Manda el Bayern, gana el PSG
El campe¨®n vigente pierde su primer partido en Champions despu¨¦s de dos a?os tras asediar con 31 remates a un rival que decide con Neymar y Mbapp¨¦
Neymar y Mbapp¨¦ desequilibraron un partido que domin¨® el Bayern con prepotencia. Fue una paradoja. Una contradicci¨®n resuelta por el talento de los dos atacantes en un duelo que protagonizaron los porteros. Keylor Navas recibi¨® 12 tiros a puerta ¡ª31 en total¡ª y sac¨® 10. Neuer vivi¨® la que probablemente sea su noche m¨¢s desagradable en M¨²nich.
La jugada defini¨® el partido y, probablemente, marcar¨¢ la eliminatoria. Corr¨ªa el minuto tres, los equipos se tanteaban, cuando Keylor sac¨® de porter¨ªa. El bal¨®n bot¨® en el mediocampo, sin due?o, y Neymar se las ingeni¨® para apropi¨¢rselo. Lo vigilaba Kimmich, pero el p¨¢jaro vol¨®. Lanz¨® una diagonal directa hacia porter¨ªa y gener¨® el caos en una defensa desmadejada que no esperaba tanta acci¨®n tan r¨¢pido. Acostumbrado a llevar toda su gente a campo contrario, el Bayern cerr¨® con S¨¹le para fijar la marca de Mbapp¨¦. Pero S¨¹le, en campo abierto y demasiado pesado para girarse, dud¨® al ver a Neymar conduciendo en su direcci¨®n. En lugar de quedarse con Mbapp¨¦ se fue a por el brasile?o. Cuando quiso corregir su error, Neymar ya hab¨ªa soltado la bomba. El env¨ªo alcanz¨® los pies de Mbapp¨¦ que, solo ante Neuer, opt¨® por el chumbazo. Le peg¨® duro al primer palo y Neuer fue incapaz de evitar la humillaci¨®n. La pelota le pas¨® entre las piernas y se meti¨® en el arco. Mbapp¨¦ grit¨® a todo pulm¨®n convocando a sus compa?eros en perfecto castellano: ¡°?Vamos!¡±.
Fue la primera combinaci¨®n con resultado de gol entre Neymar y Mbapp¨¦ en esta edici¨®n de la Champions. Result¨® demoledora en el contexto que mejor se acomodaba a las caracter¨ªsticas de los dos delanteros. Contra la defensa m¨¢s atrevida de Europa, frente a una zaga que lleva su l¨ªnea al c¨ªrculo central sin estar suficientemente dotada para que la midan en velocidad, Mbapp¨¦ descubri¨® su segundo santuario particular despu¨¦s del Camp Nou.
Consciente de que el guion de la eliminatoria hab¨ªa dado un vuelco, Pochettino llam¨® inmediatamente a Marquinhos para reformular el plan. El PSG se encastill¨® para proteger una ventaja que se presum¨ªa dif¨ªcil de defender. El Bayern no perd¨ªa un partido en la competici¨®n desde hac¨ªa dos a?os y amenazaba con desplegarse con toda la caballer¨ªa. Desatado, Kimmich hac¨ªa aspavientos empujando a sus compa?eros a unirse a la carga. Choupo-Moting hostigando a los centrales, Coman y San¨¦ por afuera, M¨¹ller por dentro, Pavard y Lucas llegando desde atr¨¢s y Goretzka saltando de l¨ªnea a l¨ªnea parec¨ªan incontrolables. Pocos equipos han soslayado mejor la falta de talento con el sentido de la solidaridad, de las ayudas a los compa?eros, del colectivismo a ultranza. No hay lugar para veleidades ni especulaciones en el vigente campe¨®n de Europa, que se lanz¨® a perseguir la remontada con el orgullo herido y su habitual falta de finura en los ¨²ltimos metros.
Los copos de nieve ca¨ªan cada vez m¨¢s gruesos mientras el Bayern comenz¨® a depositar su sucesi¨®n de tiros. Choupo-Moting cabece¨® al larguero; Goretzka de cabeza estren¨® los guantes de Keylor; Pavard volvi¨® a probar al portero con un disparo al primer palo y, de nuevo, Choupo-Moting tuvo el gol a un palmo. Abrumado por una presi¨®n persistente, los jugadores del PSG no consegu¨ªan dar un pase. Metido en su ¨¢rea, al equipo franc¨¦s lo sostuvieron los reflejos de Keylor y la orientaci¨®n de Marquinhos.
Sin Verratti, lesionado con su selecci¨®n, el PSG perdi¨® la br¨²jula. Parec¨ªa rendido hasta que Neymar se acercaba a la pelota. Antes de la media hora se encontr¨® con un bal¨®n cualquiera y, rodeado de rivales, lanz¨® un pase largo. Parec¨ªa un pelotazo pero cay¨® en el punto cr¨ªtico. El espacio que deb¨ªa defender S¨¹le y que deb¨ªa atacar Mbapp¨¦. El franc¨¦s se escabull¨® del marcaje, alcanz¨® la l¨ªnea de fondo y provoc¨® un c¨®rner. El lanzamiento acab¨® en nada hasta que un rebote devolvi¨® el bal¨®n a poder de Neymar. La defensa del Bayern estaba saliendo cuando el diez dio otro de esos pases descomunales que ¨¦l ejecuta como quien juega en la playa. Con la zurda, directo a Marquinhos, que interpret¨® a su paisano con astucia. Como S¨¹le se hab¨ªa quedado enganchado, rompi¨® el fuera de juego. Solo ante Neuer, que lo mir¨® con el tup¨¦ cubierto de nieve y la nariz roja, Marquinhos fusil¨® tranquilamente. Fue el ¨²ltimo servicio del capit¨¢n del PSG a la causa de su equipo. Inmediatamente despu¨¦s pidi¨® el cambio por lesi¨®n.
Flick, el t¨¦cnico del Bayern, gestion¨® la crisis sin demora. Quit¨® a S¨¹lle y a Goretzka, meti¨® a Boateng y a Alphonso Davies. Form¨® un doble pivote con Alaba y Kimmich para cortar los ejes por donde circulaba Neymar, y dispuso a Boateng con Lucas en el centro de la zaga. A Davies lo situ¨® en el lateral para que se uniera a Coman en los ataques. Las modificaciones de Flick estabilizaron al Bayern, que no tard¨® en proseguir con su trabajo de zapa. Nunca fue un equipo sutil. Le bast¨® con colgar centros.
Choupo-Moting de cabeza a centro de Pavard, comenz¨® a recortar distancia antes del descanso. Sin Marquinhos para dirigir la defensa, Danilo y Kimpembe incurrieron en desorientaciones. A la hora de partido, M¨¹ller empat¨® cruzando un centro de Kimmich, de falta lateral. El asedio del Bayern se prolong¨® sin descanso y sin demasiada imaginaci¨®n. El PSG aguant¨® metido bajo la mesa, salvo en dos par¨¦ntesis fugaces. En el primero, Neymar no pudo batir a Neuer en un mano a mano que parec¨ªa gol o gol. En el segundo, sali¨® del hoyo con dos pases. Draxler a Di Mar¨ªa y Di Mar¨ªa, a un toque, a Mbapp¨¦. Solo ante el pesado Boateng, el Pel¨¦ de Bondy pis¨® el ¨¢rea y se vino arriba. Ya no hab¨ªa forma de pararle. Hizo un amague, hizo dos, gan¨® medio metro, y seg¨²n el pobre central alzaba su pierna para intentar ponerle puertas al campo, clav¨® el 2-3 sin que Neuer entendiera muy bien por d¨®nde se hab¨ªa colado esa pelota.
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