Una leyenda femenina en el Grand National

Cuando quedaban por delante dos obst¨¢culos de la carrera de caballos m¨¢s famosa del mundo, el Grand National, una y¨®quey de 31 a?os se abalanz¨® con perfecci¨®n impecable hacia su merecido lugar en la historia. La irlandesa Rachael Blackmore, a lomos del purasangre Minella Times, supo mantener una c¨®moda posici¨®n durante los casi siete kil¨®metros de una competici¨®n extrema que pone a prueba a animales y humanos, hasta el momento preciso en que supo que pod¨ªa pedir a su compa?ero un ¨²ltimo esfuerzo. ¡°Salt¨® de un modo maravilloso, e intent¨¦ aguantar todo lo que pude, hasta el ¨²ltimo obst¨¢culo. Fue entonces cuando le ped¨ª un poco m¨¢s, y ah¨ª estaba. Fue incre¨ªble¡±, explicaba la primera mujer en lograr un t¨ªtulo que tiene m¨¢s de 180 a?os de historia. ¡°No me siento ni hombre ni mujer en estos momentos. Ni siquiera me siento humana¡±, respond¨ªa ante la inevitable pregunta.

Cualquiera que haya galopado a lomos de un caballo joven y fuerte sabe que el control absoluto es una ilusi¨®n, y la bestia solo dar¨¢ lo mejor de s¨ª misma en la medida en que sienta que ese ser ligero que flota encima sobre los estribos tiene claro lo que pretende. Blackmore pretend¨ªa zanjar de una vez por todas el sue?o pendiente de todas las mujeres que alguna vez vieron Fuego de Juventud y se imaginaron, como Elizabeth Taylor, cruzando la l¨ªnea de llegada del hip¨®dromo de Aintree, en Liverpool.

La estirpe irlandesa

Las sagas de grandes jinetes son siempre irlandesas. Blackmore naci¨® en Killenaule, Condado de Tipperary. Hija de un ganadero productor de leche y de una profesora de escuela, de su padre hered¨® la pasi¨®n por los caballos, y desde ni?a pudo montar los que criaban en la granja familiar de Mortlestown Castle. De su propio esp¨ªritu competitivo, al intentar superar cada uno de los obst¨¢culos que ve¨ªa saltar a su hermano Jonathan, sac¨® la voluntad que le ha llevado hasta la cumbre. En un deporte dominado casi de un modo absoluto por hombres durante d¨¦cadas, el Grand National siempre fue otra cosa ¡ª¡±no es una carrera para se?oritas¡±, dec¨ªan¡ª. Lo anterior fueron peque?as leyendas que iban dando dentelladas al terreno vedado. Como Charlott Brew, que en 1977 fue la pionera que entr¨® en una competici¨®n hasta entonces solo para hombres; Geraldine Rees, cinco a?os despu¨¦s, fue la primera en completar el recorrido. Katie Walsh, a lomos de Seabass, pareci¨® zanjar la historia con su tercer puesto en 2012. Hasta que lleg¨® Blackmore. Con un buen caballo. Con un buen entrenador, Henry de Bromhead. Y con un propietario, John Mcmanus, que apost¨® por ella con buen tino.

Dicen los expertos que el m¨¦rito de una victoria en este deporte corresponde en un 90% al animal y solo en un 10% al y¨®quey. Nadie hace ganador a un mal caballo, pero se requiere una combinaci¨®n de agilidad, nervios, inteligencia y destreza para sacar lo mejor de un buen ejemplar. El resto del mundo conoci¨® el s¨¢bado a esta hero¨ªna reticente, que solo en 2015 se decidi¨® a competir profesionalmente, despu¨¦s de haber compatibilizado sus estudios universitarios en Ciencias Equinas con una afici¨®n sacrificada y frustrante. El mundo de las carreras no se sorprendi¨®. Ya la hab¨ªa visto triunfar en el Festival de Cheltenham de 2019, donde se hizo con la victoria en cinco carreras de la gran competici¨®n de obst¨¢culos del Reino Unido. Es el fruto de un tiempo donde todo ha comenzado a cambiar ya dr¨¢sticamente, donde los aficionados comienzan a centrarse m¨¢s en la calidad del jinete y menos en su g¨¦nero. ¡°Soy la primera [en ganar el Grand National], pero no ser¨¦ la ¨²ltima. Y todo esto ayudar¨¢ a animar a muchas ni?as, pero sinceramente, creo que ya ni siquiera es tema de conversaci¨®n¡±, ha dicho Blackmore mientras permite que el mundo celebre su haza?a.

Puedes seguir a DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.