Azu Muguruza, la mujer milagro del baloncesto espa?ol

La normalidad vista con perspectiva se vuelve extraordinaria. Azu Muguruza (San Sebasti¨¢n, 53 a?os) se apasion¨® por el baloncesto jugando con sus compa?eras de clase en el patio del colegio Mary Ward de Donosti y, al tiempo que crec¨ªa entre canastas, tom¨® contacto con el oficio de entrenadora ense?ando a las ni?as de la escuela que siguieron su estela. ¡°Es clave ilusionarse en esa etapa. A m¨ª me encantaba el b¨¢squet y tambi¨¦n ense?ar, as¨ª que me prepar¨¦ para juntar esas dos pasiones y dedicarme al deporte¡±, relata. As¨ª comienza la historia de un milagro: el de una entrenadora que lleva 29 a?os ejerciendo el oficio en el mismo equipo, compagin¨¢ndolo adem¨¢s con el trabajo de profesora de Educaci¨®n F¨ªsica. Toda una haza?a en mitad de la grave anomal¨ªa de que haya solo dos mujeres en los 16 banquillos de la Liga Femenina espa?ola. ¡°A los alumnos les pido respeto; a las jugadoras, trabajo y humildad¡­ Y a las entrenadoras, les aconsejar¨ªa resiliencia, llegar¨¢ el momento en el que cambien las cosas¡±, lanza.

Muguruza se licenci¨® en Ciencias de la Actividad F¨ªsica y del Deporte (INEF) por la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV-EHU). Ejerci¨® como formadora de cantera y preparadora f¨ªsica en el Juven Saki Baloia y el Gros Loyola, actual Bera-Bera. Y, en 1993, con apenas 25 a?os, recibi¨® la propuesta que le marc¨® la vida. La UPV necesitaba una entrenadora para el equipo femenino de la Liga Nacional Universitaria y le ofrecieron el puesto. El proyecto fue creciendo, ascendiendo categor¨ªas y profesionaliz¨¢ndose hasta convertirse en el IDK Euskotren, que esta tarde se mide al Perfumer¨ªas Avenida (nueve veces campe¨®n) en el partido inaugural de la Copa de la Reina (a las 18.30, en Tdp). Casi tres d¨¦cadas despu¨¦s, ah¨ª sigue Muguruza, al frente del equipo donostiarra. Su historia es la historia de su club.

¡°Empec¨¦ con naturalidad, sin imaginar nunca que ¨ªbamos a alcanzar semejantes objetivos. Pero fuimos recorriendo el camino, cumpliendo etapas, y aqu¨ª sigo¡­ aguantando el tir¨®n. Las cosas han ido bien y me siguen aguantando¡±, explica sin ¨ªnfulas la entrenadora donostiarra. ¡°En el d¨ªa a d¨ªa no piensas en ese viaje, pero es una aut¨¦ntica pasada. Empezamos de la nada y mira donde estamos. Y tenemos ambici¨®n de seguir consiguiendo m¨¢s cosas, como culminar la participaci¨®n en competiciones europeas¡±, a?ade Muguruza en su repaso de un curr¨ªculo tan concreto como intenso. La UPV jug¨® en categor¨ªa universitaria hasta 2001, cuando el equipo lleg¨® a un acuerdo con el Atl¨¦tico San Sebasti¨¢n para participar en Primera Nacional con el nombre de UPV Atl¨¦tico. Y seis temporadas despu¨¦s, en Le¨®n, logr¨® el ascenso a la Liga Femenina 2, la antesala de la ¨¦lite y el profesionalismo.

¡°En ese 2007 lleg¨® el gran salto y el gran cambio¡±, recuerda Muguruza. ¡°Vimos que el proyecto exig¨ªa una dedicaci¨®n mucho mayor, con mucho m¨¢s trabajo fuera de pista, para prepararnos y estudiar a los rivales. Yo hab¨ªa hecho de todo, desde ocuparme de la preparaci¨®n f¨ªsica, dar masajes, vendar tobillos¡­ a todas las tareas que pueda haber en un equipo. Pero el club se dio cuenta de que ya no bastaba con que yo estuviera pululando por todos los lados¡±, a?ade Azu, que para entonces ya era madre de dos hijos, Laia (de 23 a?os, titulada en Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas) y Ander (de 20, canterano de la Real, que debut¨® en Primera en 2018) y se sec¨® el T¨ªtulo Superior de entrenadora. La nueva estructura pas¨® a denominarse Club Deportivo Ibaeta y su hermana Carmen, que dirige su propia empresa y conoc¨ªa de lejos el mundo de la gesti¨®n, pas¨® a ser la presidenta. Juntas llegaron a ser terceras en el campeonato de Espa?a con el equipo del colegio, y juntas han hecho del IDK un modelo de referencia, por estabilidad y resultados, en la Liga Femenina Endesa, categor¨ªa a la que ascendieron en 2013, en plena crisis de la competici¨®n.

¡°Una mujer que trabaja, que gestiona un club, que tiene unos hijos y una familia, tiene un d¨ªa a d¨ªa terror¨ªfico. Pero no nos sentimos abanderadas de nada, lo vivimos naturalmente¡±, cont¨® la presidenta en declaraciones a la FEB en 2020. ¡°La estabilidad del proyecto y la pol¨ªtica del club no s¨¦ si tiene que ver con la manera natural de entender la ambici¨®n que tenemos las mujeres, colocando el ego siempre en segundo lugar¡­ o con el car¨¢cter guipuzkoano, que somos de pico pala, poco a poco, trabajo duro, poco hablar y mucho hacer¡±, cont¨® Carmen Muguruza. El IDK de San Sebasti¨¢n y el Araski vitoriano, presidido por Iratxe Rodr¨ªguez, son los dos ¨²nicos equipos con entrenadoras en sus banquillos: Azu Muguruza y Madel¨¦n Urieta, respectivamente.

¡°El secreto es persistir¡±, prosigue Azu, profesora de Educaci¨®n F¨ªsica por las ma?anas (de alumnos entre 11 y 17 a?os) y entrenadora de ¨¦lite por las tardes. ¡°Yo he crecido con muchas entrenadoras en categor¨ªas de formaci¨®n y, sin embargo, cuando llegas arriba piensas ?qu¨¦ pasa, donde est¨¢n las mujeres? Deber¨ªan responder los clubes. ?Por qu¨¦ no conf¨ªan en nosotras? Hay muchas capacitadas para estar en esta liga¡±, subraya Muguruza. ¡°Hay muchas mujeres que, al ver que no llega nunca esa oportunidad, deciden dedicarse a la vida profesional que tenga cada una¡­ no se puede seguir esperando eternamente. Ah¨ª se abre la brecha, por la ausencia de oportunidades¡±. Azu, galardonada como mejor entrenadora de Espa?a, en 2015 y 2017, sigue en la pelea despu¨¦s de haber transformado un equipo de formaci¨®n universitaria en un club de primera categor¨ªa, ¡°a base de alma¡±, con las chicas de casa al principio y con un vestuario con seis nacionalidades ahora. ¡°Hemos ido creciendo a la vez que la liga se iba recuperando y hemos demostrado estar a la altura para no quedarnos atr¨¢s¡±, explica Muguruza, que no utiliza pizarra ni en sus clases ni en los tiempos muertos. Su camino de 29 a?os de entrenadora est¨¢ trazado con indeleble.

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