Mbapp¨¦ planta al Madrid y condiciona su plan de futuro
El club blanco, que coloc¨® en el centro de su proyecto a largo plazo a Mbapp¨¦ ante el pr¨®ximo final de su vieja guardia, recibe el no del franc¨¦s a una semana de la final de la Champions en Par¨ªs
La jornada siguiente al D¨ªa de los Enamorados, el 15 de febrero, los madridistas desplazados a Par¨ªs para asistir a la ida de los octavos de final de la Champions recibieron a Kylian Mbapp¨¦ en el Parque de los Pr¨ªncipes como si ya fuera suyo. Una hora antes del partido, el equipo local inici¨® el calentamiento junto a la esquina donde se ubicaban los aficionados espa?oles y estos desplegaron un amplio cat¨¢logo de c¨¢nticos para un futbolista que, seg¨²n su convencimiento, solo el tiempo le separaba del Bernab¨¦u. El p¨²blico franc¨¦s asisti¨® con indiferencia a la escena y el delantero continu¨® a lo suyo. Tres horas m¨¢s tarde, en el minuto 94, Mbapp¨¦ abat¨ªa al Madrid desde ese mismo c¨®rner de los afectos despu¨¦s de un largo asedio personal, pero ni siquiera la derrota en el ¨²ltimo segundo (1-0) pareci¨® afectar al amor de la hinchada blanca por el chico de Bondy. Segu¨ªa siendo cuesti¨®n de tiempo que fuera suyo, pensaron.
El mayor culebr¨®n de los ¨²ltimos tiempos, salpimentado con generosas dosis de show y propaganda, continu¨® su curso durante meses, con los inevitables giros de todo serial, pero en el Bernab¨¦u la muchachada nunca dud¨®, hasta el final, del futuro blanco de Mbapp¨¦. Se fantaseaba con las dimensiones de la presentaci¨®n¡ As¨ª fue hasta muy poco antes de que el desenlace dejara al Madrid como una novia plantada en el altar. La bomba le ha explotado en la cara en el peor momento y la onda expansiva tiene consecuencias muy notables a corto y medio plazo para el club, que adem¨¢s no consigue arrebatarle el jugador a su n¨¦mesis de estos tiempos, el club-Estado del PSG.
De entrada, el giro inesperado de guion sucede a una semana de la final de la Champions, con la erosi¨®n y el ruido que eso implica, y pase lo que pase en Par¨ªs, el no de Kylian compromete su planificaci¨®n deportiva. En los dos ¨²ltimos cursos, todos los croquis de Valdebebas colocaban al atacante como v¨¦rtice del proyecto de un equipo que asiste a la recta final de su vieja guardia, con Modric (36 a?os) y Benzema (34) a la cabeza.
En el mundo hay dos jugadores llamados a dominar el f¨²tbol y el marketing de la pr¨®xima d¨¦cada, Erling Haaland y Mbapp¨¦, y el Madrid ten¨ªa al franc¨¦s como cuesti¨®n prioritaria. Sin embargo, en julio, cuando la plantilla vuelva a la actividad, ninguno de los dos cruzar¨¢ la puerta de la ciudad deportiva. El noruego, por quien tambi¨¦n mostr¨® inter¨¦s la entidad de Chamart¨ªn, lo har¨¢ en el City. Hace dos semanas se anunci¨® el aterrizaje del goleador del Dortmund en M¨¢nchester y nadie se inmut¨® en la Castellana. Mbapp¨¦, entonces, era cuesti¨®n de tiempo.
La llegada de la pandemia y sus graves consecuencias econ¨®micas obligaron todav¨ªa m¨¢s a marcar las prioridades, y el Madrid dej¨® claro que la suya jugaba en el PSG. Durante dos campa?as, los gastos en fichajes se redujeron casi a cero y todo lo recaudado en ventas, que no fue escaso (180 millones), se destin¨® a engordar el cerdito para suavizar p¨¦rdidas y poder acometer la operaci¨®n. Apenas hubo una excepci¨®n de 30 millones, la llegada de Camavinga el pasado verano, y solo cuando en el ¨²ltimo d¨ªa de mercado se dio por descartada en ese momento la adquisici¨®n de Mbapp¨¦ debido al muro negociador de Qatar, due?o de la entidad parisina.
Pese al grave inconveniente de la covid, el plan de ahorro hab¨ªa dado sus frutos y la c¨²pula blanca, en la ¨²ltima semana del pasado agosto, lanz¨® una ofensiva sin precedentes: tres ofertas consecutivas por 160, 180 y 200 millones por un jugador que terminaba contrato dentro de un a?o. La decisi¨®n, adem¨¢s de para exhibir m¨²sculo financiero en un momento de grave crisis mundial, sirvi¨® para medir el grado de importancia que otorgaba el Madrid a la llegada de Mbapp¨¦. Un term¨®metro ahora de la decepci¨®n que deja el plante del futbolista, agravado por el instante tan sensible en que se produce.
Ante el inminente e inevitable declive f¨ªsico de varios de sus hombres clave, el epicentro de la pr¨®xima d¨¦cada deb¨ªa ser Kylian, el hombre para recoger el testigo de su amigo Benzema, que no ha parado de cortejar al joven cada vez que han coincidido en la selecci¨®n. El nueve galo vive la mejor campa?a de su carrera (44 tantos y 15 asistencias), pero cada curso que pasa es una bala menos en sus piernas. Desde el pasado verano, adem¨¢s, su regreso con Francia aumenta el estr¨¦s sobre su carrocer¨ªa, que esta campa?a ya ha dado muestras de alguna debilidad pese a su exuberancia anotadora (casi 10 partidos perdidos por lesi¨®n o descanso frente a seis de la pasada). La cercan¨ªa del Mundial y la frustraci¨®n acumulada por su ausencia de la selecci¨®n durante cinco a?os descartan a corto plazo cualquier posibilidad de renuncia de Karim al equipo nacional.
Esta temporada, bajo la mirada suave de Carlo Ancelotti, los blancos han encontrado al fin frutos en su pol¨ªtica de adquisici¨®n de j¨®venes talentos. En el ataque, Vinicius ha explotado y Rodrygo ha ofrecido grandes picos, sin embargo, la edad de Benzema obligaba a pensar en movimientos de calado porque, en la actual plantilla, por detr¨¢s de estos solo hay un enorme desierto, con Mariano, Jovic y el extrav¨ªo de Hazard. El elegido era Mbapp¨¦, el nombre al que se fio todo y cuya continuidad en Par¨ªs obliga a repensar el plan deportivo del Madrid a medio, e incluso corto, plazo.
Un serio contratiempo deportivo que se une a la victoria en los despachos del PSG de Qatar. Derrotado en el campo en marzo en la Champions por la primera de las remontadas del Madrid, ca¨ªda que afect¨® a la imagen de solidez del proyecto, ahora su fuerza econ¨®mica y el despliegue diplom¨¢tico y pol¨ªtico del club y de Francia han concedido a la entidad parisina una victoria institucional nada menor frente a su declarado enemigo.
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