo play-off y se abrieron puertas hasta para 102 equipos, una mezcla de meritorios, filiales e hist¨®ricos venidos a menos como Deportivo, Murcia, H¨¦rcules, C¨®rdoba o Racing de Santander, que ya no tienen opciones de ascender a Segunda A. Todos est¨¢n abocados a un campeonato al sprint, plagado de contradicciones y alejado del concepto de regularidad inherente a una Liga.

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