Zidanes y Ancelottis
Tienen mejor fama los entrenadores sargento, pero al Madrid siempre le sent¨® mejor la discreci¨®n
El mago
Mientras el Madrid barajaba entrenadores, se jug¨® la final de Champions, partido muy elogiado que a m¨ª me pareci¨® un bodrio. El ganador acert¨® un tiro entre los tres palos (el gol) y el perdedor, dos (inofensivos). Los entrenadores fueron mucho m¨¢s importantes que los jugadores, fichas de cientos de millones que corrieron como condenados persiguiendo las ¨®rdenes de sus jefes. Tuchel se refugi¨® en la fortaleza que el Chelsea demostr¨® en los ¨²ltimos cuatro meses y tuvo premio. Guardiola fue v¨ªctima de una creatividad que me he cansado de elogiar. Lahm, en un gran art¨ªculo publicado hace poco tiempo, alab¨® a Pep y, entre otras cosas, dijo que era un mago que inventaba puestos. Pero los magos hacen aparecer y desaparecer. Y en la final, Pep hizo desaparecer dos puestos claves: el del mediocentro defensivo y el del delantero centro. Sali¨® mal y lo mataron por llevar al City, solamente, al lugar m¨¢s alto de su historia.
Perfiles altos y bajos
Nadie podr¨¢ discutir los buenos reflejos del Madrid, que no dej¨® botar la controvertida carta de Zizou. Cuando la terminamos de leer, ya estaba Carletto encima del escenario. As¨ª fue como, en poco m¨¢s de 24 horas, pasamos de la despedida ¡°un poquito desilusionada¡± de Zidane a la bienvenida optimista de otro viejo conocido, Ancelotti. Dos perfiles parecidos. Buenos pilotos de tormenta, con discursos di¨¢fanos, talantes pacificadores, buena onda con los futbolistas y capacidad para simplificar un f¨²tbol cada d¨ªa m¨¢s metodol¨®gico. As¨ª son en los d¨ªas que ganan. Cuando pierden son blandos, descuidados en la preparaci¨®n f¨ªsica y poco modernos. Los dos son personajes aut¨¦nticos que no cambian en funci¨®n de los resultados. Lo que cambia es el humor ambiental, complaciente en la victoria y acusatorio en la derrota. Suelen tener mejor fama los entrenadores sargento, pero si hacemos inventario de t¨ªtulos, al Madrid siempre le sent¨® mejor el buenismo y la discreci¨®n.
Otro a?o en el alambre
Ancelotti y Koeman son los elegidos. Como los entrenadores se convirtieron en los reyes del mambo, nos estamos olvidando que al f¨²tbol se juega con jugadores. El dise?o de una plantilla coherente con las ideas del entrenador es el factor cr¨ªtico del ¨¦xito. Pero estamos en un momento en el que los grandes equipos espa?oles se ven obligados a tomar decisiones atendiendo a lo econ¨®mico antes que a lo deportivo. ¡°Como siempre¡±, se me dir¨¢. S¨ª, pero antes gestionaban abundancia y ahora escasez. Que eso ocurra en un momento en que las plantillas del Bar?a y del Madrid exigen una transformaci¨®n, agrega complejidad a la cosa. ?Apuesta por los j¨®venes a los que no sabemos c¨®mo les va a sentar una camiseta tan grande?, ?o por los veteranos que est¨¢n libres y a¨²n les queda algo de tiempo ¨²til? En los dos casos, el precio es caminar por el alambre.
Todo en su medida
La Copa Am¨¦rica est¨¢ escapando de dos realidades continentales. Se iba a jugar en Colombia y Argentina, pero el primer pa¨ªs est¨¢ en medio de un violento conflicto social y el segundo espantado por la covid que no cesa. Ahora se maneja Brasil como posibilidad, pero yo me pregunto: ?usted sab¨ªa que en pocos d¨ªas se juega la Copa Am¨¦rica? ?Y que mientras la esperamos se juegan partidos clasificatorios para el pr¨®ximo Mundial? Y con respecto a la Eurocopa, ?usted es capaz de decir qu¨¦ pa¨ªses ser¨¢n sedes y albergar¨¢n a qu¨¦ selecciones? Yo tengo el diagn¨®stico a lo que a usted le ocurre: atrac¨®n de f¨²tbol. Cuando era peque?o hab¨ªa un programa humor¨ªstico de sketches, y en uno de ellos el panadero se quejaba porque la gente siempre ped¨ªa lo mismo: pan. A este cronista de f¨²tbol le empieza a pasar lo mismo: podrido de f¨²tbol.
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