Vinicius, el goleador que quiso vender Zidane

La noche del ingreso de Vinicius Jr. en la zona m¨¢s noble de la leyenda europea del Real Madrid, en las gradas del estadio se sentaba la persona que, teniendo m¨¢s poder, m¨¢s hab¨ªa dudado de ¨¦l. Zinedine Zidane acudi¨® al Stade de France vestido con una chaqueta blanca con capucha y acompa?ado de su esposa, Veronique, y de sus hijos Luca y Theo. La final de la Champions fue una de las paradas deportivas del franc¨¦s en un fin de semana que el d¨ªa anterior le hab¨ªa llevado a Roland Garros y este domingo, a M¨®naco, a la F¨®rmula 1. Desde la butaca de su palco VIP de Saint-Denis vio c¨®mo ganaba una Copa de Europa con su gol un futbolista al que hab¨ªa querido vender.

Zidane y Vinicius nunca sintonizaron la misma frecuencia. El franc¨¦s no cre¨ªa que el futbolista pudiera aportar algo que se ajustara a sus expectativas, y prefer¨ªa a Eden Hazard, pese a que el belga estuvo siempre en unas condiciones f¨ªsicas muy precarias. La incomodidad del t¨¦cnico con los problemas de comprensi¨®n del brasile?o de algunos conceptos del juego que ¨¦l ve como naturales desemboc¨® en la falta de confianza hacia el futbolista, y en el desconcierto y el des¨¢nimo de Vinicius.

El t¨¦cnico lleg¨® a proponer a los directivos del club que se desprendieran del jugador, pero en los despachos siempre estuvieron convencidos de que explotar¨ªa y descartaron la opci¨®n. Por su lado, Vinicius siempre quiso quedarse en el Madrid, aunque durante alguna de las rachas de peor sinton¨ªa su gente se plante¨® si no ser¨ªa mejor sacarlo de all¨ª, Pero nunca llegaron a mover ficha, pese a la insistencia, por ejemplo, del Paris Saint-Germain.

Por entonces, en la ¨¦poca cruda, el brasile?o ya se besaba el escudo cada vez que marcaba, que era mucho menos a menudo que ahora. Se mezclaban el desinter¨¦s de Zidane y la desconsideraci¨®n a paladas de las redes sociales, pero Vinicius ha disfrutado siempre de una seguridad acorazada. En los d¨ªas malos, segu¨ªa intentando una y otra vez destrozar defensas. Y en los d¨ªas buenos, como el s¨¢bado, que terminaba con una final de la Champions, esa seguridad le serv¨ªa para afrontar el reto con tranquilidad. El brasile?o se pas¨® la mayor parte del tiempo libre del s¨¢bado durmiendo, mientras algunos compa?eros, como Rodrygo, se entreten¨ªan jugando al p¨®ker en el buc¨®lico y apartado Auberge du Jeu de Paume, el hotel de concentraci¨®n en Chantilly, casi una hora al norte de Par¨ªs. Dormitaba y respond¨ªa mensajes de buena suerte: ¡°Que sea un buen d¨ªa para todos¡±, era su respuesta m¨¢s repetida.

No le alter¨® ni el retraso del comienzo de la final por los incidentes en los alrededores del estadio. Su gol, el gol que vale una Copa de Europa, resume su nivel de confianza y la progresi¨®n de su juego.

La jugada empieza con un gui?o de ojo a Klopp y un choque de manos con el entrenador del Liverpool. En ese momento, el bal¨®n hab¨ªa salido y Mendy se dispon¨ªa a sacar en esa misma banda izquierda unos cuantos metros m¨¢s atr¨¢s. Empieza entonces una jugada en la que recibe Kroos, que devuelve a Mendy, este se la da atr¨¢s a Milit?o... Mientras, Vinicius ha olvidado las sonrisas con Klopp y sigue el movimiento de la pelota al trantr¨¢n. Carvajal, Casemiro, Modric, Carvajal, Casemiro y a correr Valverde. Entonces, el brasile?o se enciende. ¡°He visto que Fede iba a tirar, que pod¨ªa pasar el bal¨®n ah¨ª, y ah¨ª estaba. Estaba escrito. Ya sab¨ªa que el bal¨®n podr¨ªa ir ah¨ª. En los entrenamientos estaba siempre ah¨ª¡±, cont¨®. Un tiro, un gol. Cl¨ªnico como Zidane no lo hab¨ªa imaginado.

Lo anot¨® muy cerca del lugar del fondo en que se ubicaban sus familiares y los miembros de su equipo, que lo celebraron entre l¨¢grimas mientras ¨¦l besaba el escudo. Vieron en ese momento el colof¨®n a todo lo que ha trabajado y han trabajado con ¨¦l, y el momento tambi¨¦n supuso una v¨¢lvula de escape a la presi¨®n y el sufrimiento que hab¨ªan compartido, sobre todo en la ¨¦poca m¨¢s dura de los memes.

La expedici¨®n familiar lleg¨® a la casa de La Moraleja este domingo a las cuatro de la madrugada, y se esperaron al futbolista hasta las ocho. Hubo algo de charla, algunos durmieron un poco y luego compartieron una barbacoa en el jard¨ªn. Era el paisaje ideal para Vinicius, que siempre quiere su casa llena de amigos y familiares. Estuvo con ellos hasta que a media tarde tuvo que incorporarse al largo festejo por Madrid de la Champions que el Madrid gan¨® con su gol.

Hoy ya se ir¨¢ a Corea, con la selecci¨®n brasile?a, mientras su agente, Fred Pena, termina de cerrar la ampliaci¨®n de su contrato con el Madrid, una negociaci¨®n de la que, seg¨²n fuentes cercanas a las conversaciones, el futbolista no tiene demasiado detalle, como apenas lo tiene de su sueldo actual. Pero conf¨ªa, y sabe que quiere quedarse, una vez que ya qued¨® muy atr¨¢s la idea de venderlo de Zidane.

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