Nada bajo la lluvia de Mendizorroza
Alav¨¦s y Athletic empatan en un derbi romo, sin aristas y con poco f¨²tbol
Una pel¨ªcula de serie B que las televisiones programan los domingos, o la visita al museo del naipe de Heraclio Fournier, o un paseo por el parque de la Florida bajo el aguacero, o, por qu¨¦ no, aprovechar la tarde para sacar el taladro y colocar la estanter¨ªa que lleva un mes en su caja. Cualquiera de esas actividades pudo ser m¨¢s productiva que acercarse a Mendizorroza para ver en vivo el derbi vasco, o poner la televisi¨®n para verlo en el sof¨¢, dormitando como en una etapa llana del Tour. Nada de f¨²tbol, algo de fr¨ªo, mucha agua y ning¨²n gol. Ese es el resumen de la tarde vitoriana.
Bajo la lluvia incesante de la capital alavesa, el cielo gris le hac¨ªa juego al juego. Al del Alav¨¦s y el Athletic en una primera parte oscura, apagada, sin chispa, con m¨¢s control rojiblanco, pero poco que decir de f¨²tbol. Marcelino perdi¨® a Vencedor lesionado en el minuto dos, y con ello el orden que aporta en el centro del campo. Sali¨® Zarraga, pero jug¨® sin el cuajo que exhibe su compa?ero de camada a pesar de su juventud. Se le impusieron los pesos pesados del medio campo alavesista, y ni siquiera la constante aparici¨®n de Muniain por aquella zona, alivi¨® la inconsistencia creativa del Athletic.
Claro que el Alav¨¦s andaba igual o peor, encomendado a las correr¨ªas de Luis Rioja y nada m¨¢s. Cedi¨® terreno el equipo de Mendilibar, apostando por alguna contra veloz, pero la zaga bilba¨ªna andaba avispada para impedir sorpresas.
S¨®lo en el ¨²ltimo cuarto de hora pudo el Athletic imponer su jerarqu¨ªa con un par de llegadas que se quedaron en nada. La primera, cuando a De Marcos le abrieron un pasillo de honor hacia el ¨¢rea de Pacheco, pero ya dentro, su env¨ªo no lo controlaron ni Muniain ni Sancet. Despu¨¦s fue Williams el que remat¨® mal un pase de Muniain, y luego fue ¨¦l quien intent¨® asistir, pero su centro no encontr¨® rematador.
Fue un bagaje muy escaso, pero a la altura del juego que exhib¨ªa el Athletic. Del Alav¨¦s no hubo casi nada, salvo un cabezazo muy desviado de Miguel.
Nada cambi¨® tras el descanso. Mientras le dur¨® el efecto de la charla de Mendilibar, el Alav¨¦s empuj¨® un poco m¨¢s, pero sin efectos pr¨¢cticos de cara a la porter¨ªa de Unai Sim¨®n, que tuvo que meter los dedos para desviar al larguero un lanzamiento de Duarte, que pill¨® adelantado al portero internacional despu¨¦s de un error en la salida de Williams.
Fue casi la ¨²nica vez en la que el Alav¨¦s cre¨® peligro ante la porter¨ªa rojiblanca. No hubo m¨¢s. El Athletic se acerc¨® con algo de peligro un par de veces, despu¨¦s de que Marcelino sustituyera a Williams por su hermano, y a Sancet por Ra¨²l Garc¨ªa. La mejor oportunidad le lleg¨® al equipo rojiblanco en una jugada personal de Muniain, que abri¨® para Ra¨²l Garc¨ªa. Su centro se pase¨® por la l¨ªnea de gol sin que Berenguer y Nico Williams pudieran empujarlo. Un minuto despu¨¦s, Pacheco neutraliz¨® un disparo cruzado mientras el partido se iba apagando m¨¢s todav¨ªa, que ya es decir.
Mientras el Athletic piensa en el sol de Arabia Saudita y la Supercopa, el Alav¨¦s tendr¨¢ unos d¨ªas m¨¢s para preparar su choque contra el Betis. A Mendilibar le queda mucho trabajo por hacer para ajustar un equipo que sigue en la zona baja. Cuando los aficionados se fueron de Mendizorroza, helados por la temperatura y el f¨²tbol que vieron, pensaron tal vez en esa estanter¨ªa que espera en su caja, todav¨ªa sin montar.
Puedes seguir a EL PA?S DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.