Otro naufragio sin Ramos
Sin el capit¨¢n, sancionado, dos errores de Varane propician la primera eliminaci¨®n del Madrid en la Champions con Zidane en el banquillo. El City se medir¨¢ en cuartos al Lyon
Despu¨¦s de emerger del confinamiento con enorme solidez impulsado por el empuje de Sergio Ramos, el Real Madrid se hundi¨® en M¨¢nchester mientras el capit¨¢n se desga?itaba en la grada y Varane se derret¨ªa sobre el c¨¦sped en una noche en la que tembl¨® como un primerizo. Hab¨ªa pasado un mundo desde la ida, 163 d¨ªas, y todo ese tiempo hab¨ªa disipado el ambiente sombr¨ªo que envolv¨ªa entonces al equipo de Zidane, reci¨¦n eliminado de la Copa, reci¨¦n descabalgado de la cabeza de la Liga, a pocos d¨ªas de recibir al Bar?a. Todo eso parec¨ªa olvidado al cobijo del t¨ªtulo liguero. Pero no lo hab¨ªa dejado pasar el City, que se lanz¨® al cuello del Real en busca de una pieza de caza mayor en el escenario europeo, el ¨²ltimo escal¨®n emocional que Guardiola pensaba que les quedaba por conquistar. Estar¨¢n el 15 de agosto en el Jos¨¦ Alvalade para medirse en cuartos de la Champions al Olympique de Lyon, que tumb¨® a la Juventus, otro gigante.
El Real, tan serio y s¨®lido en la reanudaci¨®n de la Liga, parec¨ªa hueco, un principiante en un festejo de veteranos. Y el desplome lo certific¨® otro descuido ins¨®lito de Varane, que cedi¨® mal de cabeza a su portero y permiti¨® el 2-1 de Gabriel Jesus. El Madrid estaba rendido. Apenas emiti¨® un breve temblor cuando sali¨® Asensio, pero Guardiola movi¨® el banquillo y lo aplac¨®. El Madrid se hund¨ªa y ni siquiera mostr¨® un arrebato final.
A Zidane se le escap¨® su primera eliminatoria de Copa de Europa con un guion inesperado. Los dos goles del City no nacieron del juego del cuadro ingl¨¦s, sino de dos vah¨ªdos de Varane, cuatro Champions, un Mundial. El hundimiento comenz¨® bien pronto. De nuevo sin Ramos, como la temporada pasada contra el Ajax, tambi¨¦n en octavos.
Cuando el Madrid sab¨ªa que deb¨ªa mirar hacia delante a por los dos goles que al menos iba a requerir para seguir en la competici¨®n, enseguida se vio obligado a girar la cabeza hacia la zaga. No por c¨®mo defend¨ªa, sino por c¨®mo trataba de empezar a atacar. La primera grieta asom¨® en quien se esperaba que fuera el basti¨®n de la zona. Con Ramos fuera, el mando era de Varane, que se despist¨® en un control y vio c¨®mo Gabriel Jesus le birlaba la pelota para entreg¨¢rsela a Sterling, que empuj¨® el 1-0.
Era muy temprano, pero la zona con m¨¢s dudas del equipo por el capit¨¢n ausente acumulaba a¨²n m¨¢s de las que tra¨ªa de casa. El choque hab¨ªa empezado con los dos equipos lanzados a morder muy arriba la salida de bal¨®n contraria, y ah¨ª sufri¨® mucho menos el City, mientras que al Madrid le entr¨® el tembleque.
El error de Varane, destinado como estaba a arropar a su pareja, Milit?o, m¨¢s inexperto, dej¨® sonado al Real. Paralizado, mientras el cuadro de Guardiola asentaba posiciones en el centro, por donde circulaban amenazantes De Bruyne y Foden, en conexi¨®n con Gabriel Jesus y Sterling. El ingl¨¦s, solo cinco minutos m¨¢s tarde, termin¨® de se?alar a los centrales contrarios al robarle un bal¨®n a Milit?o. Como remate, enseguida fall¨® tambi¨¦n Casemiro.
El City ten¨ªa enganchado al Madrid, ahogado en vacilaciones, incapaz de ver atisbar una luz que se?alara un t¨²nel de escape. El auxilio de Kroos en la salida alivi¨® la angustia. Acudi¨® a tocar, a parar, a mostrar que hab¨ªa aire suficiente. Aunque la bocanada definitiva no lleg¨® hasta que los blancos alcanzaron a sus extremos. En realidad, bast¨® con que se alejaran de Courtois hacia las bandas. Primero fue Hazard, tan entre algodones, tan entre nebulosa, que cada destello era una peque?a sorpresa. Encontr¨® en la frontal a Benzema, que se escap¨® de la defensa con un giro y meti¨® el primer susto a Ederson. Y enseguida, el segundo, tambi¨¦n a partir de Hazard, que dispar¨® de lejos a la base del poste izquierdo, adonde lleg¨® el portero.
Esos calambrazos de agitaci¨®n del belga permitieron al Madrid sacudirse un rato el miedo y tomar posiciones algo m¨¢s arriba. El City no cedi¨® del todo el mando, pero en ese tramo Benzema encontr¨® al otro extremo, Rodrygo, titular en una noche definitiva en su primer a?o de blanco. El brasile?o se escabull¨® con un control que fue un recorte en un reverso, delicado y matador. A la salida se la puso en la cabeza a Benzema, que empat¨®.
El alivio fue ef¨ªmero, insuficiente para variar el rumbo del choque. A la vuelta del descanso el City recuper¨® el cuento donde lo hab¨ªa dejado, y el ¨²nico sost¨¦n del Madrid pas¨® a ser Courtois, providencial en dos mano a mano con Sterling y en otro con Gabriel Jesus.
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