Ettore Messina: ¡°Siento cada partido como un asunto de vida o muerte deportiva¡±
El entrenador del Olimpia Mil¨¢n, rival del Bar?a en la semifinal de la Final Four, repasa su carrera como t¨¦cnico, que comenz¨® a los 17 a?os y a los 61 sigue viviendo entre la pasi¨®n y el desasosiego


Ettore Messina lleva 44 a?os gestionando su profesi¨®n como un dilema. Empez¨® a los 17, con pasi¨®n por entrenar, ense?ar baloncesto y dirigir grupos, pero a los 61 sigue viviendo cada partido como un examen, ¡°como un asunto de vida o muerte deportiva¡±. Entre la vocaci¨®n infinita y el desasosiego inabarcable, Messina busca en Colonia su quinta Copa de Europa. Este viernes, en semifinales, su Olimpia Mil¨¢n se mide al Bar?a (21.00) y el CSKA al Efes (18.00). Comienza la pelea por ocupar el trono continental que ha estado un a?o vacante.
Pregunta. Esta ser¨¢ su 12? Final Four, pero la primera para el Olimpia Mil¨¢n en 29 a?os, ?lo valora como un ¨¦xito parcial o como algo hist¨®rico?
Respuesta. Para nosotros, solo estar aqu¨ª, es como haber ganado tres ligas italianas. El club lo ha perseguido durante mucho tiempo y al fin lo hemos logrado, construyendo un buen equipo y trabajando con confianza. Con el crecimiento de muchos jugadores y la gran respuesta de los veteranos. Siguiendo el plan trazado por el due?o, Giorgio Armani, y el m¨¢nager general, Pantaleo Dell¡¯Orco.
P. ?C¨®mo ha sido esa construcci¨®n del proyecto desde su llegada de la NBA en 2019?
R. Nuestro objetivo principal era rehacer una cultura de equipo, trabajar juntos, con sentido de la responsabilidad y con la confianza de que, si eleg¨ªamos a las personas correctas, antes o despu¨¦s, llegar¨ªan los resultados. El a?o pasado fue complicado, pero vinieron jugadores clave como Chacho Rodr¨ªguez y Luis Scola, que nos ayudaron a crecer y a subir la autoexigencia, desde la pista a las oficinas. Todos quieren estar al m¨¢ximo nivel cuando tienen ejemplos as¨ª. Conseguimos que eso trascendiera. Por eso en verano pudimos fichar a jugadores como Kyle Hines, Gigi Datome y Malcolm Delaney que han jugado en organizaciones de primer¨ªsimo nivel europeo.
P. ?La experiencia de los jugadores ganadores se nota m¨¢s en la pista o en el vestuario?
R. Estos jugadores hacen cosas especiales, distintas, en momentos de m¨¢xima presi¨®n. Eso no lo tiene el entrenador ni el club, eso est¨¢ en ellos. En saber mantener la cabeza fr¨ªa y la confianza para hacer lo necesario en cada momento. Luego se puede acertar o fallar, pero la determinaci¨®n, la actitud y la fuerza mental de asumir responsabilidades es lo que mueve todo, dentro y fuera de la pista.
P. ?C¨®mo tiene pensado competir contra el Bar?a?
R. Hay equipos contra los que te acoplas mejor, a nivel individual y colectivo, y otros contra los que te acoplas mal, por distintas razones. Y el Bar?a para nosotros es un equipo complicado, porque tiene un gran f¨ªsico, mucha altura y mucha versatilidad. Nos van a exigir estar a nuestro m¨¢ximo nivel de juego y concentraci¨®n.
P. ?Qu¨¦ recuerda de aquel Mirotic de 18 a?os al que dirigi¨® en su etapa en el Madrid?
R. Era muy joven, pero ten¨ªa mucha confianza en s¨ª mismo. Pensaba que ya estaba preparado y quer¨ªa jugar. Entonces sali¨® cedido a Palencia, para tener minutos, y fue una etapa clave porque pudo desarrollar todo su talento. Como dije en su d¨ªa les enviamos un ni?o y volvi¨® como un hombre maduro. En la siguiente temporada, a los dos o tres meses de empezar, ya estaba en el cinco inicial del Madrid y empez¨® una carrera incre¨ªble. Demostr¨® ser un jugador de nivel NBA. Y tambi¨¦n respeto mucho su decisi¨®n de volver a Europa para jugar un baloncesto quiz¨¢ m¨¢s competitivo para ¨¦l, donde pod¨ªa ser un referente absoluto. Y ahora es el referente absoluto de este Bar?a todopoderoso.
P. Tambi¨¦n trabaj¨® con Pau Gasol en la NBA¡
R. Qu¨¦ m¨¢s se puede decir de Pau. Es una de las leyendas del baloncesto mundial, no solo europeo. Lo ha ganado todo y es admirable su ilusi¨®n por seguir jugando. Coincid¨ª con ¨¦l en los Lakers y en los Spurs y es un grand¨ªsimo profesional, un jugador que entiende todo el baloncesto y una persona incre¨ªble. Estoy muy contento de verle de nuevo en las canchas. Cada d¨ªa est¨¢ mejor y aporta m¨¢s. Llega al momento clave de la temporada en disposici¨®n de ser un jugador determinante en esta Final Four.
P. ?Le gusta repasar su ¨¢lbum de recuerdos a trav¨¦s de jugadores o momentos?
R. No mucho. Pero si hay algo para lo que valen los recuerdos, tanto de las victorias como de las derrotas, es para reafirmar el camino. Este es el cuarto club con el que consigo llegar a una Final Four, despu¨¦s de Virtus Bolonia, Benetton Treviso y CSKA, y tambi¨¦n tengo buen recuerdo de aquel Madrid que lo logr¨® en 2011 despu¨¦s de mi marcha. Estoy muy orgulloso y agradecido por ello. Es se?al de haber hecho bien las cosas.
P. ?C¨®mo se hizo entrenador?
R. Estaba en los juveniles del Reyer Venezia, era un jugador muy normal, solvente, pero nada especial. Recuerdo que ten¨ªa much¨ªsimo respeto por mi entrenador. Era una de esas figuras que te marcan, por c¨®mo se comunicaba con los jugadores, por c¨®mo lideraba el grupo. Ten¨ªa una personalidad que me encantaba y pronto empec¨¦ a pensar, ¡®quiz¨¢ un d¨ªa, si no puedo jugar a un nivel alto, me gustar¨ªa ser como ¨¦l¡¯. Con esa motivaci¨®n empec¨¦ a ayudar a los entrenadores del club encarg¨¢ndome del minibasket. Y, con 17 a?os, me cambi¨® la vida. En una final regional, con el partido uno abajo para mi equipo a pocos segundos del final, el entrenador pidi¨® un tiempo muerto, plante¨® una jugada para m¨ª, y me hicieron una falta. A pesar de ser buen tirador, me cagu¨¦, fall¨¦ los dos lanzamientos y perdimos. Al d¨ªa siguiente, el entrenador jefe del primer equipo del club, el hist¨®rico Tonino Zorzi, me llam¨® a su despacho del colegio y me ech¨® una bronca tremenda por fallar aquellos dos tiros libres. Y al final de la charla me dijo, ¡®nunca ser¨¢s un jugador de alto nivel, pero te vi en el gimnasio con los chicos y pienso que puedes convertirte en un buen entrenador. Si quieres dejar de jugar, nosotros te costeamos todos los cursos de entrenador¡¯. Me lo pens¨¦ dos d¨ªas y acept¨¦ la oferta. Con 17 a?os me convert¨ª en un aspirante a entrenador y comenc¨¦ a dirigir a los juveniles del club. Zorzi tuvo m¨¢s visi¨®n de la que yo pod¨ªa imaginar.
P. ?Qu¨¦ cree que vio en usted?
R. No tengo ni idea. Pero mi gran suerte en la vida ha sido encontrarme con gente que me ha dado oportunidades que yo jam¨¢s hubiera dado a Ettore Messina en esos momentos. Por ejemplo, darme mi primer equipo a los 17 a?os, nombrarme entrenador jefe de la Virtus de Bolonia con 29, y ofrecerme el cargo de seleccionador nacional con 33. A toda esta gente siempre les deber¨¦ m¨¢s de lo que pueda devolverles. Dar oportunidades es un grand¨ªsimo valor. Una de las responsabilidades que tengo como entrenador veterano es intentar reconocer el talento joven y ofrecer oportunidades.

P. ?Es comparable el miedo de tirar aquellos dos tiros libres al de la primera charla ante un grupo de jugadores?
R. Joder, es mucho m¨¢s complejo lo segundo, sin duda. En el verano del 89, Bob Hill, que era el entrenador jefe de la Virtus, comunic¨® al club que se iba porque hab¨ªa aceptado el cargo de ayudante en Indiana Pacers, a pesar de tener dos a?os m¨¢s de contrato en Italia. El presidente del club me llam¨® a las cuatro de la madrugada, no se me olvidar¨¢ nunca, y me dijo: ¡®Bob no vuelve, es usted el nuevo entrenador, felicidades¡¯. Y me qued¨¦ mudo. ¡®?No me dice nada?¡¯, me pregunt¨®. ¡®Lo har¨¦ al final de la temporada, si aguanto¡¯, le respond¨ª. Ten¨ªa un equipo con Roberto Brunamonti, capit¨¢n de la selecci¨®n, Vittorio Gallinari, Micheal Ray Richardson... Veteranos y ganadores, con mucha experiencia internacional. Estuve mil noches sin dormir para prepararme ante ellos. Pero la ¨²nica soluci¨®n es ser t¨² mismo, como cuando entrenabas a los juveniles. Si hubiera intentado hacer una imitaci¨®n de Sandro Gamba, Dan Peterson o Pedro Ferr¨¢ndiz habr¨ªa hecho el rid¨ªculo. Los jugadores detectan pronto cuando un entrenador est¨¢ intentando ser alguien que no es.
P. ?Qu¨¦ se le pas¨® por la cabeza durante esos segundos de silencio en aquella llamada?
R. En aquellos a?os en Italia se cuidaba mucho el trabajo de cantera y entrenar a los juveniles era un cargo muy respetado y valorado. Se cobraba bien y hab¨ªa una pasi¨®n incre¨ªble por el baloncesto. Al ser nombrado entrenador del primer equipo sab¨ªa que, si no me sal¨ªa bien y me echaban despu¨¦s de un a?o, iba a tener pocas opciones de volver. Parad¨®jicamente, con esa oportunidad se me pod¨ªa complicar mucho el futuro. Ya estaba casado, ten¨ªa una hija de dos a?os, y me qued¨¦ muy preocupado.
P. ?Cu¨¢ndo se le pas¨® el miedo? ?Cu¨¢ndo empez¨® a disfrutar de la profesi¨®n?
R. Sinceramente, siempre he disfrutado de los entrenamientos, de preparar al grupo, pero nunca he disfrutado de los partidos. Desde un punto de vista de seguridad personal, empec¨¦ a tener confianza a los cinco o seis a?os de ser primer entrenador, no antes. Cuando acept¨¦ el cargo de seleccionador lo hice porque ya me cre¨ªa capacitado. Pero sigo viendo cada partido como un asunto de vida o muerte deportiva. Llevo m¨¢s de 40 a?os examin¨¢ndome en cada partido. Lo siento as¨ª. Cuando ganas es apenas un alivio. Eso te quema mucho. Y te puede llevar tambi¨¦n a quemar a los jugadores. Por eso necesito jugadores que tengan la fuerza mental de aceptar ese vida o muerte constante. Es como soy.
P. ?De qu¨¦ vale ganar entonces?
R. Ganar solo te da un poco m¨¢s de confianza. El prestigio es algo que llega quiz¨¢ al final de las carreras. Vivimos una ¨¦poca en la que el tema del juicio exterior es muy complicado por la agresividad de las redes y los medios.
P. ?Y cu¨¢l es el est¨ªmulo para seguir?
R. La gran felicidad de un entrenador es tener un equipo unido. Ver ese sentimiento de unidad en cada entrenamiento, en cada partido. Esos momentos donde todo parece sencillo dentro y fuera, donde la pelota vuela, la gente est¨¢ comprometida, se tira al suelo¡ esos momentos son la felicidad y el est¨ªmulo.
P. ?Se cans¨® de esperar a que la NBA decidiera apostar firmemente por un entrenador europeo como usted?
R. No me cans¨¦, pero hubo un momento en el que tuve la necesidad de volver a tener mi equipo, la responsabilidad de dirigir un grupo. Tuvo que ser una nostalgia o una inquietud muy fuerte como para dejar los San Antonio Spurs. Salir de all¨ª no es f¨¢cil. Pero antes de cerrar mi carrera profesional quer¨ªa volver a tener mi equipo y tambi¨¦n poner en pr¨¢ctica muchos de los conocimientos que aprend¨ª en San Antonio.
P. ?Qui¨¦n fue su gran maestro?
R. He tenido muchos, he trabajado con ilustres como Sandro Gamba y Gregg Popovich, pero mi entrenador de juveniles fue el que m¨¢s influy¨® en mi vida. Merece todo mi reconocimiento.
P. ?Usted recibe el reconocimiento de sus jugadores?
R. He tenido la suerte de recibir mucho m¨¢s amor de mis jugadores del que yo les he dado a ellos. Tienen mucha paciencia conmigo. Quiz¨¢ he sido demasiado duro en mi vida profesional y en la personal.
P. ?Disfruta m¨¢s de ense?ar al obediente o de enderezar al rebelde?
R. El supuesto rebelde suele ser m¨¢s complicado y desgasta m¨¢s energ¨ªa. Pero los rebeldes, la mayor¨ªa de las veces, tienen m¨¢s calidad. As¨ª que es una convivencia interesante con esos l¨ªderes. Sobre todo en los equipos en los que hay m¨¢s de un jugador que se puede jugar la ¨²ltima bola. Como entrenador no les puedes colocar por orden. Hay m¨¢s posibilidades de llegar al ¨¦xito si son ellos los que se reparten ese espacio y jerarqu¨ªa en la pista. No se puede forzar, se puede facilitar. No es sencillo y pasa en todos los aspectos de la vida.
P. ?Alguna vez ha deseado ser el jugador que met¨ªa la canasta decisiva en lugar del entrenador?
R. No. Lo que s¨ª he pensado alguna vez es como hubiera sido mi vida si hubiera metido aquellos dos tiros libres con 17 a?os. Quiz¨¢ habr¨ªa sido un jugador de segunda divisi¨®n que habr¨ªa jugado hasta los 35 y luego me habr¨ªa retirado rumbo a una vida profesional totalmente distinta... Pero siempre he sido consciente de mi posici¨®n. Nuestro objetivo es facilitar la conexi¨®n entre los factores humanos y los t¨¦cnicos. La gente va a los pabellones a ver a los jugadores, igual que va al cine a ver a los actores.
Can this @OlimpiaMI1936 team take home the ??#F4GLORY pic.twitter.com/SaLuORIRXD
— Turkish Airlines EuroLeague (@EuroLeague) May 25, 2021
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