Volvamos a abrir el Camp Nou
Hay que reconocer la labor del Barcelona por cultivar una cultura de igualdad, por fomentar el desarrollo del equipo femenino y servir de inspiraci¨®n para las m¨¢s peque?as
Hay d¨ªas que quedan grabados en nuestra memoria. Instantes que permanecen en la mente al marcar un antes y un despu¨¦s. Es importante detenerse a reflexionar sobre estos momentos, porque nos marcan el rumbo hacia nuevas posibilidades. La noche del 30 de marzo de 2022 no fue una noche cualquiera, supuso una demostraci¨®n de fuerza del deporte femenino como pocas veces se ha visto.
Un total de 91.553 personas se reunieron en el Camp Nou con un objetivo: disfrutar del partido entre Real Madrid y Barcelona en los cuartos de final de la Women¡¯s Champions League. Fue algo m¨¢s que un encuentro a nivel europeo, era la movilizaci¨®n de un sentir cada vez m¨¢s fuerte. El f¨²tbol femenino es vendible e interesante si se ponen los medios para ello.
La cita rompi¨® cualquier registro anterior en el deporte. Atr¨¢s qued¨® la plusmarca establecida en la final del Mundial de 1999 en el Estadio Rosebowl de Pasadena, donde se reunieron m¨¢s de 90.000 almas para arropar el partido entre Estados Unidos y China. Salt¨® por los aires la anterior cifra tope en un encuentro de clubes, dejando a un lado los m¨¢s de 60.000 hinchas que acudieron en 2019 al Wanda Metropolitano para ver a las cul¨¦s en el estadio del Atl¨¦tico de Madrid. Y muy lejos queda el r¨¦cord previo en la m¨¢xima competici¨®n europea, con los 50.000 aficionados que siguieron la final de 2012 en M¨²nich entre el Olympique de Lyon y el Francfurt.
Uno de los estadios m¨¢s emblem¨¢ticos del f¨²tbol moderno se pobl¨® hasta la bandera para apoyar a la secci¨®n femenina del club. La imagen del campo, con el grader¨ªo te?ido por los colores del equipo, dio la vuelta al mundo generando un sentir general de admiraci¨®n. Como club vanguardista en este terreno, hay que reconocer la labor del Barcelona por cultivar una cultura de igualdad, por fomentar el desarrollo del femen¨ª y servir de inspiraci¨®n para las m¨¢s peque?as. Porque es m¨¢s f¨¢cil so?ar si hay un sue?o del que agarrarse.
El f¨²tbol practicado por mujeres vive un momento de crecimiento, y no hay que perder de vista que el camino ser¨¢ muy largo. Poner las bases de proyectos s¨®lidos es clave, dando el tiempo necesario para ir cumpliendo etapas. Atraer a las mejores jugadoras, convencer a potentes patrocinadores y generar una cultura deportiva alrededor de la disciplina es un proceso de a?os. Y la confianza en el producto ser¨¢ tan importante como el talento de las deportistas. Profesionalizar la liga y situar a mujeres referentes en la gesti¨®n ser¨ªan pasos para fortalecer un deporte con un potencial enorme.
Es cierto que el desequilibrio es grande en este momento. Pero un club comprometido como el Bar?a ha desarrollado un proyecto firme, rodeado de entidades que todav¨ªa dan sus primeros pasos. Una instituci¨®n con los objetivos claros ha abierto un camino ilusionante, y esta temporada pueden recoger m¨¢s frutos: la mejor jugadora del mundo milita en sus filas, la segunda Champions es un objetivo para la temporada y esta din¨¢mica ganadora atrae a la afici¨®n.
El club va desbordando expectativas a la vista de todos. El estadio Johan Cruyff, con apenas 6.000 butacas, se ha quedado corto para algunos partidos de la temporada. La masa social crece, muchos aficionados se quedan sin ver a las chicas jornada tras jornada y la realidad pide a gritos un movimiento: que la apertura del Camp Nou no sea una excepci¨®n en busca de un r¨¦cord sino un tr¨¢nsito habitual en las citas m¨¢s importantes. Quiz¨¢ no siempre se llene, pero el mensaje de grandeza puede ir calando en las m¨¢s peque?as. En ni?as que vean en el f¨²tbol un futuro profesional al que optar en el futuro.
Las miradas de las jugadoras son dif¨ªciles de olvidar. Chicas que han crecido en esa casa, que no han jugado en otro equipo, pudieron defender los colores en un estadio con el que han convivido desde la infancia. Ese c¨¦sped tan m¨ªstico era suyo y es un momento inolvidable. La primera vez que equipo y afici¨®n pudieron verse en el Camp Nou produjo un ambiente m¨ªstico, ojal¨¢ sea el primero de muchos encuentros.
Para que este partido marque el inicio de una era estas oportunidades deben aparecer m¨¢s a menudo. Todav¨ªa recuerdo el partido r¨¦cord del Wanda Metropolitano, una iniciativa que har¨ªa crecer al Atl¨¦tico de Madrid si se repitiera m¨¢s a menudo. El p¨²blico ha mostrado su voluntad por responder siempre que ha tenido la oportunidad de demostrarlo. En el deporte, tan dado a remover emociones, no es cosa menor el impacto del escenario.
El acceso a estos recintos no es novedad en deportes como el tenis o el baloncesto. Ser¨ªa un gran paso al frente normalizarlo en el f¨²tbol. Por suerte, el n¨²mero de chicas que pueden dedicarse exclusivamente a este deporte sigue subiendo. Cuando el producto est¨¢ bien vendido, cuando tiene la visibilidad que merece, genera un inter¨¦s amplio. Ojal¨¢ se llegue a gozar de las mismas oportunidades, simplemente se pide esto.
Atreverse a cambiar las cosas reside en personas valientes. El Bar?a ha demostrado una iniciativa enorme para poner su secci¨®n en el primer nivel mundial. En las semifinales de Champions, a finales de abril, tiene una oportunidad para volver a colocar a las figuras sobre el c¨¦sped del Camp Nou. En ese caso, se lograr¨ªa algo m¨¢s fuerte que la consecuci¨®n de un r¨¦cord: una apuesta decidida por la grandeza, por servir de ejemplo. Por demostrar que el sue?o es posible.
Lo que se vivi¨® el pasado mi¨¦rcoles es ya un bonito recuerdo. Una imagen idealizada que se ir¨¢ difuminando con el tiempo. Hagamos algo m¨¢s grande: que la ilusi¨®n resida en el pr¨®ximo gran encuentro.
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