La precuela de Kobe Bryant

En el baloncesto hay jugadores que saben que recibir¨¢n el ¨²ltimo bal¨®n en el instante decisivo. Lo saben ellos, lo saben los compa?eros, lo sabe el p¨²blico presente en el estadio y lo sabe la audiencia que lo sigue a trav¨¦s de la pantalla. Durante unos segundos, ser¨¢n un dechado de confianza y seguridad en sus capacidades. Tomar¨¢n decisiones en medio de un mar de brazos y con la banda sonora del griter¨ªo de la grada. Enfocar¨¢n el aro con la presi¨®n a?adida de todas las almas que sufrir¨¢n o disfrutar¨¢n si logran encestar. Pero parecer¨¢n no sentirla. Ser¨¢, cada ¨²ltima jugada, como si fuera un d¨ªa m¨¢s en la oficina. Como si hubieran estado todo el partido aguardando ese momento. Da igual el formato que se les presente, suelen terminar encontrando una salida.

El 7 de diciembre de 1992, el peri¨®dico The Philadelphia Inquirer public¨® un dosier de baloncesto de instituto en el que se a?ad¨ªa una breve rese?a de cada equipo. A la del conjunto de Lower Merion le acompa?aba una frase: ¡°Recuerden este nombre: Kobe Bryant¡±. No hab¨ªa sido una gran temporada para ellos (cuatro victorias y 20 derrotas), pero la figura de aquel joven jugador emerg¨ªa con fuerza.

Con los a?os, llegar¨ªan los cinco anillos de campe¨®n de la NBA, los 33.643 puntos o la capacidad para jugarse el ¨²ltimo bal¨®n, pero antes -mucho antes-, estuvieron las calles de Filadelfia o los a?os en Italia. En El ascenso, Kobe Bryant y la b¨²squeda de la inmortalidad (C¨®rner), el periodista estadounidense Mike Sielski repasa los a?os que precedieron a la estrella. Para ello, Sielski ha rescatado del olvido las cintas grabadas a Bryant -fallecido en enero de 2020 en un accidente de helic¨®ptero- durante su adolescencia y sus primeros pasos en la NBA. ¡°Tienes que darte cuenta de que, cada noche, un tipo puede salir y machacarte. Tienes que estar preparado, y s¨¦ que voy a prepararme. Si un tipo sale y me machaca, no voy a quedarme sentado y dejar que lo haga. Voy a hacer todo lo que pueda para detenerlo y, si me pasa por encima, tendr¨¦ que mirar la cinta de v¨ªdeo para ver lo que hizo para ganarme. Y la pr¨®xima vez que juegue contra ¨¦l, voy a saber todos sus movimientos. Voy a saberlo todo¡±. Palabra del Bryant de 18 a?os.

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