Zidane: ¡°Me tienen que explicar la regla de las manos¡±
El entrenador del Real Madrid se queja del penalti pitado a Milit?o con ayuda del VAR y lamenta que no se viera otro del Sevilla en la primera parte: ¡°Estoy muy enfadado¡±
La Liga estuvo cinco minutos temblando entre dos penaltis, como una pelota de tenis en el canto de la red, mientras el VAR revisaba una repetici¨®n tras otra en una salita en Las Rozas. El marcador dec¨ªa 1-1, a 20 minutos para el final. Primero fue todo fulgurante y despu¨¦s se detuvo el tiempo mientras se calentaba el aire en la grada donde se sentaban suplentes, lesionados y empleados del Madrid y el Sevilla. Gritos, tensi¨®n y Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez habl¨¢ndole a Mart¨ªnez Munuera por el pinganillo. El fulgor se hab¨ªa producido en juego, de ¨¢rea a ¨¢rea.
Un c¨®rner del Sevilla termin¨® en el hombro y la mano de Milit?o, fuera de la vista del ¨¢rbitro. Esa cadena de rebotes termin¨® en las botas de Vinicius, que ech¨® a correr, como casi toda la noche, otra vez m¨¢xima amenaza del equipo, de vuelta a su sitio en la banda izquierda. El brasile?o dej¨® la pelota a Benzema para una larga carrera de 50 metros por un p¨¢ramo desierto, al final del cual aguardaba Bono, el portero del Sevilla. El franc¨¦s lleg¨® ante ¨¦l, le regate¨® hacia la derecha y el guardameta lo tumb¨®. Mart¨ªnez Munuera pit¨® penalti. Una falta muy clara. Nada que discutir. Pero antes de que Benzema se levantara de la hierba, el ¨¢rbitro ya estaba pendiente de lo que le susurraban en el auricular. La inquietud se extendi¨® en seguida por todo el Alfredo di St¨¦fano.
Benzema segu¨ªa sentado en el suelo cuando el grupo de futbolistas del Madrid lesionados hab¨ªa alcanzado a ver todas las repeticiones de esa ca¨ªda y se hab¨ªa dado cuenta de que el par¨®n en el partido no ven¨ªa de las posibles dudas generadas por ese lance, sino de un lugar situado a 100 metros de all¨ª, el ¨¢rea de Courtois. Vieron el bal¨®n rebotando hasta terminar en la mano de Milit?o y los gritos de Ramos empezaron a contar la historia de lo que estaba sucediendo. ¡°?La misma de la primera mitad, la misma!¡±, dec¨ªa en referencia a otra jugada en la que un rebote hab¨ªa terminado en el brazo plegado de Jord¨¢n. Ten¨ªa un aire pero un aire lejano.
¡°?De espaldas! ?Est¨¢ de espaldas!¡±, prob¨® entonces a gritar Ramos. ¡°?De espaldas! ?No se le puede pitar!¡±. Las quejas se repet¨ªan en el lado blanco del grader¨ªo mientras Mart¨ªnez Munuera segu¨ªa atento a lo que le dec¨ªa Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez desde la sala del VAR, donde la Liga lat¨ªa en el limbo. ¡°?La misma de la primera mitad!¡±, dec¨ªan unos. ¡°?De espaldas, est¨¢ de espaldas!¡±, otros. La tensi¨®n sub¨ªa mientras pasaban el tiempo y las repeticiones, como algunos se imaginan pasar fragmentos escogidos de vida en el escal¨®n anterior a la muerte.
Se le escapaba el t¨ªtulo al Madrid, m¨¢s con cada paso con el que se acercaba el ¨¢rbitro a la pantalla del VAR en el campo, donde termin¨® viendo que s¨ª, que Milit?o se encontraba de espaldas, y que s¨ª, que el bal¨®n le daba en la mano, y que s¨ª, que le parec¨ªa penalti.
As¨ª que, ya con Benzema incorporado, se tir¨® desde los 11 metros, pero no en el ¨¢rea en la que hab¨ªa ca¨ªdo el franc¨¦s, y que ya hab¨ªa tenido tiempo de abandonar en los casi cinco minutos de deliberaciones, gritos y desesperaci¨®n. Lo marc¨® Rakitic, y se extendi¨® la impresi¨®n de que ah¨ª hab¨ªa volado la Liga que el Madrid hab¨ªa parecido tener en la mano despu¨¦s del empate del Barcelona-Atl¨¦tico en el Camp Nou el s¨¢bado.
La situaci¨®n la resumi¨® despu¨¦s Emilio Butrague?o, director de relaciones institucionales del Madrid: ¡°Hay que ponernos en contexto en lo que significaba el partido para nosotros. Ten¨ªamos el partido en ese momento, despu¨¦s de haber anotado, con una energ¨ªa favorable, y ha llegado esta jugada. Milit?o no ve la pelota, claramente. Tampoco hay un jugador del Sevilla que vaya a rematar. El bal¨®n iba a Miguel, que iba a despejar. No es ocasi¨®n manifiesta de gol, es una decisi¨®n muy importante, que tiene una influencia que puede ser decisiva en la Liga¡±, dijo.
Pelear hasta el final
Los rescoldos de ese fuego llevaron a Zidane a hacer algo desacostumbrado en ¨¦l al terminar el encuentro: se fue al centro del campo a hablar con el ¨¢rbitro, en compa?¨ªa de Kroos, que se se?alaba el brazo. Confes¨® que estaba ¡°muy enfadado¡±, y cont¨® su visita a Mart¨ªnez Munuera: ¡°Habl¨¦ con el ¨¢rbitro, le ped¨ª una explicaci¨®n, me la ha dado y ya est¨¢. Me ha dicho que en la mano de Milit?o hab¨ªa mano y en la otra no hab¨ªa nada. Pita ¨¦l¡±, dijo todav¨ªa a pie de campo.
Algo m¨¢s tarde, en la sala de prensa, a¨²n no se le hab¨ªa pasado: ¡°No entiendo. Si hay una mano, hay mano de Milit?o y otra del Sevilla. No me ha convencido lo que me dijo. Es lo que hay, y lo que pita ¨¦l. Nunca hablo de eso, pero hoy estoy enfadado, claro, porque me tienen que explicar las reglas de las manos¡±, dijo.
Pasar de un penalti a favor a uno en contra pudo cambiar el signo de la Liga cuando el entrenador franc¨¦s pensaba que equipo hab¨ªa merecido m¨¢s: ¡°Sobre todo en nuestra segunda parte, que ha sido espectacular. Nos cost¨® arrancar los primeros 25 minutos, pero la segunda parte fue muy buena¡±, afirm¨®. ¡°Vamos a pelear. Faltan tres partidos¡±.
Despu¨¦s del l¨ªo, el Madrid, como tras el desconfinamiento, como cuando jugaba en el Bernab¨¦u y en el Bernab¨¦u hab¨ªa p¨²blico, volvi¨® a agarrarse a las escasas briznas que le quedaban. Toni Kroos enganch¨® un tiro lejano y la pelota termin¨® en la red. No fue un gol limpio, en duda entre Diego Carlos y Eden Hazard. En una noche de dudas y repeticiones sin fin, har¨¢n falta a¨²n algunas para determinar si finalmente no habr¨¢ sido el belga, tan desaparecido, quien rescat¨® lo poco que le quedaba de Liga al Real.
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