Vero Boquete y Vicky Losada: ¡°Hemos perdido generaciones enteras de futbolistas¡±
Ganadoras de la Champions y s¨ªmbolos de una ¨¦poca, las jugadoras de la Fiorentina y del City conversan para EL PA?S antes de la final de este s¨¢bado entre el Barcelona y el Lyon
Vero Boquete (Santiago, 35 a?os) ha jugado en 18 equipos diferentes, en ocho pa¨ªses distintos. Fue una de las pioneras en emigrar, s¨ªmbolo de una generaci¨®n y del profesionalismo. En 2015, se convirti¨® en la primera futbolista espa?ola en conquistar la Champions, con la camiseta del Frankfurt. Seis a?os despu¨¦s, Vicky Losada (Barcelona, 31 a?os) levant¨® la Copa de Europa con el club de su vida, el Barcelona. La catalana, que pas¨® por el Espanyol y el Western New York Flash antes de regresar a Inglaterra para jugar en el City (ya hab¨ªa pasado por el Arsenal), acaba de publicar su biograf¨ªa Capitana (Oberon), escrito por el periodista Andr¨¦s Corpas. Boquete y Losada se conectan v¨ªa Zoom para conversar sobre el f¨²tbol en el que crecieron y el que todav¨ªa intentan ayudar a evolucionar. Y, por supuesto, hablan de la final de la Champions de este s¨¢bado a las 19.00 entre el Lyon y el Bar?a.
Vicky Losada. Intent¨¦ hacer un libro positivo. Y creo que el resultado es muy honesto, refleja la realidad que hemos pasado. Quiz¨¢s antes se ten¨ªa m¨¢s miedo a hablar y, a veces, tengo la sensaci¨®n de que se quiere hablar de todo lo bonito. Pero pienso que es importante hablar de las cosas que han sido un poco m¨¢s dif¨ªciles. Esa tambi¨¦n ha sido nuestra realidad: insultos, dificultades y pocas oportunidades. Y esto no ha ocurrido hace mucho tiempo.
Vero Boquete. Yo, por ejemplo, me com¨ª una norma federativa en la que las ni?as no pod¨ªan jugar con los ni?os. Me pas¨¦ un a?o sin poder disputar un partido porque no era legal.
V. L. Eso es falta de oportunidades. Es la falta de igualdad que muchas veces exigimos las jugadoras.
V. B. Nosotras dos hemos crecido en un contexto en el que ¨¦ramos las ¨²nicas ni?as, o de las pocas, que jug¨¢bamos al f¨²tbol. Y hemos tenido que escuchar muchas cosas que no te hac¨ªan ninguna gracia. Pero si soy positiva, puedo pensar que eso tambi¨¦n nos ha curtido y nos ha forjado car¨¢cter.
V. L. Yo era la ¨²nica ni?a que jugaba. Siempre iba con ni?os.
V. B. Mi verdadero apoyo fue el de mi casa. Mi padre nos pon¨ªa una norma: si no me dejaban jugar a m¨ª, mi hermano tampoco pod¨ªa jugar. Algunas veces, ¨¦l ten¨ªa que darse de pu?etazos; otras veces ten¨ªamos que llevar nosotros el bal¨®n. Y eso sumado a los comentarios¡ como los de marimacho, que los he escuchado en la calle, en los campus y mi familia los ha tenido que aguantar en las gradas. Pero, al final, el f¨²tbol te compensaba.
V. L. Y se nos daba bien.
V. B. Tal cual. Si el f¨²tbol no se nos hubiese dado muy bien, seguramente lo hubi¨¦semos dejado, como han hecho otras ni?as de nuestra generaci¨®n que se pasaron a otros deportes.
V. L. El f¨²tbol es un mundo m¨¢s masculinizado, pero todos esos comentarios y esas actitudes estaban en todos lados.
V. B. Yo, en Galicia, ni sab¨ªa que hab¨ªa f¨²tbol femenino hasta que tuve 15 a?os. En Catalu?a, en esa ¨¦poca, ya hab¨ªa equipos en Primera. Y es cierto que, no s¨¦ c¨®mo los has vivido t¨², que cuando comenc¨¦ a viajar y a jugar en pa¨ªses como Estados Unidos y Suecia, donde el femenino tiene mucho m¨¢s tir¨®n, me empec¨¦ a dar cuenta de que lo que pasaba en Espa?a no era normal. La diferencia entre un lugar y el otro era muy grande... c¨®mo entrenaban, qu¨¦ oportunidades ten¨ªan para competir al m¨¢ximo nivel...
V. L. Ahora que dices esto, recuerdo el Mundial de Canad¨¢. Yo era una de las m¨¢s j¨®venes y creo que t¨² eras la ¨²nica que jugaba fuera. Y siempre recuerdo lo que nos exig¨ªas. Despu¨¦s, cuando yo me fui a jugar fuera, te entend¨ª. Eras la ¨²nica que hab¨ªas visto el otro mundo y que sab¨ªas que lo que nosotras ten¨ªamos no era lo correcto.
V. B. Hace a?os que pienso que hemos perdido generaciones de futbolistas de un gran nivel, que seguramente podr¨ªan haber ganado m¨¢s de lo que se gana ahora. ?Qu¨¦ pasaba? Que no eran profesionales. Entrenaban a las nueve de la noche, no ten¨ªan gimnasios ni d¨®nde prepararse. Muchas ten¨ªan que trabajar. Todas esas jugadoras no han tenido la posibilidad de brillar. He visto jugadoras que dejaron de ir a la selecci¨®n porque no les compensaba econ¨®micamente.
V. L. Nunca tuve que trabajar porque jugaba en el Bar?a y cobraba. Pero he visto todo lo que ha pasado. Por eso, cuando hablo con jugadoras j¨®venes como Claudia Pina o Aitana, que juegan en el mejor equipo de Espa?a, o incluso del mundo, intento que sepan todo lo que pasaba antes. Hay cosas muy bonitas que te da la calle, como esa picard¨ªa que ahora se est¨¢ perdiendo, y era una parte interesante del f¨²tbol. Luego, tambi¨¦n, otra cosa que quiz¨¢ se est¨¢ perdiendo es la cercan¨ªa con la afici¨®n. Las jugadoras se van haciendo cada vez m¨¢s famosas y est¨¢n p¨²blicamente m¨¢s expuestas. Cuando estaba en el Bar?a intentaba que esa cercan¨ªa no se perdiera.
V. B. En ese sentido, los clubes no ayudan. Se est¨¢n cometiendo los mismos errores que se cometieron en el masculino. Es decir, futbolistas endiosados, a los que no puedes saludar ni tocar. Pero no es culpa de ellos, es culpa de la gente que los mete en esa burbuja. Porque cuando hablas con ellos, te das cuenta de que puedes tener una relaci¨®n completamente normal. Esa normalidad la rompen los entornos. Y eso est¨¢ comenzando a pasar en el femenino. La cercan¨ªa, sobre todo con los aficionados, era una de las cosas que defin¨ªa al f¨²tbol femenino.
V. L. Mira, justo ahora que hablamos de la afici¨®n y de la cercan¨ªa, yo he tenido una despedida del Barcelona, con la gente, con mi familia y con mis compa?eras en el Johan Cruyff, que fue incre¨ªble.
V. B. En ese sentido, los clubes est¨¢n creciendo y dando valor a sus jugadoras. En su momento, el Espanyol me organiz¨® una despedida muy emotiva en el estadio de Cornell¨¤. Hasta ese momento, creo que ninguna jugadora hab¨ªa dado una rueda de prensa para decir adi¨®s. Vicky, creo que nadie hab¨ªa tenido una despedida como la tuya. Adem¨¢s, lo dejaste despu¨¦s de ganar la Champions.
V. L. Ahora, el Lyon quiere volver a ganar en Europa. Pero el Bar?a quiere la revancha de la final de 2019. El Lyon ha recuperado a su gran l¨ªder: Hegerberg, que les va a dar un plus. Son dos estilos completamente diferentes, con perfiles de jugadoras distintas. Ser¨¢ muy interesante.
V. B. Ser¨¢ una final muy distinta de la de 2019. El Bar?a llega a Tur¨ªn como llegaba el Lyon a Budapest. Ahora el Bar?a es el Lyon de antes. Y esa va a ser la guerra. Si el control total es del Bar?a o el Lyon se da un ¨²ltimo baile. Tengo mucha curiosidad por ver el planteamiento del Olympique. El Wolfsburgo en el partido de vuelta de la semifinal [2-0, primera derrota del Bar?a en la temporada] demostr¨® un poquito c¨®mo hay que jugarle.
V. L. El Bar?a dentro del 4-3-3 tiene muchas variantes y tiene jugadoras con diferentes roles que le pueden dar distintas opciones. ?Qui¨¦n quieres que gane? ?Vas con el Bar?a, no?
V. B. S¨ª, claro.
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