El gran p¨®ker del tenis espa?ol
Mientras otras potencias buscan figuras y soberan¨ªa, el circuito recibe esta temporada a un cuarteto de campanillas: Nadal, Muguruza, Alcaraz y Badosa
Ah¨ª lamenta Estados Unidos, a la que se le apaga Serena Williams lentamente y que no logra rellenar el inmenso vac¨ªo dejado hace casi dos d¨¦cadas por Pete Sampras y Andre Agassi, o la huella triunfal m¨¢s reciente de Andy Roddick. Por ah¨ª suspiran los brit¨¢nicos, emocionados con el irreductible esp¨ªritu de Andy Murray, cadera de titanio el escoc¨¦s, pero sin demasiado consuelo po...
Ah¨ª lamenta Estados Unidos, a la que se le apaga Serena Williams lentamente y que no logra rellenar el inmenso vac¨ªo dejado hace casi dos d¨¦cadas por Pete Sampras y Andre Agassi, o la huella triunfal m¨¢s reciente de Andy Roddick. Por ah¨ª suspiran los brit¨¢nicos, emocionados con el irreductible esp¨ªritu de Andy Murray, cadera de titanio el escoc¨¦s, pero sin demasiado consuelo porque a excepci¨®n del fogonazo protagonizado por la joven Emma Raducanu en la ¨²ltima edici¨®n de Nueva York, riega y riega un jard¨ªn que sigue marchito. En otro rinc¨®n solloza Australia, que disfruta con el exquisito juego de la n¨²mero uno, Ashleigh Barty, pero excus¨¢ndose d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n por las recurrentes salidas de tiesto de su cuadrilla de chicos traviesos, y a?orando los tiempos pasados de Court y los Laver, Rosewall, Emerson o incluso Hewitt. Y suspiran por recuperar la gloria emblemas como Alemania, Rusia o Suecia, las dos primeras con bastantes m¨¢s y mejores argumentos que la ¨²ltima, un verdadero secarral hoy d¨ªa.
Todas ellas ¨Csus directivos, periodistas, profesionales y aficionados¨C observan sin disimulo el permanente florecer del tenis espa?ol, que hasta poco parec¨ªa estar abocado a agarrarse al recorrido imperial de Rafael Nadal, hasta que el f¨ªsico del balear (35 a?os) diera de s¨ª o bien se le agotase con naturalidad la mecha, y que en un abrir y cerrar de ojos presume de un ostentoso repertorio en clave de presente y futuro. Porque, a la estela triunfal del mallorqu¨ªn, recuperado para la causa despu¨¦s del en¨¦simo ¨®rdago que le ha propuesto su cuerpo, se unen ahora la efervescencia del joven Carlos Alcaraz (18) y el reluciente d¨²o formado por Garbi?e Muguruza (28) y Paula Badosa (24), que brillan a dos bandas, acaparan elogios y coleccionan t¨ªtulos.
Sin ir m¨¢s lejos, entre la pirotecnia del caso Djokovic y la apertura del Open, la ¨²ltima elev¨® este s¨¢bado el trofeo de S¨ªdney y volvi¨® a dejar otra muestra de que quiere y puede, de que si no afloja puede llegar a ser una de las referencias en lo que resta de curso y tambi¨¦n del porvenir. A sus 24 a?os, Badosa pretende comerse el mundo y no le faltan argumentos. Despu¨¦s de tocar fondo debido a una depresi¨®n, progresa por la jugosa v¨ªa que abri¨® Muguruza hace un lustro y destaca entre las m¨¢s fuertes, a victoria por cada final que juega. Ya son tres de tres: Belgrado, Indian Wells y la muesca australiana, obtenida frente a la checa Barbora Krejcikova: 6-3, 4-6 y 7-6(4).
¡°Hace un par de a?os se me identificaba como una jugadora d¨¦bil que se frustraba, y ahora creo que es todo lo contrario. Un d¨ªa me promet¨ª luchar hasta el final¡±, expon¨ªa la catalana, cuyo triunfo le aup¨® del octavo al sexto escal¨®n del ranking ¨Cel mejor de su carrera; el a?o pasado a estas alturas era la 71?¨C y que asistir¨¢ al primer grande de la temporada como una de las candidatas al t¨ªtulo. ¡°Esta victoria me da mucha confianza¡±, valoraba. ¡°Estoy un poco cansada, pero mi primer partido es el lunes, as¨ª que debo reponerme. Tendr¨¦ que volar esta noche a Melbourne y ver c¨®mo me recupero. Intentar¨¦ dar lo mejor de m¨ª. Estoy jugando a un nivel alto¡±, completaba.
Garbi?e, por un curr¨ªculo de oro
Poco antes, Garbi?e Muguruza depart¨ªa ante los periodistas y expresaba su deseo de sacarse la espina de hace dos a?os, cuando cedi¨® en la final australiana contra Sofia Kenin. Entonces, la espa?ola empezaba a remontar el vuelo tras dos a?os entre las tinieblas, y ahora aterriza en la gran cita en una situaci¨®n bien diferente. Tercera en el listado, en noviembre edulcor¨® su fabuloso palmar¨¦s (Roland Garros 2016, Wimbledon 2017 y ex n¨²mero uno) con el laurel de la Copa de Maestras, logro in¨¦dito para una mujer espa?ola, y este a?o pretende reafirmarse y dar otro golpe sobre la mesa. Melbourne y Nueva York, los dos grandes ¨¦xitos que se le resisten, figuran en rojo en su agenda.
¡°Estuve muy cerca de ganar este Grand Slam, as¨ª que voy a intentar conseguirlo. Termin¨¦ 2021 a un gran nivel y espero poder continuar con esa buena din¨¢mica¡±, afirm¨® ayer, sabiendo que si logra llevar su f¨ªsico al debido punto y coge carrerilla en las primeras rampas del torneo, ser¨¢ tambi¨¦n una de las firmes aspirantes al t¨ªtulo.
Lo consigui¨® Nadal en 2009, pero desde entonces, por una u otra raz¨®n, (demasiadas veces por las lesiones), se le ha negado. ¡°El deporte cambia muy r¨¢pido, y lo que hoy parece muy dif¨ªcil en un par de d¨ªas puede cambiar. Estoy feliz de estar aqu¨ª, m¨¢s que otra cosa. Para m¨ª lo principal era volver. Si soy capaz de ganar partidos y de mejorar d¨ªa a d¨ªa, mejor que mejor, pero lo fundamental era estar de nuevo en el circuito. Solo he jugado tres partidos durante el ¨²ltimo medio a?o, as¨ª que solo quiero ir d¨ªa a d¨ªa. Eso s¨ª, cada entrenamiento es positivo para mi confianza y mi f¨ªsico¡±, manifest¨® prudente el de Manacor.
Tambi¨¦n cauto, pero sin el m¨¢s m¨ªnimo cors¨¦, desembarca el ambicioso Alcaraz, que el a?o pasado puso patas arriba Nueva York (cuartos del US Open) y sell¨® su primer ejercicio en la ¨¦lite a todo trapo, con el t¨ªtulo de Umag y tambi¨¦n el de los j¨®venes maestros; instalado entre los 40 mejores del circuito (33?) y convertido ya en la gran sensaci¨®n de su hornada, porque no hay proyecto m¨¢s atractivo ni prometedor que el del murciano, tutelado por Juan Carlos Ferrero.
?l ser¨¢ otro de los alicientes a seguir, mientras la segunda l¨ªnea desde la que empujan Daniil Medvedev o Alexander Zverev quiere crear definitivamente un espacio propio en lo m¨¢s alto. En cualquier caso, hoy no hay formaci¨®n m¨¢s envidiada que la espa?ola. Atr¨¢s queda la incertidumbre ante el futuro y el refugio de oro que supon¨ªa Nadal. La munici¨®n se ha multiplicado.
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