Un Bar?a indigno de la Champions
El conjunto de Xavi, falto de competitividad, se despide de la Liga de Campeones despu¨¦s de un partido manejado a su antojo por el Bayern y jugar¨¢ la Europa League
El Bar?a que se desvela por la Superliga ya no tiene sitio en la Champions y jugar¨¢ mientras la Liga Europa. No encuentra su lugar en el mapa despu¨¦s de agotar el cat¨¢logo de calamidades desde el t¨ªtulo de Berl¨ªn en 2015. El ¨²ltimo episodio trata de una derrota sonrojante y penosa, por m¨¢s cantada que fuera en M¨²nich, despu¨¦s de no poder vencer ni al Benfica. La eliminaci¨®n expresa la decadencia de un equipo que ha despilfarrado goleadas en cancha ajena, como en Roma y Liverpool, y ha encajado resultados sangrantes como el 2-8 de Lisboa ante el Bayern. Aquellos resultados denunciaban la desidia y anunciaban la descomposici¨®n en tiempos todav¨ªa de abundancia en el Camp Nou. Ten¨ªan un punto de sorpresa ni que fuera por la presencia de Messi. La partida del 10 ha dejado al Bar?a en punto muerto, sin juego ni ¨¢nimo, entregado a un ejercicio de ilusionismo personificado en Laporta.
El Barcelona se encogi¨® de mala manera en la nevera de M¨²nich frente a un Bayern muy diezmado y sorprendentemente piadoso, como si le diera apuro ganar y agrandar la herida que abri¨® en Da Luz en 2020, irreductible en cualquier caso para los azulgrana en sus seis visitas a Baviera. La actitud alemana comprometi¨® todav¨ªa m¨¢s la actuaci¨®n del Bar?a en un partido imposible como el del Allianz Arena. Los azulgrana nunca supieron qu¨¦ les conven¨ªa: si jugar sin mirar al marcador, asumiendo su inferioridad y potenciando su estilo, o competir con la grandeza de los equipos que se resisten a claudicar, ni que sea por respeto a un club que ha ganado cinco Champions. El equipo se consumi¨® en el debate y ahora est¨¢ en tierra de nadie, s¨¦ptimo en la Liga y eliminado de la Copa de Europa.
La trascendencia del encuentro afect¨® tanto a la alineaci¨®n de Xavi que a simple vista pareci¨® m¨¢s propia de Koeman. No era f¨¢cil intentar mantener la personalidad de un equipo al que le cuesta nacer y al mismo tiempo tener en cuenta el potencial de un rival como el Bayern. El punto medio entre la valent¨ªa y el miedo es dif¨ªcil de encontrar con futbolistas dif¨ªciles de ubicar como el inocuo Dest. El t¨¦cnico puso al neerland¨¦s como extremo derecho y a Demb¨¦l¨¦ a la izquierda mientras que en la medular se ca¨ªa Nico y el lateral derecho era ocupado por Araujo. El Bayern no repar¨® en la formaci¨®n del Bar?a. Jug¨® de salida como si no le importara la formaci¨®n del rival, dispuesto a gobernar las ¨¢reas con delanteros y defensas, solo con un medio natural como Tolisso, obsesionado con correr y rematar y entregado a la definici¨®n de Lewandowski.
Aunque se despliegue a partir de un flexible 4-3-3, el Bar?a ya no tiene jugadores capaces de tener la pelota como en tiempos de Guardiola. Ahora es un equipo destemplado y nervioso que penaliza cada vez que pierde el bal¨®n, un riesgo may¨²sculo ante el Bayern, de manera que se impon¨ªa acabar las jugadas en cada llegada a la porter¨ªa de Neuer. La precisi¨®n se complic¨® porque la cancha era r¨¢pida por el fr¨ªo y la nieve de M¨²nich. As¨ª que el Bayern fue m¨¢s espectador que protagonista hasta que Davies desbord¨® a Dest y quebr¨® a Araujo. A¨²n dominados, los alemanes daban m¨¢s sensaci¨®n de peligro, poderosos al espacio, atentos a las concesiones defensivas del Barcelona.
Araujo y Busquets ya hab¨ªan cargado con una tarjeta cuando se supo que hab¨ªa marcado el Benfica. El segundo tanto portugu¨¦s no tard¨® en llegar y el Bar?a se vio abrumado por la necesidad de ganar en M¨²nich. Los azulgrana se alejaron del marco de Neuer y recularon hasta el de Ter Stegen. Un mal plan por su falta de consistencia y estabilidad especialmente manifiesta ante el Bayern. La exigencia f¨ªsica del partido acab¨® con la afrenta azulgrana y a la media hora ya tocaba resistir despu¨¦s de que se rompiera Alba. Aguantaron poco los azulgrana por la falta de laterales y la punter¨ªa del Bayern. San¨¦ profundiz¨® para Lewandowski, el ariete se rif¨® a Piqu¨¦ y puso la pelota para la cabeza de M¨¹ller, que cuenta ocho goles ante los azulgrana, el ¨²ltimo validado por la tecnolog¨ªa ¡ªla pelota super¨® la l¨ªnea de gol¡ª y permitido por Mingueza.
Solo dos remates
El 2-0 retrat¨® a Ter Stegen. El portero reflej¨® la fragilidad barcelonista por la manera en que espant¨® el chut de San¨¦. Al descanso ya se pod¨ªa dar por acabada la contienda, pendiente del gol de rigor de Lewandowski, hasta que fue sustituido. Nagelsmann prefiri¨® reservar al 9 a que aumentara su racha, 27 goles frente a los 25 que suma el Bar?a, que pas¨® por M¨²nich con solo dos remates entre los tres palos ante Neuer. El 3-0 lo marc¨® Musiala, habilitado por el desbordante Davies, despu¨¦s de que San¨¦ se apiadara de Ter Stegen.
Ya nadie reparaba en el f¨²tbol del Bar?a sino en su dram¨¢tica salida de la Champions y en la dificultad de montar un equipo sin jugadores ni dinero y con la voluntad de Xavi. El abatimiento es general despu¨¦s de la pasividad y desmoralizaci¨®n en M¨²nich. El Bar?a sali¨® por la puerta de atr¨¢s, indigno de la Champions, despu¨¦s de 21 a?os, como si los rivales tuvieran m¨¢s verg¨¹enza de sus derrotas que los azulgrana, faltos de competitividad, arruinados econ¨®mica y futbol¨ªsticamente ante el asombro de Europa.
Fuera por primera vez en 21 a?os
El Bar?a sumaba 16 clasificaciones consecutivas para los octavos y, desde que se instaurara la Champions en la temporada 1992-93, el equipo hab¨ªa superado la fase de grupos en 23 de las 26 ocasiones en que hab¨ªa participado, apeado por ¨²ltima vez a las primeras de cambio en el curso 2000-01. Es decir, hace 21 a?os que el equipo azulgrana no se ve¨ªa fuera a estas alturas. Entonces, qued¨® tercero de grupo por detr¨¢s del Milan y el Leeds, en una edici¨®n en que Madrid, Valencia y Deportivo avanzaron de fase como primeros.
El varapalo es tambi¨¦n econ¨®mico. La directiva ten¨ªa previsto alcanzar los cuartos de final para subsanar las arcas, renqueantes hasta el punto de que para poder fichar en este invierno antes tendr¨¢n que vender. Por lo que la eliminaci¨®n europea es un golpe de 20,2 millones (acceder a octavos supon¨ªan 9,6 millones y a cuartos otros 10,6). Ahora, el Bar?a competir¨¢ en la Liga Europa ¡ªsu ¨²ltima presencia fue en el curso 2003-04, cuando todav¨ªa se conoc¨ªa como UEFA¡ª y, de ganarla, ingresar¨ªa 14,9 millones (5,3 menos que si alcanzara los cuartos de Champions).
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