Vinicius sobrevive a sus turbulencias
Pese a sus roces con ¨¢rbitros y rivales, el brasile?o no ha perdido el hilo de su explosi¨®n y se mantiene como una de las mayores amenazas de Europa
Vini Jr. guarda de los campos ingleses una colecci¨®n de recuerdos desesperante. Hace dos a?os se fue de M¨¢nchester eliminado por el City en octavos de la Champions y sin haber calentado siquiera, enfadado con Zidane y castigado por el t¨¦cnico por su reacci¨®n al saber que Hazard a¨²n mermado, y no ¨¦l, ser¨ªa titular. El a?o pasado se fue de Stamford Bridge, adonde vuelve este mi¨¦rcoles, triste por quedarse a un paso de la final, y confuso por la posici¨®n que Zidane le hab¨ªa encomendado. Antes de aquella noche, solo se hab¨ªa desempe?ado como carrilero derecho, brevemente, unos d¨ªas antes en un partido de Liga. Hazard tambi¨¦n aparece en aquella desubicaci¨®n: lejos de su mejor momento, el belga fue titular y a Vini le qued¨® el carril diestro.
Esta temporada Vini adelant¨® a Hazard bien pronto. En los dos primeros partidos de Liga entr¨® en su lugar despu¨¦s de una hora, y marc¨® tres goles. La llegada de Ancelotti pareci¨® haberle transfigurado. Aunque a la vista de su pasado reciente, pod¨ªa pensarse en un florecimiento ef¨ªmero.
Sin embargo, alarg¨® el despegue, y en ese camino se encontr¨® con la constataci¨®n definitiva de su flamante condici¨®n de amenaza nuclear: los abucheos, silbidos e insultos de cualquier afici¨®n rival, en especial la del Camp Nou, y un extenso cat¨¢logo de patadas. La hostilidad destap¨® un Vini protest¨®n con los ¨¢rbitros, desafiante con los defensas rivales y un punto burl¨®n con la grada enemiga. Pareci¨® a punto de descarrilar, y su peligro amag¨® por desvanecerse, pero llega a Stamford Bridge como uno de los futbolistas m¨¢s amenazantes de Europa.
Aparte de los goles y las asistencias, hay otros par¨¢metros que permiten valorar el peligro de un futbolista. Por ejemplo, se puede atender a las acciones que terminan generando tiros o goles, como hace Statsbomb, que se fija en los dos pasos anteriores a que se produzca un disparo o se marque un gol. Se tienen en cuenta conducciones, pases, regates, e incluso faltas recibidas. Podr¨ªa decirse que es una especie de pre asistencia: miran el paso de la jugada anterior a la asistencia.
Vini es el jugador de la Champions que m¨¢s participa en acciones que terminan en tiro, y el cuarto que m¨¢s veces se ve involucrado en movimientos que terminan en gol, solo por detr¨¢s de Mbapp¨¦, Lewandowski y Antony, que acumulan 10 cada uno. El brasile?o suma nueve.
En la Liga su influencia es a¨²n m¨¢s apabullante. Lidera las dos categor¨ªas anteriores, adem¨¢s de ser el segundo m¨¢ximo goleador y el sexto mayor asistente. Pero su influencia en el ataque y las turbulencias que provoca en las defensas comienzan antes del tiro. Es el jugador que m¨¢s veces ha llevado la pelota en conducci¨®n al ¨²ltimo tercio del campo y al interior del ¨¢rea contraria. Tambi¨¦n es el que m¨¢s rivales ha dejado atr¨¢s regateando (100).
Cuando un futbolista circula tanto con el bal¨®n y lo lleva tan a menudo a las zonas m¨¢s calientes, no es raro que cada vez vea m¨¢s defensas. Pura fuerza gravitatoria: Vini atra¨ªa m¨¢s contrarios hasta que le dejaban sin aire, y sin paciencia. El brasile?o es el tercero de la Liga que m¨¢s faltas ha recibido (76). Y esta temporada le han hecho ya cuatro penaltis, tantos como en todos sus a?os de profesional, Flamengo incluido.
A medida que se propagaban los ecos de su influencia, Vini se encontraba con defensas menos contemplativos y ¨¦l tambi¨¦n ten¨ªa la mecha m¨¢s corta. En varios partidos se ha visto a Ancelotti tratando de calmarlo desde la banda. ¡°Olvida la afici¨®n, solo el partido¡±, le dijo, por ejemplo despu¨¦s de que Alaba anotara el 0-1 en el cl¨¢sico del Camp Nou. El cuerpo t¨¦cnico ha tenido incluso conversaciones con ¨¦l en Valdebebas para tratar de bajarle las revoluciones y conseguir que se enfocara m¨¢s en los partidos y entendiera la dureza como algo derivado de su condici¨®n de amenaza gigante.
Ca¨ªda de precisi¨®n
Su ebullici¨®n toc¨® techo en el cl¨¢sico del Bernab¨¦u, con su equipo superado por el Bar?a y ¨¦l tratando de rebelarse. Discuti¨® con el ¨¢rbitro, con Eric Garc¨ªa y con Gerard Piqu¨¦, mientras sus compa?eros lo miraban desde la distancia y ¨¦l se consum¨ªa en esas peque?as guerras.
Pese a sus estallidos, su influencia en el juego apenas se ha resentido. Sigue disponiendo a menudo de buenas ocasiones. Si se divide la temporada en los partidos de 2021 y los de 2022, los goles esperados que ha generado se han mantenido estables: 0,36 por cada 90 minutos en el primer tramo de temporada y 0,37 en el segundo. Lo que s¨ª se ha resentido ha sido su acierto: en el primer tramo del curso marcaba por encima de lo previsto por la calidad de las ocasiones, de esos 0,36 esperados extra¨ªa 0,48 tantos. Un momento de punter¨ªa excepcional, un 50% por encima de lo que preve¨ªa el modelo de Statsbomb. Sin embargo, en el segundo tramo, de esos 0,37 goles esperados, sacaba 0,36, es decir, lo normal.
Algo parecido le ha pasado al equipo. Comenz¨® acertando muy por encima de lo que suger¨ªan los modelos (+0,39 por partido) y su punter¨ªa no solo ha dejado de ser excepcional, sino que empieza a ser peor de lo que se deduce de la calidad de las ocasiones (-0,22).
Pese al ruido, la furia y la ca¨ªda a la normalidad, Vini llega a Londres como una amenaza formidable, mientras Hazard comienza en Valdebebas la rehabilitaci¨®n de su ¨²ltima cirug¨ªa.
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