La fe del C¨¢diz puede con el Villarreal
Un gol de Rub¨¦n Sobrino en el minuto 90 hace justicia en el Nuevo Mirandilla ante un equipo de Emery con muchos cambios
El Nuevo Mirandilla cantaba ¡°a por ellos¡± en el minuto 89 y ¡°s¨ª se puede¡± en el 91. Entre los dos c¨¢nticos, Rub¨¦n Sobrino llev¨® a las gradas a un estado de felicidad buscada desde el primer minuto por un C¨¢diz aguerrido, que conserv¨® la fe desde el principio hasta el final, la misma que tuvo el goleador amarillo para meter el pie a un bal¨®n que parec¨ªa perderse por la l¨ªnea de fondo despu¨¦s de un centro de Lucas P¨¦rez. Fue un premio justo para el equipo andaluz, que sale de los puestos de descenso tras dos victorias consecutivas en casa.
El C¨¢diz es el ¨²nico equipo de LaLiga que le puede sacar los colores al Villarreal, y de forma literal. El submarino amarillo no es amarillo en C¨¢diz, por razones obvias del uniforme del equipo de casa; como la ciudad andaluza no es tan tacita de plata con tanta lluvia como este domingo. Del viento tienen m¨¢s referencias, pero el chubasco entrada la primavera extra?a un tanto.
Igual que la alineaci¨®n del Villarreal, muy descolorida. Emery hizo ocho cambios en relaci¨®n a la haza?a de Tur¨ªn, pero aunque su fondo de armario es considerable, el juego del Villarreal se resinti¨® bastante durante la primera parte. Fue el C¨¢diz quien mantuvo el control del partido. Atinado en defensa, robando muchos balones en medio campo y contando con varias opciones ante la porter¨ªa de Asenjo. Un remate de Iv¨¢n Alejo, que el guardameta desvi¨® a c¨®rner fue el primer aviso; despu¨¦s Lozano dispar¨® desviado desde fuera del ¨¢rea.
El Villarreal andaba a verlas venir, mientras el C¨¢diz se mov¨ªa al ritmo fren¨¦tico de Pacha Espino, eficaz e incansable, referente moral del equipo cadista, que apret¨® y apret¨®. Tuvo el uruguayo una oportunidad de adelantar a su equipo despu¨¦s de una cuchara deliciosa de Idrissi que le puso el bal¨®n frente a Asenjo. El disparo se fue alto. Idrissi fue protagonista tambi¨¦n en un lanzamiento desde lejos que el portero del Villarreal, que regresaba a la titularidad, mand¨® a c¨®rner.
No lo debi¨® ver demasiado claro Emery, que abri¨® la segunda parte con un triple cambio. Saltaron Coquelin, Danjuma y Capoue para reforzar la sala de m¨¢quinas y, minutos m¨¢s tarde, aparecieron Gerard y Yeremi, pero la inercia del equipo castellonense segu¨ªa siendo negativa. Nadie aparec¨ªa en el ¨¢rea de un C¨¢diz cada vez m¨¢s entusiasta, con menos calidad en sus filas pero convencido de las ideas que les est¨¢ inculcando Sergio. Rub¨¦n Sobrino mostr¨® esa fe sin fisuras en una galopada de 50 metros que acab¨® en un disparo que neutraliz¨® otra vez, Asenjo. De nuevo lo intent¨® Idrissi, tambi¨¦n desde fuera del ¨¢rea. Su golpeo se envenen¨® y oblig¨® al portero a una buena estirada.
Saliendo a la carga con cada bal¨®n, defendi¨¦ndose con solvencia y con el mismo entusiasmo que en el comienzo, el C¨¢diz acabar¨ªa recogiendo el premio justo cuando el reloj salt¨® del tiempo regular al descuento. Otra acci¨®n coral del equipo local acab¨® en una apertura de Idrissi a Lucas P¨¦rez. El centro paralelo del delantero gallego lo toc¨® ligeramente Asenjo, pero Rub¨¦n Sobrino se desliz¨® por la hierba para meter el pie y llevar la felicidad a la grada del Nuevo Mirandilla. Muchos lloraron. Todos gritaban: ¡°S¨ª, se puede¡±.
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