El positivo de Busquets avisa a los navegantes

El positivo de Sergio Busquets ha alterado la preparaci¨®n de Espa?a en las v¨ªsperas de la Eurocopa, que en esta edici¨®n se disputar¨¢ de punta a punta de Europa, pero sin el aire festivo que se anticipaba cuando se dise?¨® el torneo. Si en la gestaci¨®n se pretendi¨® enviar el optimista mensaje de un continente unido a pesar de las evidentes diferencias y tensiones pol¨ªticas, su cristalizaci¨®n supone un compendio de problemas, uno de ellos inaudito: la pandemia originada por un coronavirus desconocido hasta hace 18 meses.

Cogida con alfileres, la Eurocopa se celebrar¨¢ un a?o despu¨¦s de lo previsto, en mejores circunstancias que en 2020, pero todav¨ªa en una grave situaci¨®n epidemiol¨®gica. La vacunaci¨®n avanza a buen ritmo, pero el virus est¨¢ igual de presente que en los peores tiempos de la crisis. No hace falta mirar lejos para comprobarlo. Busquets se ha infectado durante la concentraci¨®n de la selecci¨®n espa?ola y Jon Rahm, que llegaba vacunado, tuvo que abandonar el torneo The Memorial cuando encabezaba la clasificaci¨®n.

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La vacunaci¨®n aclara el panorama, pero no despeja todas las incertidumbres. La controversia alcanza a la selecci¨®n, que no se ha beneficiado de la vacuna, al contrario que la delegaci¨®n ol¨ªmpica que participar¨¢ en los Juegos de Tokio. El requerimiento de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol no recibi¨® el urgente pl¨¢cet del Gobierno, que s¨ª atendi¨® a la petici¨®n del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol con respecto al equipo y el personal que viajar¨¢ a Jap¨®n.

No cesa el debate alrededor de la covid-19, sus consecuencias y las pol¨ªticas p¨²blicas de contenci¨®n de la pandemia. La selecci¨®n se siente perjudicada por una situaci¨®n que le impide una correcta preparaci¨®n del torneo, d¨¦ficit que en su mejor versi¨®n remitir¨ªa a aquella Dinamarca que salt¨® de la playa al c¨¦sped y gan¨® la Eurocopa 92. El temor a una repetici¨®n del caso Fuenlabrada ¡ªla progresiva cadena de contagiados en el club madrile?o origin¨® un endemoniado conflicto en la ¨²ltima jornada de la temporada 2019-20 en Segunda¡ª planea sobre la selecci¨®n espa?ola y la portuguesa. Es el razonable miedo a lo desconocido del que no escapar¨¢ nadie en la pr¨®xima Eurocopa, ni en los Juegos de Tokio.

Busquets y Jon Rahm sirven como aviso a navegantes. Uno fue infectado sin vacunarse, el otro se contagi¨® pese a estar vacunado. El coronavirus se empe?a en producir esta clase de indescifrables ecuaciones, que se hacen especialmente visibles en el deporte. Tanto la Eurocopa como los Juegos de Tokio se celebrar¨¢n en condiciones poco saludables, pero su cancelaci¨®n abrir¨ªa un boquete sin fondo en las cuentas de la UEFA y el COI, de manera que prevalecer¨¢ el pragmatismo econ¨®mico.

Las dificultades se acentuar¨¢n en los Juegos de Tokio, que han supuesto 30.000 millones de euros de la econom¨ªa japonesa. Suspendidos el pasado a?o, la opini¨®n p¨²blica ha girado su postura con respecto a un acontecimiento que le rindi¨® ping¨¹es beneficios en el pasado. En 1964, los Juegos de Tokio, celebrados 19 a?os despu¨¦s del final de la Segunda Guerra Mundial, escenificaron el despegue de Jap¨®n como nueva gran potencia industrial y econ¨®mica. En este momento, sus ciudadanos ¡ªel 70% de la poblaci¨®n, seg¨²n las encuestas¡ª temen que los Juegos se conviertan en un pandemonio.

Aunque no se permitir¨¢ la presencia de espectadores extranjeros en las competiciones y el COI asegure que la mayor¨ªa de los deportistas recibir¨¢n vacunas y ser¨¢n sometidos a un estricto r¨¦gimen de clausura en la Villa Ol¨ªmpica, los japoneses temen que los Juegos oficien de superpropagador en una ciudad que todav¨ªa se encuentra en estado de emergencia y en un pa¨ªs que s¨®lo ha vacunado al 5% de su poblaci¨®n. Sienten, en definitiva, que la covid-19 es ladina por naturaleza y que el efecto de cualquier Busquets o cualquier Rahm desborde la burbuja ol¨ªmpica y alcance a todo Jap¨®n.

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