Carlos Alcaraz, el joven maestro

Como si todo respondiera a rajatabla a un guion y sucediera porque debe suceder, Carlos Alcaraz, 18 a?os, contin¨²a descontando episodios en direcci¨®n a un lugar reservado para los talentos que quiebran la norma y tienen un hueco reservado en un bonito lugar. Por eso, el triunfo en Mil¨¢n, impecable el recorrido de principio a fin, ni sorprende al aficionado ni despista al murciano, que se impone al estadounidense Sebastian Korda en la final (4-3(5), 4-2 y 4-2, en 1h 23m) y asimila con temple: ten¨ªa que pasar. Prosigue la escalada y con el premio de los j¨®venes maestros a?ade otra muesca a una temporada en la que ha superado las expectativas.

Alcaraz, se?alado como el jugador m¨¢s prometedor de su generaci¨®n y que a lo largo del a?o ha ido firmando r¨¦cords de precocidad, completa ante Korda un magn¨ªfico trazado de siete d¨ªas en el que solo se ha dejado un set, el que le birl¨® Juan Manuel Cer¨²ndulo. El resto de los compromisos, incluida la final ante el norteamericano, los ha resuelto con holgura (Rune, Nakashima, B¨¢ez) y reafirmando que, en t¨¦rminos de juventud, es la rueda a seguir. Hasta ahora, el espa?ol que m¨¢s lejos hab¨ªa llegado en las Next Gen ATP Finals, celebradas desde 2017, era el mallorqu¨ªn Jaume Munar, semifinalista en la segunda edici¨®n.

Ha transcurrido un cuarto de hora y Alcaraz da unos botecitos y arquea con el cuello porque est¨¢ tenso y se le bloquea el trapecio. Acostumbrado a ser dominador y a haber conducido los cuatro partidos previos a su antojo, sin ning¨²n susto rese?able y resolviendo pl¨¢cidamente, de repente encuentra un escollo mayor que le discute y le replica desde el principio. Es un tallo (1,96), tiene 21 a?os y es el 39? del mundo, de familia deportista y con un futuro tambi¨¦n prometedor. Korda dar¨¢ que hablar. Brazos y piernas largu¨ªsimas, buenas maneras y el colmillo suficiente para hacer da?o y jugar profundo; pese a la juventud, nada de dientes de leche.

A Alcaraz le cuesta hacerse con la iniciativa y hace la goma. Siente la presi¨®n, los nervios aparecen y la incomodidad se traduce en precipitaci¨®n; en consecuencia, en algunos errores. A¨²n as¨ª, sortea varios fuegos y desbarata cinco opciones de break en los dos primeros turnos de servicio gracias a su determinaci¨®n con el servicio. Es valiente el murciano, que a la que puede da un paso adelante y a la que percibe alg¨²n hueco tira duro. Se libra con el traje de Houdini y conforme salva las minas va templ¨¢ndose y descerrajando un partido que progresivamente empieza a estar en su raqueta.

Ya se sabe: viento a favor, el espa?ol dif¨ªcilmente controlable. Por eso, cuando desnivela en el desempate y se asegura el primer set, a Korda se le achica la pista y pierde la lucidez del principio. Hab¨ªa tormenta, pero escampa. Las piernas de Alcaraz ¨Csucesor en el palmar¨¦s del italiano Yannik Sinner, ganador de la ¨²ltima edici¨®n¨C carburan a pleno rendimiento y decide la segunda manga con una rotura en el quinto juego. Tiene eso que tienen aquellos destinados a hacer cosas importantes: en los instantes cr¨ªticos, encuentra las mejores soluciones. No falla. Interpreta, maquina y no se arruga. Decide con inteligencia, se adapta y replantea. Y, cuando la situaci¨®n lo pide, ataca.

32-17, mejor que Nadal

Es un depredador. Sabe que Korda est¨¢ herido, tambaleante, y as¨ª le aborda de pleno. ¡°?Cabeza, cabeza!¡±, le recuerda desde el banquillo su agente, Albert Molina, sentado junto al preparador, Juan Carlos Ferrero, al que despu¨¦s de uno de esos puntos que quitan el hipo de su chico se le escapa: ¡°?Qu¨¦ barbaridad!¡±. Lo es. Alcaraz, break para 2-1 en el tercero, tiene 18 a?os y aterriz¨® la semana pasada en Mil¨¢n como el m¨¢s imberbe, junto al dan¨¦s Holger Rune. Sin embargo, desde el primer d¨ªa dio la sensaci¨®n de que este torneo organizado para promocionar a los sub-21 del circuito se le quedaba peque?o y que est¨¢ ya para citas mayores.

Es el 32? de la ATP ¨Cel ¨¦xito en Mil¨¢n no computa, ni a efectos de ranking ni de t¨ªtulos¨C y este curso ha registrado 32 triunfos y 17 derrotas, por lo que es el tenista m¨¢s joven que gana m¨¢s de 30 partidos desde que lo hiciera a la misma edad Andrei Medvedev, con un balance de 32-11 en 1992. Del mismo modo, el chico del Palmar ha superado en su primera temporada en la ¨¦lite el 30-17 que firm¨® Rafael Nadal en 2004. Sigue Alcaraz, pues, quemando etapas a un ritmo fuera de lo normal y dejando huellas all¨¢ por donde pasa. La ¨²ltima, en Mil¨¢n. En busca de relevos, el tenis ilumina al nuevo maestro de los j¨®venes.

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