El Real Madrid se queda a medias
Los blancos, muy superiores en el segundo tiempo, no pasan del empate ante un Villarreal mejor armado en el primer acto, periodo marcado por el absentismo arbitral
En Vila-real hubo de todo menos goles. Y un partido sin tantos no siempre son dos bostezos. Para nada. En La Cer¨¢mica, en un duelo subrayado de entrada por la deserci¨®n arbitral en varias jugadas, primero marc¨® el paso el Villarreal ante un Real sin vuelo. Un viraje absoluto hizo que en la segunda mitad el Madrid, ya lanzado, tuviera grogui a su adversario. Rulli y los postes recortaron al l¨ªder.
Un buen partido qued¨® marcado al principio por dos camaradas, esos ¨¢rbitros que tanto abundan y que cada vez hacen m¨¢s incomprensible un f¨²tbol que ni ellos comprenden. Cuanto mayores son las ayudas que tienen, mayor es la barah¨²nda. En Vila-real fue el turno de Jos¨¦ Mar¨ªa S¨¢nchez Mart¨ªnez e Ignacio Iglesias Villanueva. Y los dos, el primero como ¨¢rbitro y el segundo como confidente de VAR, dieron el cante.
Dejaron pasar un golpe de Albiol a Vinicius, que le cerr¨® el paso con el antebrazo sobre el rostro dentro del ¨¢rea. Luego, dos longuis ante un repelente pelotazo de Carvajal a la cara de Lo Celso, que estaba en la lona a dos metros del madridista. Y ambos, S¨¢nchez e Iglesias, se abstuvieron ante un planchazo alarmante de Asensio a un tobillo de Iborra y otro cachete a Vinicius, esta vez de Parejo. Demasiados indultos, m¨¢xime en estos ca¨®ticos tiempos en los que se sanciona cualquier memez.
Entre sobada y sobada arbitral, por suerte, en La Cer¨¢mica tambi¨¦n hubo f¨²tbol. Y no del malo. Dos encuentros. El del primer acto lo gobern¨® mejor el cuadro de Emery. Tras la tregua rein¨® por completo el Madrid.
De salida, el Villarreal cont¨® con Chukwueze como vector. Un suplicio para Marcelo, que nunca fue un centinela y menos cerca del ocaso. El nigeriano, h¨¢bil para dejar contrarios en la cuneta pero poco cl¨ªnico para el cierre de las jugadas, tuvo en jaque al Real hasta que Casemiro, excelente como antidisturbios, acudi¨® al auxilio de Marcelo y Vinicius, que no es un artista sin pico y pala. En la misma orilla, pero en direcci¨®n contraria, el brasile?o iba de revuelo en revuelo. A¨²n chirriante Bale, solo ¨¦l abr¨ªa rutas para los de Ancelotti. Joven e impetuoso, a Vinicius, al que ya le plantean un campo de minas los adversarios, no le conviene provocar guerrillas con algunos simulacros. Le falt¨® temple para que Foyth, tarjeteado pronto, no le resistiera como alguacil.
Un remate de Danjuma al poste derecho de Courtois fue el principal aviso amarillo. Poco a poco, el Villarreal sedujo a la pelota y el Madrid se remiti¨® al papel de resistente. Solo requiri¨® del belga en un disparo crudo de Alberto Moreno, pero su rival cargaba y cargaba, rebajado en el ¨¢rea por la ausencia de Gerard Moreno, como nost¨¢lgico estaba el Real de Benzema. Casemiro y Milit?o sostuvieron el andamiaje. Justo cuando ca¨ªa el tel¨®n del primer acto, el Madrid encontr¨® a Bale, hasta entonces un forastero, l¨®gico tras 168 d¨ªas sin convivencia ene el campo. Casemiro le cit¨® en largo y ante el gal¨¦s se interpuso Rulli. Una jugada premonitoria. Tras la tregua, el conjunto local se colg¨® del portero argentino, un dique para Bale, sobre todo.
Cambio de marcha
Con otra marcha, con ambici¨®n, sin que nadie reparara en el PSG, el Madrid se trag¨® al Villarreal. Ya no hab¨ªa ni migas de Chukwueze. Parejo no era Parejo. Todo era abrasivo para el conjunto de Emery, permeable ante crecido Madrid. Rulli era el ¨²nico tendal. Primero se interpuso ante Bale, ariete de urgencia toda la jornada, y luego repeli¨® al larguero un zurdazo del gal¨¦s. Tambi¨¦n frustr¨® a Vinicius, que no emboc¨® en un duelo esgrimista con el arquero tras un birle de Valverde a Parejo.
Emery tuvo que intervenir con los cambios. El equipo precisaba aguadores. Pero resulta que tambi¨¦n lleg¨® la rueda de sustituciones visitante y el choque se equilibr¨® en el ¨²ltimo tramo. El Real perdi¨® gas y su rival encontr¨® mayor sosiego. Y eso que al borde del cierre, Jovic tir¨® una vaselina a Rulli que se estrell¨® en el larguero. Al rechace fue Nacho, cuyo remate fue espantado por Aurier, bajo palos y con las rodillas ancladas a la hierba.
Un doble sobresalto de a¨²pa para los amarillos. Frustrante para los blancos, que por su af¨¢n y ocasiones del segundo periodo se quedaron cortos. Gui?os del f¨²tbol: el partido entre el equipo m¨¢s goleador en casa y el m¨¢s productivo en suelo ajeno concluy¨® sin bingos. Tres culpables: Rulli, Gerard Moreno y Benzema. Explicable. No tanto lo del en¨¦simo enredo arbitral que tiene a todo el sector futbolero sumido en un colosal guirigay. Mejor que no traten de explicarse. La cosa podr¨ªa complicarse a¨²n m¨¢s. Ya no es cuesti¨®n de buenos y malos ¨¢rbitros. Hasta ellos son v¨ªctimas del sistema y los perpetuos cambios de interpretaci¨®n reglamentaria.
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