Tom Brady, mucho m¨¢s que una leyenda
Una carrera de leyenda como la suya ser¨ªa imposible si mental y f¨ªsicamente no hubiera estado en continua evoluci¨®n. Su legado deja siete anillos con dos equipos distintos
No es complicado reconocer a un l¨ªder. Son esas personas que despiertan nuestra mejor versi¨®n, que nos inspiran a hacer ese esfuerzo extra y cuyo ejemplo nos lleva a romper l¨ªmites. Su capacidad de superaci¨®n nos lleva a creer en imposibles, hasta que descubrimos que no lo eran tanto.
Es dif¨ªcil que haya alguien hoy en d¨ªa que no conozca a Tom Brady, considerado el mejor jugador de f¨²tbol americano de la historia. Llegar a unir esta idea a su nombre, claro, no es algo autom¨¢tico sino fruto de una vida dedicada al deporte. Como todos sabemos, toda historia tiene un punto de partida. Y en la vida no todas las historias son bonitas de principio a fin.
Brady fue seleccionado en el draft en la posici¨®n 199. ?Qu¨¦ significa eso? ?Que no era lo suficientemente bueno? ?Que nadie confiaba en ¨¦l? ?O que no fueron capaces de detectar su talento durante su juventud y lo menospreciaron aquel a?o? En la historia tenemos miles de ejemplos de leyendas cuyos primeros pasos no fueron reconocidos. Todos tienen una actitud com¨²n: frente al escepticismo, perseveraron.
Tom fue a jugar con los Patriots algunos momentos sueltos como suplente. En esos momentos se desvela el car¨¢cter de las personas especiales: humildad para buscar tu oportunidad, perseverancia por mucho tiempo que lleve y, claro, el talento necesario para rendir si esta se presenta, demostrando tu val¨ªa para asumir la responsabilidad. Su compa?ero titular en aquella ¨¦poca, Drew Bledsoe, sufri¨® un golpe muy duro en la segunda jornada de la temporada y tuvo que estar fuera bastante tiempo. En ese tiempo, Tom afront¨® la situaci¨®n y cuando el jugador se recuper¨®, ya se hab¨ªa hecho con el equipo. El entrenador sigui¨® apostando y confiando en ¨¦l, tanto fue as¨ª que ganaron el anillo ese a?o.
Nadie sabe lo que hubiera sucedido con Brady de no ser por ese percance. Quiz¨¢ hubiera encontrado la oportunidad de otra manera. Pero el mensaje fue claro: la suerte consiste en estar preparado cuando llegue la ocasi¨®n.
Cuando un jugador se convierte en el mejor de la historia sus n¨²meros solamente reflejan una parte del relato. Hay muchos elementos que escapan a las fr¨ªas cifras. Tom ten¨ªa madera de l¨ªder, su forma de jugar era especial, con su ambici¨®n ha convertido en estrellas a multitud de compa?eros, exigi¨¦ndoles y aport¨¢ndoles lo necesario para que mejorasen con los a?os.
El ejemplo que ha dejado es el de alguien que nunca se ha rendido. Con una innata capacidad de superaci¨®n y trabajo, dedicando infinidad de horas para rendir al m¨¢s alto nivel. Como ha reconocido, su cuerpo no era privilegiado para el f¨²tbol americano, pero compens¨® sus carencias con una dedicaci¨®n absoluta. Los resultados saltan a la vista: con m¨¢s de 40 a?os ha seguido conquistando anillos.
Los l¨ªderes tambi¨¦n lo son por c¨®mo nutren el entorno, con una humildad que antepone el bien com¨²n al brillo propio. Son frecuentes sus palabras de reconocimiento a compa?eros tras un buen partido. En disciplinas de equipo, uno de los mayores pilares es la uni¨®n del grupo. Si hab¨ªa que alzar la voz para activar a sus compa?eros o cambiar una din¨¢mica negativa, lo hac¨ªa siempre desde el respeto. Otro de sus valores a destacar.
Una carrera de leyenda como la suya ser¨ªa imposible si mental y f¨ªsicamente no hubiera estado en continua evoluci¨®n. Su legado deja siete anillos con dos equipos distintos. No hay un jugador en la historia que haya conseguido tantos, ni siquiera ninguna franquicia.
Por encima de todo, ha sido un deportista con unos valores extraordinarios. Ejemplar para todos esos ni?os que formar¨¢n las futuras generaciones y que han tenido un espejo en el que mirarse durante las 22 temporadas que ha estado en activo. Echaremos de menos a uno de los mejores deportistas de la historia y al mejor quarterback que ha pasado por la NFL.
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