Tuchel se impone a su ¨ªdolo
El t¨¦cnico del Chelsea, que reconoce en Guardiola a su mayor influencia, desmantela el planteamiento ultraofensivo del City gracias al blindaje de Kant¨¦ y Jorginho
La mayor partida de ajedrez del f¨²tbol mundial comenz¨® con una ins¨®lita apertura de Guardiola frente a Tuchel. Desde que firm¨® por el Manchester City en 2016, el entrenador espa?ol se hizo tristemente c¨¦lebre por inventar planteamientos extra?os en partidos decisivos de Champions que, invariablemente, no funcionaron. Guardiola fue fiel a su impulso creativo en Oporto. Solo que esta vez, contra todos los precedentes, no maniobr¨® con la intenci¨®n de proteger a su defensa sino que pis¨® el acelerador. El viernes le preguntaron a Fernandinho por la f¨®rmula para gestionar la angustia de disputar una final y el veterano fue al meollo de la cuesti¨®n: ¡°No cambiar nada¡±.
No est¨¢ comprobado que cada partido de f¨²tbol no sea la puerta hacia un mundo nuevo. Pretender que se puede hacer siempre lo mismo es una expresi¨®n de deseo impregnada de fantas¨ªa. Lo mismo que pretender que Guardiola, en el curso de una jornada clave, no respete su naturaleza de ajedrecista de visiones deslumbrantes.
Una cegadora idea de creatividad ofensiva inspir¨® al t¨¦cnico de Sampedor en la primera final de Champions que disput¨® tras salir de Barcelona en 2012. Despu¨¦s de experimentar durante un a?o con planteamientos que inclu¨ªan dobles pivotes en fase ofensiva, tres centrales, o incluso alineaciones sin un solo futbolista que naturalmente buscara la profundidad, Guardiola sac¨® del mazo una carta que no hab¨ªa jugado en toda la temporada. Quit¨® al mediocentro. Plant¨® sobre el campo a un City desprovisto de Rodri y Fernandinho, y en su lugar situ¨® a un interior, G¨¹ndogan, para que ejerciera de v¨¦rtice de la propuesta m¨¢s audaz que ha visto el f¨²tbol mundial en los ¨²ltimos a?os.
El despliegue incluy¨® a tres defensas, cinco interiores naturales ¡ªDe Bruyne como falso nueve¡ª, un mediapunta tirado al extremo ¡ªMahrez¡ª y un extremo a pierna cambiada ¡ªSterling¡ª. Pretendi¨® proveer al City de los jugadores m¨¢s h¨¢biles de su plantilla para darle velocidad al bal¨®n y desmontar as¨ª lo m¨¢s poderoso del Chelsea, el alma del equipo de Tuchel, que es el n¨²cleo de presi¨®n que conforman Kant¨¦ y Jorginho. Los administradores del b¨²nker.
¡°Pretend¨ªa que tuvi¨¦ramos mucho juego¡±, explic¨® Guardiola tras el partido, en las c¨¢maras de Movistar, cuando le preguntaron por la recolocaci¨®n de Gundogan; ¡°no hemos sufrido defensivamente, que era un pel¨ªn el riesgo que afront¨¢bamos. Pero nos ha costado llegar a la siguiente l¨ªnea. Ellos marcaban con Werner a Gundogan, y Stones se quedaba libre...¡±.
El ingenio t¨¢ctico de Guardiola entra?¨® una paradoja: retras¨® a Gundogan, su goleador con 17 tantos esta temporada, para que oficiara labores fundamentalmente defensivas. A los 34 minutos el alem¨¢n ya ten¨ªa una amarilla. Comenz¨® a verse demasiado solo, quiz¨¢s porque sus compa?eros no consiguieron darle la velocidad adecuada a los pases y acabaron perdiendo la pelota con demasiada frecuencia. Entrecortado el ritmo de circulaci¨®n del City, prevaleci¨® el talento descomunal de Jorginho y Kant¨¦ para acortar los espacios e interceptar los pases rivales.
¡°Hemos hecho una temporada excepcional¡±, dijo Guardiola. ¡°Estoy triste por haber perdido pero no tengo reproches a los jugadores. Hemos tenido dos ocasiones de entrada con el control de Sterling y el tiro de Phil que bloquea R¨¹diger. Fuimos un pel¨ªn pasivos en los movimientos en el ¨²ltimo tercio, en la primera parte. El partido ha sido muy igualado. Ellos en la segunda parte no han salido del ¨¢rea. Hemos estado m¨¢s que correctos. Hemos competido muy bien contra un equipo muy duro. El problema no ha sido que ellos tuvieran m¨¢s juego que nosotros sino que hemos tenido algunas p¨¦rdidas y cuando presion¨¢bamos ellos nos lanzaban en largo y nos corr¨ªan. No han hecho demasiado pero tienen una estructura defensiva muy s¨®lida con un 5-4 muy unido y muy f¨ªsico¡±.
¡°Tuvimos suerte¡±
Perdido el dominio de la situaci¨®n, los jugadores del City perdieron el sitio y afloraron sus defectos. G¨¹ndogan vacil¨® en su condici¨®n de pivote de ocasi¨®n, Stones se sinti¨® inseguro, Mahrez se dej¨® arrastrar por su temperamento vanidoso y distra¨ªdo, Foden solo pens¨® despu¨¦s de recibir la pelota ¡ªtarde¡ª y a De Bruyne le pesaron los perniles. Fuera de forma desde que pill¨® la covid en invierno, al belga lo lastr¨® su f¨ªsico mucho antes de que R¨¹diger le enviara a la enfermer¨ªa.
Dos ideas se contrastaron en Oporto. La defensa contra el ataque, la disciplina contra la creatividad, la presi¨®n contra el pase. Gan¨® la defensa. Gan¨® Tuchel, que se confes¨® admirador de Guardiola y, con los a?os, deriv¨® en su ant¨ªtesis. Al maestro es m¨¢s f¨¢cil aplaudirlo que reproducirlo.
¡°Tuvimos suerte¡± dijo Tuchel, sudoroso tras la fiesta, para explicar el 1-0, ¡°superamos los momentos dif¨ªciles, supimos sufrir y convertimos el gol en una contra¡±.
Ni un tiro tuvo que parar Mendy, el portero del Chelsea. Lo protegieron defensas como C¨¦sar Azpilicueta, el primer espa?ol que levanta una Champions como capit¨¢n de un equipo extranjero. ¡°Llevaba nueve a?os con el Chelsea y hoy me toca estar del lado bueno¡±, dijo el navarro. ¡°La fuerza de este grupo es la energ¨ªa, el trabajo, no hab¨ªa m¨¢s que ver c¨®mo han corrido nuestros atacantes en defensa¡±.
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