Correa ata el triunfo del Atl¨¦tico ante el Celta
El argentino, con dos goles, da la victoria a los de Simeone en un partido con final bronco en el que Hugo Mallo y Mario Hermoso se agredieron
Mientras los dos grandes est¨¢n en obras, ocupados en resta?ar los desconchones que les deja el mercado, el Atl¨¦tico se maneja como un c¨ªborg. El combo de Simeone no s¨®lo es un equipo maduro. Se ha convertido en un equipo d¨²ctil, capacitado no s¨®lo para intercambiar peones, plagado como est¨¢ de futbolistas capaces de evolucionar en varios roles, sino tambi¨¦n sistemas, adiestrado para mezclar juego, manejarse en corto o buscar los espacios, acudir a la presi¨®n o salir de ella. El campe¨®n de Liga afronta un reto, repetir t¨ªtulo, haza?a que no consigue desde 1951. Esa es la dimensi¨®n de un equipo de ¨¦poca.
La ilusi¨®n puede dispararse entre la gente colchonera porque el equipo ofrece alas para lanzarse al vuelo. En el estreno del campeonato, con ausencias y varios futbolistas todav¨ªa en rodaje, el Atl¨¦tico minimiz¨® al Celta en Bala¨ªdos (1-2). Anul¨® a un rival que si algo tiene es variantes ofensivas. Y cuando el destino, en forma de penalti discutible, le puso contra las cuerdas emergi¨® airoso para exhibir su superioridad y luego guardar el marcador en un final abrupto.
Todo sucedi¨® en una grata tarde de f¨²tbol, quiz¨¢s con m¨¢s ajedrez del aconsejable en equipos que saben como apretar, recuperar la pelota y gestionarla. Falt¨® por momentos ruptura, cuando la hubo apareci¨® el fulgor en Bala¨ªdos. Luci¨® ?ngel Correa, un futbolista al que tantas veces se le han puesto galones de secundario y que no cesa de ser protagonista. Dos goles suyos le dieron el triunfo al Atl¨¦tico en sendas transiciones veloces y al tiempo corales.
El partido se sustanci¨® en el error. En lo que ocurr¨ªa cuando una p¨¦rdida ofrec¨ªa la posibilidad de una respuesta. El primer gol lleg¨®, medida la primera parte, en el primer remate entre palos. Correa lo ajust¨® a la escuadra despu¨¦s de que Hermoso recuperase en la medular, pegado a la cal, conectase con Lemar y una conducci¨®n del franc¨¦s lograse fijar a los centrales y abrir espacio y tiempo para el zapatazo del delantero argentino.
El Celta tard¨® en revolverse. En realidad no lo hizo hasta los minutos finales de partido, cuando la solana del ferragosto gallego empezaba a decaer. Le falt¨® fluidez al equipo local, al que le cost¨® conectar en ataque, siempre inc¨®modos sus futbolistas m¨¢s talentosos. Se mantuvo en el partido, eso s¨ª. Y esa constancia le dio opciones de rescatar al menos un punto. Lo tuvo en la mano con un empate que apenas le dur¨® cinco minutos, los que transcurrieron entre un penalti embocado por Aspas y el segundo tanto de Correa. Igual¨® el Celta en una jugada para el debate. La aplicaci¨®n del videoarbitraje ha abierto varias espitas en la discusi¨®n futbol¨ªstica. Una de ellas no parece tener fin. Ya pueden salir cien comit¨¦s a explicar la teor¨ªa, que la pr¨¢ctica pone todo en duda. Que se lo digan a Llorente, que no entiende como un bal¨®n que le golpea en el pecho y despu¨¦s va al brazo puede acabar en el punto de penalti. Nadie valor¨® tampoco, que esos toques llegasen despu¨¦s de que Iago Aspas levantase el pie y exhibiese los tacos en una acci¨®n que pudo se?alarse como juego peligroso.
El genio de Moa?a no perdon¨® desde los once metros y el Atl¨¦tico se encontr¨®, tras una hora de dominio, como estaba al inicio de la tarde. Nada que no pudiese solucionar Correa despu¨¦s de que Sa¨²l le encontrase en otra contra de manual. Pero nada hab¨ªa acabado. El Celta, con piernas frescas tras los cambios y audaz para tomar riesgos, se revolvi¨®. Aspas tuvo el empate, pero no ajust¨® la puntilla con su pierna menos h¨¢bil. Muri¨® en el ¨¢rea rival el Celta, en un final enmara?ado con una monumental t¨¢ngana que acab¨® con Hugo Mallo y Hermoso en la caseta. Y para sellar el triunfo el Atl¨¦tico debi¨® a?adir un valor a todo lo que hab¨ªa mostrado, el del sufrimiento.
Simeone: ¡°Es dif¨ªcil saber qu¨¦ es mano¡±
En Balaidos, Iago Aspas porfi¨® por la pelota en el ¨¢rea del Atl¨¦tico, quiz¨¢s levant¨® el pie y exhibi¨® la plantilla m¨¢s all¨¢ de lo aconsejable, y su volea mand¨® la pelota contra el pecho de Marcos Llorente. Luego, el esf¨¦rico fue hacia uno de los brazos del jugador rojiblanco. Se supone que el ¨¢rbitro, Munuera Montero, valor¨® que la posici¨®n del brazo del ayer carrilero diestro del Atl¨¦tico no era natural. ¡°Yo pensaba que no hab¨ªa sido¡±, confes¨® Aspas al final del partido. No es sencillo descifrar qu¨¦ sucede con las manos y este fue un caso claro de ello. Diego Pablo Simeone ya casi renuncia a hacerlo. ¡°El otro d¨ªa estuvimos reunidos con los ¨¢rbitros dos horas y es muy dif¨ªcil entender qu¨¦ es mano o qu¨¦ no¡±, apunt¨® el entrenador del Atl¨¦tico, un defensor del videoarbitraje desde el primer momento. ¡°Sigo creyendo que es muy bueno y que los ¨¢rbitros buscan decidir lo mejor, pero las cosas que se ven no hace falta ni que hablar¡±, zanj¨® el preparador rojiblanco sin entrar en mayores pol¨¦micas.
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