El C¨¢diz rescata un punto en la ¨²ltima jugada del partido
Un ag¨®nico gol de Espino iguala un partido en el que el Levante es superior, pero en el que no sabe sentenciar
Nada es previsible en el f¨²tbol. El Levante se crey¨® vencedor en C¨¢diz, donde gobern¨® el partido con minutos excelentes, domin¨® el marcador y hasta tuvo la sentencia en el tramo final. Pero todo acab¨® en empate (1-1) tras un gol del lateral Espino en la ¨²ltima jugada del partido. El C¨¢diz, limitado como es, mostr¨® un valor que es oro, el de la casta y la fe. Tambi¨¦n vale para sumar. ¡°El C¨¢diz es esto, luchar hasta el final¡±, explic¨® el inopinado goleador mientras el equipo se marchaba entre v¨ªtores.
El Levante apuesta por el valor de la continuidad. Consolidado en la categor¨ªa, con la ilusi¨®n, quiz¨¢s no muy explicitada, de dar el paso que le lleve a competici¨®n europea, ha peleado durante el verano por mantenerse dentro del tope salarial que marca la patronal. Se apunt¨® incluso a una renuncia respecto a Campa?a, su futbolista mejor pagado. Esa posibilidad semeja aparcada. En el estreno liguero ejerci¨® de capit¨¢n general, actu¨® como mediocentro y gobern¨® el partido a pesar de que, enredado en una lesi¨®n muscular que no ten¨ªa fin, no jugaba un encuentro oficial desde el pasado mes de noviembre.
Campa?a marc¨® el ritmo, primero con Melero de lugarteniente, despu¨¦s con el novel Pablo Mart¨ªnez, duplas que aluden a las expectativas del Levante. Y no falt¨® el comandante. Morales anot¨® antes del descanso mediante una rosca deliciosa y dej¨® claro que Paco L¨®pez no dirige una tropa cualquiera. Domin¨® al C¨¢diz, cuesti¨®n que al equipo que dirige ?lvaro Cervera tampoco suele importarle mucho, pero sobre todo le someti¨® de tal manera que durante esa primera parte m¨¢s opciones de llegar al ¨¢rea que con acciones a bal¨®n parado. Fue as¨ª como marc¨® Negredo mediado ese intervalo, fruto de la pizarra, pero tambi¨¦n adelantado sobre la l¨ªnea zaguera del rival. El VAR valid¨® la decisi¨®n del linier, que ya hab¨ªa levantado la bandera y matizado la alegr¨ªa de la afici¨®n local.
La gente regres¨® al estadio en C¨¢diz para paladear una categor¨ªa que no hab¨ªan podido disfrutar la temporada pasada. Y el feudo estrenaba nombre, el Nuevo Mirandilla, una denominaci¨®n que se acoge entre pol¨¦micas y advertencias de los dirigentes del club, que anuncian su intenci¨®n de levantar un campo propio que no dependa de los vaivenes pol¨ªticos y que se llame Carranza. M¨¢s all¨¢ de esos litigios, el C¨¢diz obedece al dictado de ?lvaro Cervera: pico y pala.
El fallo de Morales
En desventaja desde el ep¨ªlogo de la primera parte, el cuadro amarillo cogi¨® los aperos y busc¨® los caminos hacia el empate. Con atajos, tal y como acostumbra. El Levante tuvo la madurez suficiente para defenderse con la pelota. La manej¨® en cuanto su t¨¦cnico refresc¨® el equipo. Liber¨® adem¨¢s a Morales del esfuerzo defensivo en el flanco izquierdo. Y se aprest¨® a sufrir porque el C¨¢diz, sin alardes, no dej¨® de asomarse al gol, siempre presto para tirar centros al ¨¢rea y golpear en la estrategia. Fue ah¨ª donde se tuvo que aplicar Aitor Fern¨¢ndez para despejar un testarazo del armenio Haroyan tras un saque de esquina.
La cercan¨ªa del final invit¨® a Paco L¨®pez a guardarse. En la ruta que buscaba hacia el triunfo se le lesionaron adem¨¢s dos delanteros, Soldado y Dani G¨®mez. Morales acab¨® en punta y Campa?a, agotado, en el banquillo. El comandante debi¨® sentenciar en un mano a mano con el portero tras fallo garrafal de Perea. La pelota se fue al palo y le dio una ¨²ltima vida al C¨¢diz. Y, desde luego, la exprimi¨®.
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