Un infierno por un oro
Los jugadores de la selecci¨®n masculina de waterpolo que ganaron los Juegos de 1996 son homenajeados y reviven las dos caras de un equipo inolvidable


Fue gente que vivi¨® la mejor y la peor cara del deporte, que se machac¨® y a la que macharon, que transit¨® por los abismos del ¨¦xito y del fracaso, y que en alg¨²n caso breg¨® con los excesos del alcohol y las drogas. ¡°El mejor equipo que hubo durante la d¨¦cada de los noventa. Durante 10 a?os estuvimos en todas las finales continentales¡±, proclama Pedro Garc¨ªa, Toto, uno de los m¨¢s destacados componentes de la selecci¨®n masculina de waterpolo que en los Juegos de 1996, hace 25 a?os, gan¨® el oro.
La gloria ol¨ªmpica no es una foto fija. Ha pasado un cuarto de siglo y los miembros de la selecci¨®n fueron homenajeados este lunes por la Federaci¨®n Espa?ola de Nataci¨®n en el Museo Ol¨ªmpico de Barcelona y al que asisti¨® el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol, Alejandro Blanco. Sigue muy vivo el relato sobre la gloria y la cara B de la inolvidable camarilla que lider¨® Manel Estiarte. El tiempo refuerza incluso la dimensi¨®n del logro. Desde entonces, ning¨²n equipo espa?ol ha podido alcanzar el oro ol¨ªmpico: nueve finales perdidas. Ninguno ha experimentado tampoco el revolc¨®n emocional de aquellos waterpolistas que pasaron de la frustraci¨®n por su derrota en la final de Barcelona 92 (contra Italia, 9-8), todos maldiciendo y llorando en la piscina Bernat Picornell, al desenfrenado festejo en el Centro Acu¨¢tico Georgia Tech, en Atlanta, cuatro a?os despu¨¦s (7-5 a Croacia). Una revancha de pel¨ªcula, como la que, bajo la direcci¨®n de Dani de la Orden y ?lex Murrull, se rueda durante estos d¨ªas sobre aquella final de Barcelona y que se titula 42 segundos.

¡°Creo que no ha habido nunca una final tan buena e intensa como esa de Barcelona¡±, afirma Estiarte, que a causa de una indisposici¨®n no pudo acudir este lunes al homenaje. Entonces ten¨ªa 30 a?os y estaba en el apogeo de una carrera que le vali¨® el apodo de Maradona del waterpolo. Aquella selecci¨®n hab¨ªa pasado de comparsa a la ¨¦lite con la contrataci¨®n del entrenador croata Dragan Matutinovic y la incorporaci¨®n de un grupo de jugadores madrile?os. ¡°Ten¨ªan un morro que se lo pisaban, una cara dura¡ A la hora de competir, el partido no se acababa¡±, describe Estiarte. Aportaron un estilo y una forma de hacer que combin¨® a la perfecci¨®n con el cl¨¢sico estilo de los jugadores catalanes. Los m¨¦todos draconianos de Matutinovic estuvieron a punto de reventar el grupo. ¡°Era un infierno¡±. ¡°Fue peor que el servicio militar¡±. ¡°Quer¨ªa m¨¢quinas de jugar, de matar¡±, recuerdan los jugadores. ¡°Sin la dureza de mis entrenamientos, Espa?a no hubiera ganado nada¡±, replica el entrenador.
En Barcelona 92, todos sent¨ªan que estaban obligados a ganar. No hab¨ªa quien durmiera la v¨ªspera de la final ante Italia. ¡°Encima, los de f¨²tbol hab¨ªan ganado el oro [3-2 a Polonia] y llegaron a la Villa metiendo jaleo y gritando¡±, rememora Toto Garc¨ªa, al que hab¨ªan apartado de la selecci¨®n tiempo atr¨¢s debido a sus adicciones. Matutinovic lo recuper¨®. Toto, consciente del drama que desencadenar¨ªa si daba positivo en el control antidopaje, se fue a vivir durante algunos d¨ªas previos a los Juegos con la familia de Rafa Aguilar, ayudante de Matutinovic.
Ocho horas entrenando
¡±Me pusieron a entrenar con los juveniles. Me vine abajo. Les dije que quer¨ªa volver. Ya me hab¨ªan expulsado de la Blume y viv¨ªa en un piso. Necesitaba alguien que me controlara¡±, explica. Luego se encerr¨® en un hotel junto al fisio del equipo. Matutinovic tambi¨¦n hab¨ªa echado a Salvador G¨®mez, Chava aunque lo repesc¨®, y estuvo a punto de prescindir de otro puntal, Sergi Pedrerol, aunque acab¨® contando con ¨¦l. ¡°En un Europeo me castig¨® en la habitaci¨®n por rebeld¨ªa. ?Estando all¨ª mi familia! Casi le pego¡±, recuerda Toto.
Hubo tres pr¨®rrogas en esa final de Barcelona contra Italia. Cuando conclu¨ªa la primera, Espa?a tuvo el oro en la mano. Estiarte marc¨® un gol de penalti. Quedaban 42 segundos. Matutinovic orden¨® defender en pressing y eso le cost¨® la expulsi¨®n a Chiqui Sans. Los italianos forzaron la tercera pr¨®rroga y acabaron triunfando despu¨¦s de que Miki Oca estrellara un tiro en el poste a falta de cuatro segundos.
¡°Llor¨¦ durante muchos d¨ªas¡±, dice Chiqui Sans. ¡°Est¨¢bamos hundidos. Nunca nadie se hab¨ªa puesto tan triste como nosotros ganando una plata¡±, constata Miki Oca. Los m¨¦todos de Matutinovic hab¨ªa sido devastadores. Ocho horas de entrenamiento al d¨ªa, 12 kil¨®metros nadando, con camisetas y cinturones rellenos de bolas como lastre, 10 km corriendo por la monta?a, una hora de gimnasia, una hora y media de pesas y un partido de f¨²tbol. ¡°Hicimos cosas horribles¡±, lamenta Estiarte.
En el Europeo de 1993 Matutinovic agredi¨® a un ¨¢rbitro y fue suspendido 12 partidos. Fue la gota que colm¨® el vaso. Fue destituido y Joan Jan¨¦ tom¨® el relevo. Se repiti¨® la plata en el Mundial de 1994, lo que no hizo sino a?adir m¨¢s deseo de desquite en Atlanta. Espa?a fue de menos a m¨¢s en aquellos Juegos de 1996 hasta citarse con Croacia por el oro. La final fue cuesta arriba. ¡°Con el 1-3, mientras Joan nos hablaba¡±, recuerda Chiqui, ¡°nos miramos y nos dijimos: ¡®de aqu¨ª no volvemos a salir como en Barcelona, si hay que matar a alguien lo matamos¡±. Espa?a reaccion¨® y venci¨® por 7-5. ¡°En el 92 perdimos porque tuvimos miedo. Te bloquea, te hace inferior. Pero el equipo aprendi¨®, a?adimos respeto y humildad. Y lo conseguimos¡±, revive Estiarte.
Llegaron luego los oros en los Mundiales de 1998 y de 2001. ¡°Manel Estiarte era el l¨ªder; Jes¨²s Roll¨¢n era el alma¡±, sintetiza Pay¨¤. Roll¨¢n, el portero, se retir¨® con 36 a?os y el 11 de marzo de 2006 falleci¨® al caer desde una terraza del centro especializado en el tratamiento de adicciones de la Garriga (Barcelona) donde estaba internado. ¡°No hay d¨ªa en que no lo recordemos¡±, subraya Chava G¨®mez. Fue la tragedia despu¨¦s de la gloria de un equipo inolvidable.
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