La furtiva salida de Lieke Martens del Barcelona al PSG

El pasado domingo, el Barcelona despidi¨® la temporada con una cena en el restaurante Gaudim del Eixample. Habl¨® el entrenador, las capitanas y tambi¨¦n tom¨® la palabra Lieke Martens. ¡°En ning¨²n lugar voy a estar mejor que aqu¨ª. Vosotras sois mi familia¡±, expuso la neerlandesa, de 29 a?os. El discurso de la delantera ten¨ªa un dejo a despedida. Pero a nadie le sorprendi¨®. Todos conoc¨ªan su situaci¨®n, m¨¢s pendiente de resolver su futuro personal que profesional. S¨ª llam¨® la atenci¨®n, en cambio, cuando desde el pasado lunes dej¨® de descolgar el tel¨¦fono. Nadie sab¨ªa nada de Martens en Barcelona. En Par¨ªs, s¨ª. El jueves la neerlandesa pas¨® la revisi¨®n m¨¦dica con el PSG. Este viernes por la ma?ana, Martens rompi¨® su silencio. De manera extraoficial, seg¨²n explican en el Barcelona, la neerlandesa anunci¨® que no aceptaba la oferta de renovaci¨®n de su contrato que finaliza el 30 de junio.

¡°En realidad, aceptar ya la hab¨ªa aceptado. Lo que ahora hace es informarnos de que no firmar¨¢ lo que ten¨ªamos acordado¡±, subrayan desde los despachos del Barcelona. La temporada pasada, despu¨¦s del hist¨®rico triplete del Bar?a (Liga, Copa de la Reina y Champions), el director deportivo azulgrana, Markel Zubizarreta, comenz¨® a trabajar en las renovaciones. Sellados los nuevos v¨ªnculos de Mapi Le¨®n, Oshoala y Marta Torrej¨®n, el Bar?a ten¨ªa visto para sentencia el contrato de Lieke Martens. Como la neerlandesa no tiene agente, el pacto se concluy¨® de manera expr¨¦s entre Zubizarreta y la futbolista, que pasar¨ªa al primer escal¨®n de la masa salarial del equipo femenino azulgrana. Hab¨ªa, sin embargo, que solucionar un problema. Martens ya no quer¨ªa estar lejos de su pareja, el portero Benjamin van Leer, suplente en el Sparta Rotterdam.

¡°Hemos hablado con el N¨¢stic, con el Reus, con el Cornell¨¤, con el Girona¡­ Hemos estado en contacto con todos los clubes que est¨¢n relativamente cerca de Barcelona¡±, apuntan en el club catal¨¢n. De hecho, en el Bar?a confiaban en lograr un acomodo para Van Leer en el Andorra de Gerard Piqu¨¦. Ocurri¨®, en cualquier caso, que Martens se esfum¨® tras la cena de despedida de temporada. Y el estupor comenz¨® en los despachos, pero continu¨® en el vestuario. En mayo, Le Pariesen hab¨ªa informado que Martens jugar¨ªa en el PSG la pr¨®xima campa?a. Por entonces, en el club estaban tranquilos. ¡°Ya tenemos todo pactado. Solo falta solucionar un tema personal¡±, explicaban. Y hasta su amiga Caroline Graham Hansen se encarg¨® de desmentir la informaci¨®n del rotativo franc¨¦s. ¡°Fake news¡±, public¨® la noruega.

La respuesta de Martens no cambia los planes deportivos del Barcelona. ¡°Aunque¡±, matizan en el club; ¡°si es verdad que lo tiene cerrado desde febrero lo hubi¨¦semos preferido saber con m¨¢s anticipaci¨®n¡±. Cuando Martens reci¨¦n comenzaba a despuntar en el Rosengard de Suecia, el Bar?a la fich¨® en 2017. Ese mismo verano, la delantera se convirti¨® en el s¨ªmbolo de la selecci¨®n de Pa¨ªses Bajos que conquist¨® la Euro femenina. ¡°Todo fue diferente. En el campo, fuera del campo y en mi tiempo libre, mi vida cambi¨® a partir de 2017. No fue f¨¢cil. Fue una etapa que me cost¨®. La gente comienza a pensar diferente acerca de ti. Nadie te conoce y, sin embargo, todos tienen una opini¨®n sobre ti. Fue raro, estaba acostumbrada a una vida normal¡±, confesaba Martens en una entrevista a EL PA?S.

Superada la transici¨®n futbol¨ªstica y emocional, Martens brill¨® la campa?a pasada. Busc¨®, entonces, la estabilidad personal. Parec¨ªa que la iba a conseguir: el Bar?a se hab¨ªa comprometido a ayudar a resolverla. Y la neerlandesa, por su parte, evolucion¨® en el campo: 22 goles en 32 partidos, su mejor estad¨ªstica desde que lleg¨® a Barcelona. Pero no fue suficiente. Martens, que seg¨²n cuentan en el Bar?a aseguraba que le seduc¨ªa m¨¢s el proyecto deportivo que el econ¨®mico, ultima su fichaje por el PSG. Su contrato se duplicar¨¢ y estar¨¢ a menos kil¨®metros de distancia de su pareja (500, por los 1.500 que separan Barcelona de ?msterdam). Su etapa en el Bar?a, en cualquier caso, se cierra de manera furtiva, esquiva con la direcci¨®n deportiva, distante de las l¨ªderes del vestuario.

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