El secreto del Chelsea: entrenador nuevo, final de Champions
En las tres ocasiones en las que el conjunto ingl¨¦s ha alcanzado el partido decisivo despidi¨® a su t¨¦cnico durante la temporada
Cuando las cosas pintan mal para un equipo, el cambio de entrenador suele ser la primera medida que toman los directivos de los grandes clubes. Hay ocasiones en las que sale bien, como cuando Zidane sustituy¨® a Ben¨ªtez en el banquillo del Madrid en enero de 2016 y termin¨® ganando la primera de sus tres Champions seguidas. Y otras en las que sale mal. Quique Seti¨¦n lleg¨® al Barcelona a mitad de la temporada pasada tras la destituci¨®n de Valverde, que ten¨ªa al equipo l¨ªder de la Liga. El t¨ªtulo se lo acab¨® llevando el Madrid y el Bayern los barri¨® en la Champions con la mayor paliza jam¨¢s recibida por el club blaugrana (2-8) en Europa.
Pero en el caso del Chelsea, los movimientos en el banquillo le han tra¨ªdo sus mayores alegr¨ªas al club ingl¨¦s. El conjunto blue jugar¨¢ este a?o la tercera final de la Champions de su historia. Lo har¨¢ de la mano de Thomas Tuchel, que lleg¨® al banquillo en enero tras la salida de Frank Lampard. En las otras dos ocasiones que han llegado a disputar el partido por el t¨ªtulo, el entrenador que los dirig¨ªa tampoco era el mismo que el que empez¨® la temporada.
La primera vez que el Chelsea lleg¨® a la final de la Liga de Campeones fue en 2008. Roman Abramovich, su propietario, hab¨ªa desembarcado en Londres cinco a?os antes y hab¨ªa dado el mando de su equipo repleto de estrellas a Jos¨¦ Mourinho. El portugu¨¦s gan¨® dos Premier seguidas, pero nunca logr¨® superar las semifinales de la Champions. Tras la primera jornada de la fase de grupos de la temporada 2007-08, Mourinho decidi¨® marcharse del club por discrepancias con el magnate ruso y este puso al cargo a Avram Grant, que era el director deportivo. El israel¨ª estaba pensado como un parche temporal hasta que se encontrara un candidato de renombre, pero termin¨® gan¨¢ndose la continuidad. Tras superar al Liverpool en semifinales, con una pr¨®rroga vibrante en Stamford Bridge, el Chelsea alcanz¨® su primera final de la Champions, en la que esperaba el Manchester United de Ferguson y Cristiano Ronaldo.
La fortuna no sonri¨® a los blues en aquella noche en Mosc¨². Cristiano abri¨® el marcador con un cabezazo imperial, pero Lampard consigui¨® el empate antes del descanso. El marcador no se movi¨® y el encuentro se march¨® a los penaltis. El 7 fall¨® su lanzamiento y Terry se dispon¨ªa para terminar el partido en el quinto penalti. Pero el capit¨¢n blue se resbal¨® justo antes de chutar y el bal¨®n se march¨® a las nubes. El Manchester se repuso y se llev¨® la Orejona con la parada de Van der Sar a Anelka. Grant no sobrevivi¨® a la derrota y fue destituido 48 horas despu¨¦s.
El Chelsea intent¨® volver a la final en los a?os siguientes, pero lo m¨¢s cerca que estuvieron fue en las semifinales 2009, cuando Iniesta silenci¨® Stamford Bridge en el ¨²ltimo instante. En 2011, Abramovich fich¨® a un pupilo de Jos¨¦ Mourinho, Andrea Villas-Boas, que se hab¨ªa formado con The Special One y ven¨ªa de ganar la Europa League con el Oporto. Pero el resultado no fue bueno, sobre todo en la Premier, muy lejos de poder pelear por el t¨ªtulo. Tras la ida de los octavos de la Champions en la que cayeron ante el N¨¢poles por 3-1, en marzo, el ruso le mostr¨® la puerta de salida al t¨¦cnico. Roberto Di Matteo, asistente de Villas-Boas, se hizo cargo de un equipo deprimido y con un bloque de jugadores muy veteranos. Drogba, Cech, Lampard y Terry apuraban sus ¨²ltimos coletazos en la ¨¦lite.
Los jugadores se conjuraron, aceptaron el desaf¨ªo y lograron remontarle la eliminatoria al N¨¢poles en la pr¨®rroga. Aquella victoria fue un subid¨®n de moral para el equipo, que alcanz¨® las semifinales ante el Barcelona de Guardiola, su verdugo tres a?os antes. La eliminatoria fue un ejercicio de resistencia de los blues. Si en 2009 fue Guardiola el que corri¨® la banda de Stamford Bridge con el gol de Iniesta, en 2012 fue Di Matteo el que no pudo contenerse con el tanto de Torres en los ¨²ltimos instantes. El Chelsea llegaba a la final de nuevo, pero en absoluto era el favorito para alzarse con el t¨ªtulo. Su rival era el Bayern M¨²nich, que hab¨ªa dejado fuera al Madrid y disputaba la final en su estadio.
M¨¹ller adelant¨® a los locales, que asediaban al Chelsea sin descanso. Pero Drogba obr¨® el milagro y consigui¨® el empate en el 88 para mandar el encuentro a la pr¨®rroga. Robben fall¨® un penalti nada m¨¢s comenzar la prolongaci¨®n y la final se decidi¨® desde los 11 metros. Los fantasmas de Mosc¨² pasaron por la cabeza de los veteranos jugadores del Chelsea, sobre todo despu¨¦s de que Mata fallara el primer lanzamiento. El Bayern no fall¨® ninguno de sus tres primeros disparos, pero Cech apareci¨® para negar el tanto a Olic y Schweinsteiger. El Chelsea volv¨ªa a tener en su mano el t¨ªtulo, y en esta ocasi¨®n Drogba no se puso nervioso y enga?¨® a Neuer en el lanzamiento definitivo. Abramovic consigui¨® al fin la Champions que tanto hab¨ªa perseguido.
Sin regreso a la ¨¦lite
Tanto Grant como Di Matteo tocaron cumbre en aquellas finales de la Champions. Desde entonces, sus carreras han ido cuesta abajo. El israel¨ª fue despedido a los dos d¨ªas de perder la final y el italiano dur¨® apenas media temporada m¨¢s, tras caer en la fase de grupos. Ninguno de los dos volvi¨® a entrenar a un club de ¨¦lite en Europa y actualmente se encuentran sin equipo. Tuchel, que fue despedido como t¨¦cnico del PSG tras haber alcanzado la final el a?o pasado, sabe bien lo que es ser despedido despu¨¦s de rozar la gloria. El pr¨®ximo 29 mayo el Manchester City pondr¨¢ a prueba el efecto revulsivo del alem¨¢n en el banquillo.
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