Rafael no pierde ni un minuto

Tres d¨ªas antes de coger el vuelo que lo llevar¨ªa a Australia, Rafael llam¨® a uno de mis hijos para ir hasta Manacor a tomar contacto con la pelota, a hacer un entrenamiento ligero. Eran las ocho de la noche y acababan de darle el resultado negativo de su ¨²ltima PCR despu¨¦s de que pasara diez d¨ªas confinado y bastante perjudicado por la infecci¨®n de la covid. A pesar de sentirse fatigado y con el tiempo sumamente en contra, quiso no perder ni un minuto y aferrarse, como ha hecho siempre, a la m¨¢s m...

Tres d¨ªas antes de coger el vuelo que lo llevar¨ªa a Australia, Rafael llam¨® a uno de mis hijos para ir hasta Manacor a tomar contacto con la pelota, a hacer un entrenamiento ligero. Eran las ocho de la noche y acababan de darle el resultado negativo de su ¨²ltima PCR despu¨¦s de que pasara diez d¨ªas confinado y bastante perjudicado por la infecci¨®n de la covid. A pesar de sentirse fatigado y con el tiempo sumamente en contra, quiso no perder ni un minuto y aferrarse, como ha hecho siempre, a la m¨¢s m¨ªnima oportunidad.

Al d¨ªa siguiente retom¨® ya sus entrenamientos normales y dos d¨ªas m¨¢s tarde, como dec¨ªa, emprendi¨® rumbo hacia el primer Grand Slam del a?o movido en mucha mayor medida por las ganas de volver a la competici¨®n que por la escasa preparaci¨®n que hab¨ªa podido llevar a cabo.

No deja de ser sorprendente, por mucho que hace unos d¨ªas me atreviera a predecirlo en estas mismas p¨¢ginas, la capacidad que tiene Rafael de recuperarse en tiempo r¨¦cord, de competir con creciente comodidad y de aceptar tanto la inseguridad como el reto de jugar a un tan alto nivel. Supongo que esta es una de las caracter¨ªsticas que tienen los grandes jugadores. En 2017, despu¨¦s de un largo tiempo de baja, Roger Federer se incorpor¨® en el Open de Australia y venci¨® en la final a mi sobrino.

El complicado partido contra Denis Shapovalov que le dio el pasaporte a las semifinales tuvo momentos muy angustiosos para mi sobrino. Se anot¨® los dos primeros parciales, pero ya no tuvo fuerzas ni energ¨ªas suficientes para cerrar el partido en el tercer o el cuarto set. Un golpe de calor que le sobrevino al final de la segunda manga lo llev¨® a pensar que ten¨ªa muy pocas posibilidades de victoria. As¨ª me lo cont¨® ¨¦l mismo poco despu¨¦s y es esto, precisamente, lo que demuestra su notable af¨¢n de superaci¨®n y su alta competitividad.

Yo creo que al canadiense le falt¨® un poco de experiencia o acaso de frialdad mental cuando, aun viendo los problemas f¨ªsicos que deb¨ªa afrontar su rival, no fue capaz de hacer un esfuerzo por mostrase m¨¢s consistente en el quinto y definitivo set. Se decidi¨®, por el contrario, por una t¨¢ctica agresiva que redujo el n¨²mero de intercambios que tanto pod¨ªan minar a su contrincante, considerablemente falto de vigor.

En el partido de semifinales Rafael se ver¨¢ las caras con Matteo Berrettini despu¨¦s de que lo hicieran por primera vez en la misma ronda del US Open de 2019. Mi sobrino gan¨® en aquella ocasi¨®n sin muchos problemas y en tres sets, pero hay que decir que el italiano es, hoy d¨ªa, otro jugador. Est¨¢ claramente situado entre los mejores del mundo y con la experiencia necesaria para afrontar con mucha m¨¢s soltura partidos de esta dimensi¨®n.

El actual n¨²mero siete del mundo tiene un saque muy r¨¢pido y una gran capacidad para cambiarlo f¨¢cilmente de direcci¨®n, lo que hace muy complicado jugarle al resto. Su rev¨¦s es su punto m¨¢s d¨¦bil, pero posee, en contrapartida, uno de los mejores y m¨¢s r¨¢pidos golpes de derecha del circuito. Est¨¢, adem¨¢s, dispuesto a jugarse la bola muy r¨¢pido y esa determinaci¨®n tan rauda dificulta que el rival pueda llevar el control del partido en alg¨²n momento.

Mis esperanzas siguen s¨®lidas. Creo que los dos ¨²ltimos enfrentamientos de Rafael garantizan su capacidad para enfrentar la semifinal y la posibilidad, incluso, de que salga victorioso.

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