Los Celtics noquean por sorpresa a los Warriors en el primer asalto de la final de la NBA

Los Boston Celtics ofrecieron en el primer partido de la final de la NBA una lecci¨®n de confianza en s¨ª mismos que dar¨ªa para un libro de autoayuda. Sin duda, un ¨¦xito de ventas. Varias veces dieron por muertas sus aspiraciones de derrotar a domicilio a los Golden State Warriors. Y varias veces encontraron el modo de levantarse de la lona. El marcador acab¨® este jueves con un 120-108 que se queda corto para explicar los vaivenes de un partido fren¨¦tico, en el que el equipo de San Francisco lleg¨® a ganar de 15 puntos y que acab¨® con la primera derrota en casa de los Warriors desde el final de la temporada regular, tras una espl¨¦ndida lluvia de triples de los visitantes durante ¨²ltimo cuarto.

Y eso que la casa contaba como una mansi¨®n a estrenar: era la primera vez que el equipo de San Francisco jugaba una final en el Chase Center, un estadio dise?ado a la ¨²ltima e inaugurado en 2019, justo a tiempo de que, ay, llegara la pandemia y mandara parar.

El partido empez¨® con la estrella de los Warriors, Stephen Curry, haciendo lo que mejor sabe: jugar con su protector bucal y con la temible defensa de los Boston Celtics. Daba vueltas y vueltas con los dientes al trozo de pl¨¢stico como merodeaba en torno al ¨¢rea enemiga buscando los mejores lugares para lanzar sus bombas de precisi¨®n como un general que gana las batallas desde la comodidad de la retaguardia. Marc¨® 21 puntos en el primer cuarto y bati¨® la primera marca de esta final de la NBA, al convertirse en el ¨²nico jugador de la historia que anota seis triples en esos 12 inaugurales minutos.

Para entonces, los amantes de las estad¨ªsticas ya echaban mano de cierta actuaci¨®n en 1993 de un tal Michael Jordan. Pero la realidad les oblig¨® r¨¢pidamente a guardar la calculadora: el segundo cuarto arranc¨® con otra salva de triples... pero no eran de Curry. Los Celtics, que hab¨ªan aguantado el primer chaparr¨®n de la velada con dignidad mientras marcaban desesperadamente el n¨²mero de tel¨¦fono de Robert Williams III para saber d¨®nde andaba, rearmaron sus filas y lograron neutralizar al base de los Warriors, que ahora se daba de bruces contra Jayson Tatum y, a la vuelta de la esquina, tropezaba con Marcus Smart, que por algo ha sido elegido como el mejor defensor de la temporada. Curry se fue de vac¨ªo al descanso de mitad del partido. Y con tres faltas personales.

Los Celtics se pusieron por delante a poco m¨¢s de dos minutos del final de la primera mitad. Pero fue solo el primero de los espejismos de un partido con m¨¢s vueltas que un circuito de carreras. El choque entre la mejor defensa de la temporada y el m¨¢s efectivo ataque se resolvi¨® durante el tercer cuarto en favor de los Warriors, que supieron cerrarse mejor atr¨¢s. Tambi¨¦n volvi¨® la magia de Curry, quien, aflojado el cerco sobre sus movimientos, se deslizaba con contagiosa facilidad entre las l¨ªneas de los Celtics (acab¨® como m¨¢ximo anotador, con 34 puntos).

As¨ª que la confianza del equipo visitante se fue por donde hab¨ªa venido: los jugadores de Boston, y especialmente Tatum, que se dej¨® una y otra vez en el aro el brillo de su estrella, fallaron m¨¢s tiros y asistencias de la cuenta. Los Celtics se fueron con 12 puntos de diferencia al descanso.

El ¨²ltimo cuarto asisti¨® al regreso del conjunto de Boston a la vida, que lo estren¨® con un parcial de 9-0. En un abrir y cerrar de ojos, el marcador estuvo de nuevo igualado. Y ah¨ª se despleg¨® en todo su esplendor la lecci¨®n del joven equipo entrenado por Ime Udoka en el arte de resurgir de las ruinas. En esos minutos, la tormenta de triples cambi¨® su rumbo para descender sobre el ¨¢rea de los Warriors. En los primeros compases, marcaron nada menos que 7 de 7. Los m¨¢ximos anotadores de ese lado acabaron siendo: Al Horford (26 puntos), Jaylen Brown (24) y Derrick White (21).

La final, al mejor de siete partidos, continuar¨¢ el domingo, de nuevo en San Francisco. Los Celtics buscan romper el insidioso empate a 17 t¨ªtulos de la NBA con su eterno rival, Los ?ngeles Lakers. Tambi¨¦n est¨¢n ansiosos por sacudirse el sambenito del equipo que vive de las glorias pasadas: solo han ganado un campeonato desde 1986. Fue, precisamente contra los Lakers, en 2008.

Los Warriors, que llegan m¨¢s descansados, despu¨¦s de ventilarse a sus rivales previos (Dallas Mavericks) antes de la cuenta, han jugado, por su parte, seis de las ¨²ltimas ocho finales. Y esta la encaran con cierto aire a ¨²ltimo hurra: por algo han ganado cuatro de sus seis anillos desde 2015. Si esta vez logran la gloria deshar¨¢n su propio empate a t¨ªtulos con los Chicago Bulls.

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