Europa retrata al Simeone m¨¢s conservador
Los cuatro ¨²ltimos tropiezos del Atl¨¦tico en la Champions coinciden con los planes m¨¢s reservones de su entrenador
¡°Cuando no puedes ganar, tienes que intentar no perder¡±, se lamentaba Jos¨¦ Mar¨ªa Gim¨¦nez, derrumbado tras autoinculparse del cabezazo de Messias que dej¨® al Atl¨¦tico al borde de la eliminaci¨®n de la Champions. El Atl¨¦tico necesita ganar en Oporto, que el Milan no lo haga con el Liverpool en San Siro, o si el equipo de Pioli vence, la victoria deber¨¢ ser por un gol de diferencia m¨¢s de lo que lo haga el conjunto italiano. El empate no le vale en ning¨²n caso a los rojiblancos.
La sentencia de Gim¨¦nez reflej¨® el plan de Diego Pablo Simeone ante el Milan que aboc¨® a los rojiblancos a una dolorosa derrota. Jugar a no perder no le supuso r¨¦dito alguno al preparador rojiblanco. Ni siquiera esta vez le dio para activar a la grada, que hizo caso omiso de las demandas del entrenador cuando, viendo el sufrimiento del equipo, trat¨® de ejecutar uno de sus n¨²meros de core¨®grafo emocional. La hinchada se desesper¨® por la p¨¦rdida continuada de balones de sus futbolistas y por la falta de ambici¨®n que detect¨® en el libreto de Simeone y en sus posteriores cambios. En el club tambi¨¦n hay directivos que muestran su desencanto con la imagen reservona que transmiti¨® el equipo. Obviamente, no se cuestiona a Simeone, pero la incomprensi¨®n por la propuesta del entrenador en un partido en el que ganar era fundamental es latente. Seg¨²n Opta, desde al menos la temporada 2003-04, el Atl¨¦tico no se iba al descanso en un partido europeo en casa sin rematar entre los tres palos.
Este tipo de planteamientos empieza a resultar anacr¨®nico para un plantel donde abunda m¨¢s el talento ofensivo que el defensivo. Refugiarse en la defensa de los espacios en campo propio ya pudo costarle el t¨ªtulo de Liga la temporada pasada cuando, ante una crisis de resultados, Simeone orden¨® un paso atr¨¢s bajo su eterno mantra de que ¡°el equipo crece desde atr¨¢s¡±. Solo cuando el Atl¨¦tico volvi¨® a jugar en campo contrario, como hizo en la primera vuelta en la que sum¨® 50 puntos, enderez¨® el rumbo en el tramo final para alzarse con el t¨ªtulo liguero.
El repliegue ante el Milan fue descarado desde los primeros minutos. No deja de ser curioso que los ¨²ltimos tropiezos del Atl¨¦tico en Europa hayan coincidido con planteamientos conservadores del preparador argentino. La remontada en 2018 de la Juventus tras viajar los rojiblancos a Tur¨ªn con una ventaja de 2-0, la eliminaci¨®n a manos del Leipzig en los cuartos de final de Lisboa, el repaso del Chelsea en los dos partidos de octavos de la temporada pasada y el traspi¨¦ del mi¨¦rcoles con el Milan tuvieron un denominador com¨²n. En estas cuatro ocasiones, el Atl¨¦tico estuvo m¨¢s pendiente de defender que de atacar, del marcador que del juego.
Europa ha retratado al Simeone m¨¢s arcaico y conservador en las ¨²ltimas grandes citas. ¡°Nos han estudiado muy bien. Hab¨ªamos preparado una cosa y no ha salido bien; en el descanso hemos intentado arreglarlo, pero en los ¨²ltimos 20 minutos nos hemos precipitado, no hemos ganado duelos y nos ha costado mucho¡±, analizaba apesadumbrado Antoine Griezmann.
Tampoco es balad¨ª relacionar que los padecimientos del Atl¨¦tico en esta fase de grupos responden a las caracter¨ªsticas de juego de sus tres rivales. El Liverpool, el Milan y el Oporto presionan en zonas altas y esto incomoda sobremanera al Atl¨¦tico. Este es uno de los grandes defectos de la era Simeone, que no ha acabado de dotar al equipo de mecanismos s¨®lidos para resolver partidos en los que el adversario le aprieta la salida del bal¨®n.
Salvo un tramo ante el Liverpool en el Metropolitano (2-3) en el que igual¨® el 0-2 inicial, el relato de los partidos europeos del Atl¨¦tico en este curso es el de un equipo maniatado o superado por rivales que han identificado esa tara. El Oporto le arranc¨® un empate (0-0) en casa en un encuentro ¨¢spero y sin apenas ocasiones. En San Siro (1-2), hasta la expulsi¨®n de Kessi, el Milan pas¨® por encima de Simeone y sus futbolistas con una presi¨®n asfixiante. Solo al final, y con una superioridad num¨¦rica de m¨¢s de una hora, el Atl¨¦tico pudo sumar el ¨²nico triunfo que registra en esta fase de grupos. En Anfield, el Liverpool (2-0) devor¨® a un equipo que volvi¨® a mostrar la misma incapacidad para salir de su campo con combinaciones en largo o en corto como volvi¨® a ense?ar este mi¨¦rcoles. Los registros de los pases fallados fueron alarmantes en algunos futbolistas, con el capit¨¢n Koke como m¨¢ximo exponente con 11 errores en las entregas.
La inoperancia para generar juego depar¨® que Luis Su¨¢rez fuera reemplazado a falta de un cuarto de hora sin haber firmado un solo remate. Lo mismo que Griezmann. Otros dos s¨ªntomas muy significativos del conservador planteamiento de Simeone que obliga al Atl¨¦tico a ganar en Oporto por cuantos m¨¢s goles mejor. Esta ser¨¢ la ¨²nica v¨ªa para sobrevivir en una competici¨®n que en los ¨²ltimos a?os ha retratado los planteamientos m¨¢s conservadores del Cholo.
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