Raro sufrimiento del Sevilla para avanzar a octavos
El equipo andaluz, pese a caer derrotado en Zagreb, hace valer la ventaja de la ida ante un rival que apenas le atac¨®
El f¨²tbol se puede afrontar de infinitas maneras. Para buscar una remontada tambi¨¦n hay ilimitados caminos, pero lo normal es que la mayor¨ªa pasen por atacar. El Dinamo de Zagreb mostr¨® ante el Sevilla una ruta extraordinaria: ten¨ªa que igualar los dos goles de desventaja de la ida y durante 80 minutos ni se abri¨®, ni subi¨® l¨ªneas de presi¨®n, ni apenas pis¨® el ¨¢rea del oponente. Y estuvo a punto de igualar la eliminatoria. A pesar de caer derrotado (1-0), el Sevilla hizo valer el 3-1 de la semana pasada. El f¨²tbol es, por inescrutable, maravilloso.
El Dinamo tuvo hielo en las venas. Tampoco dispon¨ªa de tantos recursos, pero cerca estuvo de sacar el premio gordo sin apenas comprar boletos. Le hizo da?o de inicio al equipo de Lopetegui en algunas conducciones en la medular o en la profundidad de unos laterales de largo recorrido, pero top¨® con un rival pleno de oficio que manej¨® los tiempos. De inicio rebaj¨® el ritmo, con el paso de los minutos se vali¨® de largas combinaciones para que se jugase lejos de Bono. Y, sobre todo, no permiti¨® transiciones m¨¢s all¨¢ de algunos raptos de entusiasmo de los centrocampistas locales.
La primera parte transcurri¨® sin ocasiones, entre el arrullo de la afici¨®n local, incansable. El Dinamo puede que fuese m¨¢s equipo en una bombonera. No lo es el a?ejo Maksimir, donde el Sevilla no pas¨® muchos malos ratos hasta un final que no se vio venir.
Durante bastantes minutos mandaron los sevillistas. La peor noticia antes del descanso para los andaluces fue la lesi¨®n de Diego Carlos. Lopetegui parche¨® con la entrada de Delaney en la medular para bajar unos metros a Fernando.
En Zagreb, una soluci¨®n de emergencia fue Fernando, pero el movimiento de piezas pareci¨® debilitar al Sevilla, que desvisti¨® un santo en el mediocampo. El plan vir¨® hacia la defensa con bal¨®n ante un rival que parec¨ªa inapetente. Replegado, sin atisbo de presi¨®n, el Dinamo destilaba la sospecha de que parec¨ªa tomarse el partido como un ejercicio de largo aliento en busca de alg¨²n episodio que le dejase vecino a la pr¨®rroga. Esas cosas a veces pasan. Apenas superada la hora de partido, Bulat entr¨® sin demasiada convicci¨®n en el ¨¢rea sevillista y en el duelo contra Acu?a la pelota sali¨® despedida hacia un brazo del lateral argentino. En la ¨²ltima reinvenci¨®n reglamentaria eso es penalti y el videoarbitraje no desdijo al ¨¢rbitro. Orsic no tuvo dudas para transformarlo.
Con casi media hora por jugar nada cambi¨® de inmediato en el Dinamo, que sigui¨® a su ritmo, sin exponerse hasta el final. Cambiaron de marcha a falta de diez minutos. Bockaj remat¨® alto, Menalo tambi¨¦n lo intent¨®. Orsic olisque¨® la escuadra con una volea desde la frontal. Los tres ¨²ltimos minutos los jug¨® el Sevilla con diez, por expulsi¨®n de Delaney, encerrado y al fin victorioso en un partido extra?o.
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