Correa defiende al l¨ªder
Una virguer¨ªa del delantero argentino desatasca al Atl¨¦tico y un tanto de Carrasco en los minutos finales acaba con la resistencia del Huesca de Pacheta
Las virguer¨ªas de ?ngel Correa volvieron a defender el liderato del Atl¨¦tico. Est¨¢ de dulce el argentino. Con Luis Su¨¢rez y Jo?o F¨¦lix convalecientes, ha asumido el liderazgo ofensivo para crear y para marcar. Indetectable para sus marcadores para aparecer. Inaguantable cuando menea la cintura para girar y elevar el arte del enga?o en los espacios reducidos. Est¨¢ pleno de confianza y ah¨ª el talento no tiene l¨ªmites para el atrevimiento. Lo mismo se hace un autopase de espuela en el centro del campo que amaga al defensa revolucionado de vueltas. Este suele acabar desparramado por la hierba, como le sucedi¨® a Ins¨²a antes de que el disparo del argentino se convirtiera en otro valioso gol tras tocar en un defensa del Huesca. Como ante el Eibar, otro tanto psicol¨®gico. Al borde del descanso. Ahora que el Atl¨¦tico juega con la presi¨®n agobiante de sus perseguidores, Correa est¨¢ evitando el estr¨¦s de jugar contrarreloj a sus compa?eros. Esta vez no tuvo que levantarles como ante el embotamiento mental que mostraron ante el Eibar.
El l¨ªder s¨ª ejerci¨® como tal desde el inicio. Salvo los primeros minutos, en los que se vio sorprendido por la revoluci¨®n en la alineaci¨®n de Pacheta, con siete novedades, y en la pizarra, sistema de tres centrales, con Mikel Rico y Sergio G¨®mez de carrileros, el Atl¨¦tico gobern¨® el partido. Se llev¨® un susto inicial en un rebote que le cay¨® a Siovas en una falta lateral, pero ya no fue m¨¢s apurado.
Dos futbolistas, adem¨¢s de Correa, se han elevado por encima del resto en los dos ¨²ltimos partidos. Lodi, favorecido por no tener que desempe?arse en una defensa de tres centrales, vuelve a recuperar la alegr¨ªa que se le supone a todo lateral nacido en Brasil. Rompi¨® por velocidad y por sorpresa, como dicen los manuales. Estuvo fino hasta en los controles orientados para poder desplegar su velocidad. Fue una pesadilla para Mikel Rico, que ya no est¨¢ para aguantar el tipo de duelo que deb¨ªa mantener con Lodi.
El otro jugador que asoma como fundamental en esta carrera final por el campeonato es Herrera. A su paso, a su trote desgarbado, pero con una precisi¨®n milim¨¦trica en los desplazamientos largos hacia Lodi o hacia Trippier. Por el flanco del lateral brit¨¢nico empez¨® a perforar el Atl¨¦tico al Huesca y a probar a ?lvaro. El meta evit¨® con una doble intervenci¨®n mano a mano con Carrasco y con Sa¨²l que los rojiblancos acabaran antes con la resistencia de su equipo. La presencia de Rafa Mir en la punta, una de las claves en el renacer del Huesca bajo la direcci¨®n de Pacheta, fue testimonial. Frente al liderazgo de Herrera tambi¨¦n se apreci¨® cierta mejor¨ªa en Sa¨²l. Koke sigui¨® en lo suyo. Cuando no se siente importante con la pelota, se emplea en ofrecerse como apoyo en las triangulaciones en tapar agujeros a destajo y en barrer lo que pueda. El equipo se lo agradece y m¨¢s en partidos de marcador corto.
Gobernaba el Atl¨¦tico, al que le penaliza que solo Correa est¨¦ afilado cuando hay que desarmar una defensa cerrada o no hay espacios para cerrar el contragolpe. Necesita m¨¢s de Carrasco en cuanto a desequilibrio. Junto a Correa es el futbolista m¨¢s distinto con la pelota de los que dispone ahora Simeone. Llorente, esta vez m¨¢s extremo derecha que segundo delantero para favorecer su conexi¨®n con Trippier, explot¨® sus arrancadas para romper al espacio. Sus arreones fueron un trabajo de zapa que ayud¨® a minar a la defensa del Eibar. Si Mikel Rico padeci¨® con Lodi, lo mismo le sucedi¨® a Sergio G¨®mez con Llorente y el lateral ingl¨¦s. Tuvo que ser Correa con esa maniobra rompedora el que abri¨® el marcador al borde del descanso. Giro, amague, disparo y gol.
Con el alivio de no tener que apurarse por las prisas de marcar, el l¨ªder se tom¨® el segundo acto con cierta calma. Herrera le proporciona la posibilidad de mandar en los partidos desde la pelota y tambi¨¦n de dotar al grupo de cierto orden alrededor de ella. Koke pudo dejar el resto de la tarde para ba?o y masaje al poco de la reanudaci¨®n. De nuevo, otra maniobra de Correa en una esquina dej¨® al capit¨¢n frente a ?lvaro. Lodi con otra carrera explosiva tambi¨¦n exigi¨® al meta con un disparo raso y ajustado. Que anda en plena crecida lo confirm¨® una de esas acciones que deleitan a Simeone por solidaridad defensiva. Sandro burl¨® a Gim¨¦nez en el ¨¢rea con un ca?o de catedr¨¢tico y cuando se dispon¨ªa a ejecutar a Oblak se cruz¨® Lodi para evitar el tanto. Despu¨¦s de aquella primera ocasi¨®n de Siovas, esta fue la segunda vez que el Huesca aparec¨ªa amenazante por el ¨¢rea del Atl¨¦tico.
Carrasco evit¨® los agobios que tener que defender el gol de Correa hasta el final, pero fue Llorente, con su empe?o habitual en disputar cualquier migaja, el que propici¨® el tanto. Le gan¨® con la puntera a Siovas la pelota en la frontal del ¨¢rea y le cedi¨® el gol al belga para que marcara a puerta vac¨ªa ante la salida de ?lvaro. El tanto certific¨® la segunda victoria consecutiva de los rojiblancos. Ahora les aguardan tres partidos consecutivos fuera de casa (Athletic, Elche y Barcelona), donde deber¨¢ ratificar la mejor¨ªa experimentada.
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