La Liga de Hitchcock
Madrid y Sevilla empatan tras un partido vibrante con el minuto de suspense del campeonato: en la misma jugada el ¨¢rbitro se decant¨® por un penalti de Milit?o que precedi¨® a uno a Benzema
Esta Liga es una monta?a rusa. Los vaivenes de los candidatos al t¨ªtulo se suceden. El suspense es constante. Con el VAR de por medio ya no digamos. En el Alfredo di St¨¦fano, en el vibrante pulso entre el Madrid y el Sevilla, la intriga fue propia del mejor Hitchcock. Qui¨¦n sabe si el trance m¨¢s decisivo del campeonato. El partido discurr¨ªa por el minuto 73 cuando los de Lopetegui lanzaron un c¨®rner. A Milit?o, en vuelo con Diego Carlos y de espaldas a la pelota, esta le rebot¨® en el brazo derecho, extendido. Nada dijo el ¨¢rbitro. Sali¨® en estampida Benzema, plantado a solas frente a Bono, que le anud¨® las piernas. Dos penaltis casi simult¨¢neos que dilucidar. El juez dict¨® condena para el Madrid y Rakitic clav¨® el 1-2.
Minutos antes del acierto del croata, el Real hab¨ªa reclamado una mano de Jord¨¢n. Tan interpretable como cualquiera en estos tiempos en los que el f¨²tbol depende casi tanto de las manos como de los pies. Tal es la colosal confusi¨®n. Cada jugada de estas es como tirar los dados. Hoy, todo depende de c¨®mo le pegue el aire a un batall¨®n arbitral que interpreta el engorroso y veleidoso reglamento seg¨²n el d¨ªa.
La extrema incertidumbre con esos penaltis de ida y vuelta no fue la ¨²ltima trama del partido. En el tiempo a?adido un disparo de Kroos fue desviado por el tal¨®n izquierdo de Hazard y el Real rescat¨® un punto. Insuficiente. Gobierna el Atl¨¦tico, que tanto depende de s¨ª mismo como en esta jornada el Madrid o hace unos d¨ªas el Bar?a antes de su trompazo con el Granada. La Liga, el VAR, es una noria. Y lo fue este partido vibrante, con mejor Sevilla de inicio y mejor Madrid tras el intermedio.
Sali¨® mand¨®n el Sevilla, con un monocultivo del bal¨®n. Alrededor de la pelota, el Papu G¨®mez organiz¨® una mesa redonda y los muchachos de Lopetegui de rondo en rondo. Cazaba moscas el Madrid, siempre a rebufo de un adversario sin un ariete de referencia, pero con mucho regimiento por delante del bal¨®n y permutas constantes. Otro rival con mucha armadura para el Real, a¨²n convaleciente de su trance con los corsarios del Chelsea. Y no solo por Ramos y Mendy, de nuevo lesionados. De entrada, Zinedine Zidane no dio foco a Hazard, tan se?alado por la jarana con su expandilla del Chelsea tras el derrape europeo.
Un par de maniobras de Benzema sirvieron de sonajero a los de Zidane. En la segunda, su cabezazo binguero a centro de Odriozola fue invalidado por el VAR. Al lateral vasco le pillaron en fuera de juego por un pie. El no gol tuvo un efecto imprevisto. El Sevilla not¨® m¨¢s la sacudida que el Madrid. Un paso atr¨¢s de los visitantes, equipo acorde¨®n que suma pelotones al ataque y en defensa.
El cuadro hispalense perdi¨® algo de hilo con el Papu, con Suso. O sea, con la pelota. Justo entonces, cuando ya se agitaba el Madrid, lleg¨® el gol de Fernando. Tras una falta de Casemiro a Suso, el gaditano activ¨® a Navas. El centro del capit¨¢n lo descolg¨® de maravilla Rakitic, que en la selv¨¢tica ¨¢rea de Courtois advirti¨® a Fernando por una rendija. El brasile?o sent¨® a Casemiro y anot¨® con un zurdazo.
Poco v¨¦rtigo y la huella de Kroos
Un doble golpe para el Madrid, que pas¨® de festejar antes de tiempo el tanto de Benzema a asumir sin remedio el emboque de Fernando. En ventaja, el Sevilla fue menos expansivo. En desventaja, algo mejor se vertebr¨® el Real con la pelota, pero m¨¢s para el trasteo que para dar la puntilla. Demasiados jugadores blancos adictos a reclamar el bal¨®n al pie. Poco v¨¦rtigo. Ya no hab¨ªa r¨¦plicas ofensivas de los de Nervi¨®n y las locales se cerraban sin grandes sobresaltos para Bono.
De regreso del descanso, otro Madrid. Un conjunto con m¨¢s volumen, otro ritmo. Empe?o suficiente para bloquear al Sevilla en la periferia de Bono. Lopetegui intervino sin demora. Su equipo, tan gobernante al principio ahora precisaba un estir¨®n. Un corneta. En-Nesyri, futbolista potente y veloz, como bandera para dar salida al equipo. Antes de que pudiera surtir efecto se anticip¨® Asensio. Kroos acababa de citar a Vinicius con el gol tras una trenza con Modric. Hasta entonces la noche no hab¨ªa dejado muchas pisadas de Kroos, pero a jugadores as¨ª les basta un parpadeo. Lo tuvo el germano, que convoc¨® a Asensio dentro del ¨¢rea. Tan geom¨¦trica es la zurda del balear que no necesit¨® acomodar el bal¨®n para reventar la red de Bono.
El segundo tiempo era del Madrid. Demasiado achicado el Sevilla, a golpe de tambor los locales, ya hasta con Hazard mediante. Lleg¨® la doble jugada crucial y chasco para el Real. La ¨²ltima pincelada de Kroos quiz¨¢ no sea suficiente para los de ZZ. Pero en esta Liga nadie est¨¢ a salvo de cualquier incidencia. El carrusel es constante.
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