La soledad feliz de Alexander-Arnold
El lateral diestro del Liverpool destroza al Atl¨¦tico sin que nadie le moleste
La soledad es un bien escaso. Cada vez m¨¢s amenazado en la era de las telecomunicaciones y cada vez m¨¢s valioso en el f¨²tbol, donde los clubes se gastan millones de euros en pagar entrenadores ¡ªy hasta f¨ªsicos y matem¨¢ticos¡ª para que desarrollen modelos que permitan a sus jugadores recibir la pelota desmarcados ¡ªes decir, solos¡ª porque as¨ª es m¨¢s f¨¢cil ganar precisi¨®n. La costosa b¨²squeda de lugares deshabitados en los campos donde se practica el balompi¨¦ ha desencadenado una carrera t¨¢ctica cuya consecuencia m¨¢s perceptible ha sido la aglomeraci¨®n, las estrecheces, el ahogamiento, y la ausencia de tiempo que pesa sobre todos aquellos que entran en contacto con una pelota. Por eso result¨® extempor¨¢neo y alarmante ver a Trent Alexander-Arnold recibir un pase solo por tercera vez en campo del Atl¨¦tico cuando apenas se hab¨ªan cumplido 13 minutos de partido. La multitud que llenaba las gradas de Anfield palpitaba anhelante y el lateral ingl¨¦s se vio aislado en medio de un c¨ªrculo de diez metros de radio de hierba desocupada. Un privilegio al alcance de muy pocos en el a?o 2021.
La situaci¨®n se hizo m¨¢s extra?a por tratarse de Alexander-Arnold. Nada menos que el lateral derecho m¨¢s influyente del mundo en la ¨¦poca dorada de los laterales derechos. Lo suelen repetir los entrenadores m¨¢s viejos. Nunca en la historia del f¨²tbol los laterales han sido tan influyentes como ahora, y mucho menos los diestros. El adagio ¡ª¡±el que vale, vale, y el que no lateral derecho¡±¡ª ya es una reliquia.
La segunda d¨¦cada del siglo XXI, con el af¨¢n colectivo por afinar la presi¨®n, ha provocado que las esquinas de los campos de f¨²tbol se conviertan en los lugares m¨¢s despejados. J¨¹rgen Klopp, el t¨¦cnico del Liverpool, es quien mejor explota esta circunstancia gracias al sentido del pase del fino Alexander-Arnold, que hasta juvenil ofici¨® de mediocampista. Desde 2018 es uno de los pilares del Liverpool. Este mi¨¦rcoles fue el bistur¨ª que abri¨® al Atl¨¦tico por la que se supone es la parte m¨¢s gruesa de su piel.
El plan de Klopp
Fue Klopp quien advirti¨® a sus jugadores, en el vestuario del Wanda, que a la espalda de Koke y De Paul siempre habr¨ªa espacios para jugar, si los buscaban con paciencia. El argumento era de ¨ªndole geom¨¦trica. ¡°Ellos juegan con un 5-2-3¡å, se?al¨® el t¨¦cnico. Los dos volantes no pod¨ªan cubrir tanto terreno si sus cinco defensas se aculaban atr¨¢s y sus tres atacantes se quedaban arriba. Lo dijo en p¨²blico. Sin importarle que Diego Simeone, su hom¨®logo, lo escuchara.
Ten¨ªa raz¨®n Klopp. Primero, porque daba igual que el enemigo escuchara sus planes de ataque. Simeone es un hombre de ideas fijas. En Anfield volvi¨® a formar al Atl¨¦tico con un esquema y unos ejecutantes cuya consecuencia fue que Koke y De Paul acabaron qued¨¢ndose en inferioridad cada vez que el Liverpool los atacaba. Como Correa, Su¨¢rez y Jo?o F¨¦lix son atacantes, y como Simeone les pidi¨® que se descolgaran para aprovechar los contragolpes, la estructura del equipo se pareci¨® mucho a un 5-2-3.
Simeone ha dicho alguna vez que la l¨ªnea de cinco defensas esconde, en realidad, un artilugio ofensivo. El t¨¦cnico ha explicado que as¨ª libera en ataque a Carrasco y Trippier, que asaltan por sorpresa el campo rival corriendo por las bandas. Pas¨® por alto que en la inmensa mayor¨ªa de los casos las defensas de cinco hombres son la mejor catapulta de las intenciones m¨¢s conservadoras. Sea cual fuera su mensaje en Liverpool, el desenlace se plasm¨® en la cancha. Entre retar a Trent Alexander-Arnold en campo contrario o ayudar a Hermoso en sus coberturas de Salah, Carrasco eligi¨® replegarse. Lo que m¨¢s se acomoda a la prudencia de su entrenador. Lo suficiente para descubrir al lateral derecho, que se movi¨® con libertad hasta el vecindario de Oblak. Lo hizo en los primeros compases del partido y lo repiti¨® en el minuto 13. Con un efecto asombroso.
¡°Me gust¨® c¨®mo preparamos la jugada para que Trent centrara con todo el tiempo del mundo¡±, se felicit¨® Klopp, tras el partido.
Libre y sin ser molestado, el mejor lanzador del Liverpool ejecut¨® el centro. Tocado, tenso, claro en su elipse, el proyectil traz¨® una l¨ªnea equidistante entre el portero y los centrales. Cuando Felipe quiso reaccionar, debi¨® hacerlo hacia atr¨¢s, y en el escorzo perdi¨® la marca de Jota. El falso nueve del Liverpool remat¨® el 1-0 a un toque y el Atl¨¦tico se aboc¨® a sufrir.
El 11 de marzo de 2020, en el curso del ¨²ltimo partido celebrado en la Champions antes de la pandemia, el Atl¨¦tico gan¨® el duelo de Anfield despu¨¦s de sufrir uno de los bombardeos m¨¢s opresivos que se recuerdan en el m¨¢ximo nivel. Hasta 34 veces remat¨® el Liverpool sobre la porter¨ªa de Oblak. El partido acab¨® 2-3. Este mi¨¦rcoles, durante la reedici¨®n del partido, solo cambi¨® el resultado. El Liverpool remat¨® 15 veces por cinco del Atl¨¦tico a lo largo de una concurrencia unidireccional. ¡°Es dif¨ªcil de explicar, pero nos han marcado dos goles muy f¨¢ciles¡±, lament¨® Oblak.
El 2-0 se desat¨® como el 1-0. Hubo un cambio de orientaci¨®n hacia la derecha, Carrasco se apelmaz¨® con Hermoso en persecuci¨®n de Salah, y Trent Alexander-Arnold, que solo tiene 23 a?os, asisti¨® a Man¨¦ con otro pase tenso, letal, tras gozar de aquello que todos persiguen y muy pocos pueden disfrutar en el f¨²tbol de hoy: unos segundos de soledad con la pelota en los pies.
Puedes seguir a EL PA?S DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
