Repaso de Verstappen, derrape de Leclerc

Mercedes se llev¨® uno de los mayores palos de su historia en el apocal¨ªptico desenlace del pasado Mundial de F¨®rmula 1, en Abu Dabi, y desde entonces no levanta cabeza. Es como si la marca alemana no hubiera sabido digerir el cambio de paradigma que supuso ese t¨ªtulo de Red Bull y Max Verstappen. Cuesta de entender el pobr¨ªsimo arranque de temporada de las Flechas de Plata si tenemos en cuenta la fuerza con la que terminaron el curso pasado, con un Lewis Hamilton enchufad¨ªsimo ¡ªtres victorias en las ¨²ltimas cuatro citas¡ª, que se mostr¨® ostensiblemente m¨¢s r¨¢pido que su rival holand¨¦s, coronado gracias al intervencionismo del director de carrera, que fue decapitado a posteriori por la nueva c¨²pula de la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIM). Desde aquella noche para la historia en el circuito de Yas Marina, Mercedes ha ido desvaneci¨¦ndose hasta sufrir el apag¨®n total que se hizo totalmente visible este fin de semana.

El s¨¢bado, ninguno de sus dos coches fue capaz de meterse en la tercera criba de la cronometrada (Q3), algo que no ocurr¨ªa desde hac¨ªa una d¨¦cada ¡ªGran Premio de Jap¨®n de 2012¡ª. El domingo, George Russell cruz¨® la meta el cuarto, a 43 segundos de Verstappen, el ganador, y lo habr¨ªa hecho m¨¢s atr¨¢s de no ser por la jornada m¨¢s negra de Ferrari hasta el momento: Carlos Sainz abandon¨® en la segunda curva al quedarse varado en la gravilla despu¨¦s de que Daniel Ricciardo le diera un toque por detr¨¢s, y Charles Leclerc ¡ªconcluy¨® el sexto¡ª se meti¨® ¨¦l solito en un l¨ªo tremendo al hacer un trompo cuando circulaba el tercero e iba a por Checo P¨¦rez (segundo). El primer error de bulto del l¨ªder del certamen. Aunque pueda parecer raro o incluso estrafalario, el paso de Hamilton por Italia fue simplemente testimonial. El heptacampe¨®n del mundo, considerado por muchos como el mejor piloto de siempre, finaliz¨® el 13? tras pasarse media carrera intentando adelantar a un Alpha Tauri (Pierre Gasly), e irse a casa sin conseguirlo. Fernando Alonso, a su vez, se vio obligado a abandonar como consecuencia de un roce en el que perdi¨® la mitad del lateral de su Alpine (s¨¦ptima vuelta).

Lejos de perder intensidad, los problemas de porpositing (rebote) que pillaron a trasmano a Mercedes durante los ensayos de invierno se han ido agravando a medida que el calendario ha ido avanzando. Y eso no es lo peor, sino que los esfuerzos de los ingenieros por resolveros dejaron al aire otras flaquezas del W13. En Imola, Verstappen dio un aut¨¦ntico repaso. Adem¨¢s de acumular su segundo triunfo, con doblete incluido de Red Bull, Mad Max se llev¨® la pole y la vuelta r¨¢pida despu¨¦s de imponerse el s¨¢bado en la prueba al sprint. Una forma inmejorable de resarcirse del gatillazo de hace dos semanas, en Melbourne, donde abandon¨® por una aver¨ªa. En el polo opuesto, las miserias del constructor de Stuttgart adquirieron una nueva dimensi¨®n.

Fue tan evidente la falta de pegada del b¨®lido de la escuder¨ªa de Brackley (Gran Breta?a) que incluso hubo quien se atrevi¨® a plantearle a Toto Wolff, su director, si se hab¨ªa llegado a plantear la posibilidad de rendirse y abandonar el desarrollo del coche actual, para centrar sus esfuerzos ya en el de 2023. En su respuesta, el ejecutivo austr¨ªaco vino a decir que todav¨ªa no ha llegado ese momento, pero que puede no estar lejos. ¡°Tenemos un camino que explorar, que nos deber¨ªa permitir desbloquear el potencial que creemos que tiene este coche. Solo cuando los n¨²meros te convencen de que no hay m¨¢s ganancia posible, es entonces cuando puedes decir: vale, vamos a limitar da?os y nos focalizamos en el a?o que viene¡±, describi¨® Wolff.

Al margen del sobrepeso del prototipo, que se present¨® en la primera prueba con 20 kilos m¨¢s de los que arrastraba el Ferrari, la clave de muchos de sus apuros se concentran en el suelo del aparato, y en el diferencial que hay entre la carga aerodin¨¢mica que genera este componente ¡ªredise?ado por la nueva normativa¡ª, y la que crean las dem¨¢s ¨¢reas del veh¨ªculo. ¡°Eso genera un desequilibrio que no es f¨¢cil de manejar. Lo que estamos intentando es perder un poco de esa carga. En esta situaci¨®n, nos vemos obligados a comprometer mucho la puesta a punto para hacer el monoplaza conducible¡±, desvela a EL PA?S un t¨¦cnico de Mercedes, que en solo cinco meses ha perdido incluso el brillo. Nada m¨¢s significativo que el mensaje que Toto Wolff, director ejecutivo de la escuder¨ªa alemana, le transmiti¨® a Hamilton: ¡°Lewis, perdona por el coche que has tenido que conducir esta semana¡±.

Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.