El United despide a Solskjaer tras el 4-1 en Watford
La junta directiva del club destituye al entrenador antes de visitar al Villarreal en Champions, este martes. ¡°Esto es una pesadilla tras otra¡±, lamenta De Gea
Los despidos tienen peor reputaci¨®n de la que merecen en la industria del f¨²tbol. Muchas veces el cambio de entrenador interrumpe deterioros de otro modo irreversibles. P¨¦rdidas progresivas de confianza y orden como las que experimenta el Manchester United, goleado ante el Watford (4-1) en otra exhibici¨®n de abatimiento general de sus jugadores, que gesticulan m¨¢s que compiten, seguros por experiencia de que el entrenador que el club se empecina en mantener en su puesto no los lleva a ninguna parte. Ole-Gunnar Solskjaer, el t¨¦cnico, leyenda de Old Trafford, asisti¨® al desplome con esa cara macilenta y esa mirada perdida que es patrimonio de los miembros de su gremio cuando adquieren la certeza de que han perdido credibilidad entre sus hombres y la destituci¨®n es cuesti¨®n de tiempo. Este domingo antes del mediod¨ªa el United public¨® el comunicado oficial que a nunci¨® la desvinculaci¨®n: ¡°Ole-Gunnar Solskjaer ha dejado su cargo como m¨¢nager. Michael Carrick [segundo entrenador] se har¨¢ cargo del equipo en los pr¨®ximos partidos hasta que el club nombre un entrenador interino hasta el final de temporada¡±.
La unanimidad en el pesimismo era palpable en el United, cuya junta directiva se reuni¨® de emergencia este domingo de madrugada para resolver el modo en que proceder¨ªan a remover a un hombre cuya condici¨®n de figura hist¨®rica merece un trato deferencial. Tras una largo ocaso, la era de Solskjaer en Old Trafford llega a su fin dejando al equipo en la s¨¦ptima posici¨®n de la tabla tras 12 jornadas disputadas y a dos d¨ªas de visitar al Villarreal en la pen¨²ltima jornada de la fase de grupos de la Champions.
Al gol de Joshua King, cuando se hab¨ªa disputado media hora de partido en Vicarage Road, el coro de la hinchada local se apresur¨® a entonar lo que todos los medios de comunicaci¨®n rumoreaban desde hac¨ªa semanas en Inglaterra. ¡°?Sacked in the morning!, ?you¡¯re getting sacked in the morning!¡±, cantaba la hinchada. ¡°Te despedir¨¢n por la ma?ana¡±. Solskjaer, destinatario del veredicto, observ¨® la pradera sin dar muestras de fe. De madrugada, la decisi¨®n estaba tomada. El consejo de emergencia convocado por el vicepresidente Ed Woodward y el director ejecutivo Richard Arnold, con la asistencia de Sir Alex Ferguson, que funge de presidente honor¨ªfico, resolvi¨® la destituci¨®n.
Doce partidos, seis derrotas, un empate y cinco victorias en el campeonato ingl¨¦s es el saldo rastrero de un club que esta temporada se propuso saltar al siguiente nivel y competir por la Premier. Es lo que se espera de la instituci¨®n m¨¢s popular y rica del f¨²tbol ingl¨¦s. El fichaje de Cristiano estaba llamado a culminar la cadena que formaban Jadon Sancho, Cavani, Bruno Fernandes, Pogba y Varane en la columna vertebral de una plantilla reforzada. Solskjaer goz¨® del respaldo de los propietarios. Los hermanos Glazer se mostraron agradecidos del efecto aparentemente vivificante que tuvo la llegada del noruego en 2018, cuando el club se sacud¨ªa las cenizas del incendio causado por el trienio de Mourinho. Entonces Solskjaer supo aprovechar el impulso en¨¦rgico de un grupo de futbolistas hartos de sufrir bajo el r¨¦gimen del portugu¨¦s. Entre 2019 y 2020 hubo una suerte de reacci¨®n vindicativa. Un acto de bravura en defensa de los contratos y del prestigio de una instituci¨®n que obliga al sacrificio. La directiva del United confundi¨® el empe?o espiritual de los jugadores con el resultado del trabajo de Solskjaer, que apenas se limit¨® a pacificar la instituci¨®n pero hizo muy poco por brindarle al equipo herramientas ¨²tiles para una mejora. El trabajo de campo se empobreci¨®. Desde el final de la temporada pasada el United da s¨ªntomas de agotamiento. El equipo jug¨®, y juega, cada vez peor.
El paseo del City (0-2) en el ¨²ltimo derby de Manchester, en la jornada precedente, cubri¨® de amargura a la hinchada. ¡°Debemos reaccionar como reacciona un animal herido¡±, respondi¨® Solskjaer cuando le preguntaron por la salida de la crisis, camino de Vicarage Road.
El discurso del noruego, sin duda un hombre bueno y justo con sus jugadores, no rompi¨® el molde ret¨®rico. Nunca se le oy¨® una reflexi¨®n futbol¨ªstica, pocas veces ofreci¨® una idea creativa. El United fue un reflejo de su planicie intelectual, formado ante el Watford como casi siempre, con ese doble pivote que es un monumento a la rigidez, con Matic y McTominay superponi¨¦ndose frente a los centrales, incapaces de escalonarse para multiplicar las l¨ªneas de pase en el mediocampo, siempre bloqueados con la pelota, desesperanzados y fatigados antes de mover un pie, para horror de Bruno Fernandes, que no entraba en acci¨®n por falta de suministros. La presencia constante de Cristiano en su mitad de campo, ansioso por recibir la pelota, alert¨® sobre la disfuncionalidad. Incapaces de progresar mediante el pase, sus compa?eros fueron igualmente ineficientes para defender, causa y efecto inexorable cuando se trata de equipos grandes.
Frente a la propuesta plana del deprimido Solskjaer, el zorro Ranieri mand¨® a King, Dennis y Sarr, sus tres galgos, a presionar arriba. Los acompa?aron en masa los dem¨¢s, guiados por el tenaz Cleverley, que un d¨ªa fue una joven promesa del United y esta tarde de s¨¢bado dio una exhibici¨®n de arrojo de la mano del noble Sissoko. Entre los dos apretaron a su rival hasta descarrilarlo, sin que las decisiones reparadoras de Solskjaer en el descanso consiguieran modificar su destino sombr¨ªo. La sustituci¨®n de McTominay y Rashford por Van de Beek y Martial apenas sirvi¨® para recordarle al p¨²blico que la alineaci¨®n inicial hab¨ªa sido un error. El 2-1 de Van de Beek dio esperanzas a los perdedores y la expulsi¨®n de Maguire los volvi¨® a hundir.
Jo?o Pedro y Dennis remacharon un resultado incierto tras media hora de carreras de ¨¢rea a ¨¢rea. El Watford abandona posiciones de descenso y el United se va goleado, arrastrado por una crisis que obliga a sus dirigentes a tomar decisiones tajantes tras meses de disoluci¨®n y par¨¢lisis. La destituci¨®n de Solskjaer se somete a debate antes del viaje a La Cer¨¢mica para enfrentar al Villarreal, el pr¨®ximo martes.
¡°Ha sido vergonzoso ver al Manchester jugar como jugamos hoy¡±, lament¨® David de Gea, que este s¨¢bado se convirti¨® en el espa?ol con m¨¢s partidos jugados en la Premier con 351, uno m¨¢s que Cesc. ¡°Es f¨¢cil se?alar al entrenador¡±, dijo. ¡°Pero los jugadores debemos hacer m¨¢s. En la primera parte pudimos conceder cuatro goles. Esto es una pesadilla tras otra pesadilla. No termina nunca. Estamos intentando dar lo mejor de nosotros pero las cosas est¨¢n muy mal. Lo que hacemos es muy pobre. De muy poco nivel. Pido perd¨®n a los aficionados. Un club como ¨¦ste deber¨ªa estar peleando por t¨ªtulos y, honestamente, estamos lejos de eso¡±.
Liverpool, 4; Arsenal, 0
El Liverpool borr¨® al Arsenal del mapa en el ¨²ltimo partido de la jornada del s¨¢bado. Por 4-0 se impuso el equipo de J¨¹rgen Klopp a un rival rejuvenecido, m¨¢s impetuoso que la temporada pasada pero igual de indefinido. Ni un Ramsdale en ¨¦xtasis impidi¨® el ametrallamiento. El portero ingl¨¦s, fichado este verano procedente del Sheffield, hizo cinco paradas colosales, a bocajarro casi todas, goles en las gargantas de la multitud de Anfield, que de no haber sido por sus guantes habr¨ªan celebrado un marcador m¨¢s fant¨¢stico todav¨ªa.
Man¨¦, Jota, Salah y Minamino coronaron una actuaci¨®n tremenda del Liverpool, que se apoy¨® en la salida de bal¨®n de Thiago. Titular por tercera vez esta temporada en liga, el mediocampista espa?ol puso en acci¨®n a un espl¨¦ndido Man¨¦, protagonista de las mejores jugadas de su equipo. Man¨¦ fue el hombre que m¨¢s faltas recibi¨® y el que m¨¢s provoc¨®. Su encontronazo con Tomiyasu desat¨® una refriega verbal entre Mikel Arteta y J¨¹rgen Klopp, el primero porque reclam¨® falta al juez, el segundo porque se quej¨® del reclamo. El partido iba 0-0 por entonces y Arteta gesticulaba para orientar a sus jugadores como si fueran fichas en un tablero. Man¨¦ estaba a punto de hacerlo saltar por los aires.
La victoria sit¨²a al Liverpool en el segundo puesto de la tabla con 25 puntos, a cuatro del Chelsea, que se impuso al Leicester sin dificultades (0-3). El Arsenal desciende al quinto lugar de la clasificaci¨®n, por debajo de Manchester City (3) y West Ham (2).
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