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El PSG invita al contraataque
El equipo franc¨¦s se parte por la mitad cuando ataca y cuando defiende

Equipos tan expuestos al scouting m¨¢s especializado no deben presentar secretos para el rival de turno, en este caso el Real Madrid, ni siquiera tampoco para el aficionado que desayuna, come y cena con los avatares en la distancia de Mbapp¨¦, Messi, Neymar, Sergio Ramos y compa?¨ªa. T¨¢cticamente, el PSG de Pochettino responde a unos par¨¢metros posicionales bien determinados dentro del patr¨®n 4-3-3 con variantes puntuales seg¨²n los protagonistas de cada contienda. Sin embargo, es verdad que un a?o largo despu¨¦s de la llegada a Par¨ªs del t¨¦cnico argentino, la puesta en escena de su equipo presenta interrogantes futbol¨ªsticos entre los m¨¢s puristas.
?Es el PSG un equipo que prefiere dominar el partido desde la posesi¨®n, el ataque posicional y la ocupaci¨®n de los espacios en campo contrario; o, en el fondo, a pesar del arsenal de su plantilla con futbolistas doblados en todas las posiciones, se siente m¨¢s c¨®modo en el repliegue medio y la salida al contraataque con dos lanzadores de la precisi¨®n de Messi y Di Mar¨ªa y un velocista como Mbapp¨¦, el mejor especialista mundial en la materia?
Todo ello teniendo, o sin tener en cuenta, que cuando regrese Neymar, que est¨¢ a punto, las circunstancias variar¨¢n al gusto del brasile?o, que no entiende de cors¨¦s t¨¢cticos ni estilos preestablecidos y hace la guerra por su cuenta sin considerar al colectivo que le rodea.
Estas dudas sobre si el PSG es carne o pescado han surgido m¨¢s por culpa de la adaptaci¨®n de los jugadores al libro de ruta del entrenador, que por las propias ideas del t¨¦cnico, que quedaron bien de manifiesto en su anterior club, el Tottenham, donde el equipo jugaba a su imagen y semejanza y lleg¨® a una final de la Champions. Situaci¨®n que es evidente no ha podido llevar a la pr¨¢ctica en Par¨ªs.
Los tres de arriba
A la hora de formar el once, Pochettino, como en su momento el Bar?a de la MSN (Messi-Su¨¢rez-Neymar) o el Real Madrid de la BBC (Bale-Benzema-Cristiano), se siente obligado a partir de los tres de arriba, en teor¨ªa Messi, Mbapp¨¦ y Neymar, y en su ausencia Di Mar¨ªa. A partir de ah¨ª, coloca el resto de sus piezas. Las caracter¨ªsticas de los tres primeros arrastran a los otros siete. Por m¨¢s que en la Champions y ante el Real Madrid estos jugadores se activen a la hora de la presi¨®n, la realidad es que seg¨²n avanzan los minutos, el bloque se rompe en dos mitades, lo que conlleva ventajas e inconvenientes.
Ventajas, que los tres descolgados, a la contra, y con espacios pueden destrozar a cualquier rival que no tire de vigilancias, coberturas y oficio defensivo. Inconvenientes, que el equipo defiende con siete, a veces se queda descolocado en el correcalles de las transiciones y no siempre es capaz de defender un ataque organizado que le provoque superioridades num¨¦ricas y posicionales y le alterne el juego exterior e interior.
Partiendo de la base de que el PSG que el Real Madrid se encontrar¨¢ en la Champions no tendr¨¢ nada que ver con el versionado en Ligue 1 -un conjunto amanerado, previsible y que juega al pie en espera de activar la ruptura de Mbapp¨¦ a los espacios- la realidad es que en ninguna de sus variantes se caracteriza por ser un equipo con una gran implicaci¨®n defensiva. Tampoco destaca por su juego de elaboraci¨®n en el centro del campo. Cierto es que intenta salir jugando desde atr¨¢s con los dos centrales y la aportaci¨®n de un mediocentro. Normalmente, Paredes se posiciona al costado de Marquinhos o Verratti al de Kimpenbe, pero la iniciativa ofensiva de los laterales, sobre todo Hakimi Achraf por la derecha, -Nuno Mendes tampoco se corta por la izquierda- le precipita a masticar poco las jugadas y a buscar lo antes posible a los tres de arriba.
Donnarumma o Keylor
Si Gueye impone sus galones de especialista defensivo en el centro del campo por delante de Danilo, la gran duda del PSG en su once inicial se centra en su porter¨ªa. Todo un enigma saber qui¨¦n puede ser el titular teniendo en cuenta el equilibrio que Pochettino ha llevado a la pr¨¢ctica desde principio de temporada. Keylor, covid y concentraciones con Costa Rica incluidas, ha disputado 19 partidos (14 de Liga, tres de Champions, uno de Supercopa y uno de Copa), tres de ellos antes de la llegada del italiano a la disciplina del equipo.
Donnarumma ha jugado 15 encuentros (10 de Liga, tres de Champions y dos de Copa). Teniendo en cuenta que el ex madridista ha jugado las jornadas 1, 3 y 5 de la competici¨®n europea y el italiano las 2, 4 y 6, se podr¨ªa pensar que en la ida de los octavos le toca al primero y en la vuelta en el Bernab¨¦u al segundo, que adem¨¢s es especialista en penaltis.
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