El d¨ªa que Tiger Woods abri¨® una nueva dimensi¨®n
Este domingo se cumplen 25 a?os del debut profesional del estadounidense, ahora recuper¨¢ndose de una pierna rota
Jueves, 29 de agosto de 1996, hace hoy 25 a?os. Hoyo uno del Brown Deer Park Golf Course, en Glendale (Estados Unidos). Primera jornada del Greater Milwaukee Open. La leyenda empieza a escribirse con un drive de 336 yardas. Es el debut profesional de Tiger Woods, entonces un joven de 20 a?os convertido ya en una celebridad millonaria por sus hist¨®ricos ¨¦xitos como amateur, genio del golf y fil¨®n comercial; hoy un mito de 45 que lucha por recuperarse de una terrible fractura de la pierna derecha, por volver a jugar como si fuera aquel ni?o.
¡°Hola, mundo. Dicen que no estoy preparado para ti. ?Est¨¢s preparado para m¨ª?¡±. Tiger ya era una estrella antes de saltar al profesionalismo. Con esa frase terminaba un impactante anuncio televisivo de Nike emitido unos d¨ªas antes. El domingo 25 de agosto, Tiger Woods jugaba su ¨²ltima ronda como novato. Fue para conquistar su tercer US Open amateur consecutivo, un registro nunca visto. Dos d¨ªas despu¨¦s, comunic¨® p¨²blicamente que se hac¨ªa profesional. A la jornada siguiente, el mi¨¦rcoles previo a su debut en el Greater Milwaukee Open, dio una multitudinaria rueda de prensa. ¡°Hello, world¡±. ¡°Hola, mundo¡±, dijo nada m¨¢s acercarse al micr¨®fono. La m¨¢quina publicitaria ya funcionaba a tope. De hecho, Nike le hab¨ªa ba?ado en oro con un contrato de 40 millones de d¨®lares por cinco a?os antes incluso de dar su primer golpe como profesional. En esa ¨¦poca, el golfista con m¨¢s ingresos por un patrocinio era Greg Norman: Reebok le pagaba dos millones por curso.
Woods firm¨® cuatro golpes bajo par en esa primera ronda. El domingo logr¨® un hoyo en uno, en el par tres del 14. Termin¨® el torneo en 60? posici¨®n y gan¨® 2.544 d¨®lares ¡ªen su estreno en la ¨¦lite Jack Nicklaus se llev¨® 33¡ª. Menos de dos meses despu¨¦s, Tiger logr¨® su primer t¨ªtulo en el circuito, en Las Vegas. Y en abril del a?o siguiente, la revoluci¨®n, su victoria en el Masters de Augusta, su primer grande. Para entonces su padre, Earl, un boina verde que le hab¨ªa instruido en el juego desde los dos a?os como si no existiera otra cosa en el mundo, repet¨ªa una y otra vez que su hijo ten¨ªa una doble misi¨®n en la vida, no solo la de ser el mejor jugador de todos los tiempos, sino adem¨¢s la de influir en la humanidad como ning¨²n otro l¨ªder pol¨ªtico o social. Tiger era el elegido, el predestinado.
En verdad lo que arranc¨® hoy hace 25 a?os y certific¨® en ese glorioso Masters de 1997 fue el mayor cambio que ning¨²n atleta haya provocado jam¨¢s en un deporte. Tiger reescribi¨® para siempre el golf. A todos los niveles: econ¨®mico, publicitario, f¨ªsico, t¨¦cnico, psicol¨®gico, social... Fue el primer jugador negro en ganar el Masters. Abri¨® los gimnasios a toda una generaci¨®n. Aument¨® las distancias a las que vuela la bola. Dispar¨® los ingresos televisivos y las audiencias. Logr¨® que desde su debut hasta hoy los premios de los torneos se hayan multiplicado por cinco... Un viaje a otra dimensi¨®n.
Jon Rahm no hab¨ªa cumplido los dos a?os cuando Tiger debut¨® como profesional. El vasco, hoy n¨²mero uno mundial, explica a EL PA?S el peso del legado de Woods: ¡°Es dif¨ªcil ponerlo en palabras. Tiger puso el golf en un nivel tan alto... El dinero por el que jugamos es gracias a ¨¦l. Si uno ve los premios que ten¨ªa cada torneo cuando ¨¦l empez¨® y los que hay ahora [el Players por ejemplo repart¨ªa 3,5 millones y hoy son 15], es algo ¨²nico. Es la raz¨®n por la que a mi edad, 26 a?os, mis hijos, seguro, y seguramente tambi¨¦n los hijos de sus hijos no tengan ning¨²n problema financiero. Mi familia no se va a tener que preocupar por el dinero porque puedo hacer lo que me gusta a un nivel tan alto y ganar lo que ganamos, que es incre¨ªble, gracias a Tiger, el primer golfista que fue reconocido como un atleta a nivel global. El nombre de Tiger Woods se conoce en todos los lugares del mundo. Jack Nicklaus, Arnold Palmer... en algunas partes no sabr¨¢n qui¨¦nes son, pero s¨ª Tiger Woods, como Maradona, Messi, Michael Jordan, LeBron, Phelps... Su presencia en un torneo hace que todo sea diferente. Incluso hoy, sin jugar, tiene un impacto tremendo. El golf es lo que es hoy gracias a lo que ¨¦l hizo hace a?os, y mi generaci¨®n ha crecido intentando copiar lo que ¨¦l hac¨ªa¡±.
El mito levant¨® un imperio: 15 grandes, 82 victorias en el circuito americano, primer deportista en superar los 1.000 millones de d¨®lares en ganancias. Pero tambi¨¦n cay¨® a los infiernos, v¨ªctima de su propia grandeza. La obsesi¨®n por la preparaci¨®n f¨ªsica llev¨® su cuerpo a sobrepasar los l¨ªmites. Llegaron las lesiones. Y las operaciones. Cinco de espalda y cinco de rodilla. Tambi¨¦n los problemas personales, un esc¨¢ndalo matrimonial por su adicci¨®n al sexo, la dependencia de los f¨¢rmacos contra el dolor, una detenci¨®n cuando conduc¨ªa medicado... Retiradas. Meses de baja.
Para cualquier mortal hubiera sido el fin. Pero Tiger se guardaba una ¨²ltima (o pen¨²ltima) resurrecci¨®n. En abril de 2019, 11 a?os despu¨¦s de su anterior grande, venci¨® en el Masters de Augusta en uno de los regresos m¨¢s espectaculares en la historia del deporte. El mundo entero volvi¨® a rendirse a sus pies. Y volvi¨® a compadecerle cuando el pasado 23 de febrero Woods sufri¨® un accidente de coche en Los ?ngeles que le mand¨® otra vez al quir¨®fano para ser operado de fracturas m¨²ltiples en la tibia y el peron¨¦ de la pierna derecha.
El secretismo sobre su estado de salud reina desde entonces. Apenas han trascendido algunas im¨¢genes de Tiger con muletas, y una confesi¨®n en mayo pasado: ¡°Esto es lo m¨¢s doloroso que he sufrido nunca¡±. Tambi¨¦n se sabe que le pareci¨® ¡°inspiradora¡± la victoria de Phil Mickelson en el Campeonato de la PGA con 50 a?os. A los 45, sin embargo, hoy parece un milagro que Tiger pueda volver a jugar al golf de manera competitiva.
Puedes seguir a EL PA?S DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.