Mapi Le¨®n: ¡°?En el f¨²tbol masculino no hay gais?¡±
La central del Barcelona y de la selecci¨®n espa?ola es un s¨ªmbolo despu¨¦s de romper un tab¨² al hablar de su homosexualidad
¡°Hay mucha gente que me dice que practique en piel de cerdo¡ Pero a m¨ª me da igual, es mi cuerpo¡±. No es cirujana pl¨¢stica, tampoco veterinaria. Es Mar¨ªa Pilar Le¨®n, Mapi, (Zaragoza, 23 a?os), futbolista profesional del FC Barcelona, internacional con Espa?a. ¡°?No le gusta?¡±, pregunta con una sonrisa, al tiempo que ense?a el tatuaje en la palma de la mano izquierda; ¡°me lo hice yo. Es una rosa¡±. Cuenta que siempre le ha gustado dibujar, que le interesa el arte y que nunca ha perdido la curiosidad. Le gusta hablar, pero escucha. Tambi¨¦n pregunta. Por momentos reflexiva, en otros espont¨¢nea; Mapi es, esencialmente, natural. Y tiene carisma. Guarda, sobre todo, esa sabia inconsciencia de la gente valiente.
¡°No me siento un icono, ?por qu¨¦ lo deber¨ªa sentir? Yo, antes que nada, soy futbolista. No tengo un discurso ni lo quiero tener. Solo busco ser sincera¡±. El verano pasado, la cuenta de Instagram de Mapi estaba agitada. Acababa de decir p¨²blicamente que es lesbiana. No paraban de llegarle mensajes: ¡°Gracias¡±, ¡°Te he visto a ti y me ha dado fuerza¡±, ¡°No estoy sola¡±. Chicas y chicos de toda Espa?a le reconoc¨ªan su gesto. ¡°Los le¨ª a todos, no los contest¨¦. No pensaba que pod¨ªa ser importante para tanta gente¡±.
Su mensaje, m¨¢s revelador que liberador, fue un motor de catarsis ajena. ¡°Si t¨² tienes un entorno en el que la gente dice putos gais de mierda o las bolleras me dan asco, quiz¨¢s te lo tienes que pensar bien antes de confesarlo, ?no? Esto todav¨ªa le pasa a mucha gente¡±, analiza Mapi. ¡°Siempre he sido muy reservada, muy m¨ªa. Antes de hacerlo p¨²blico, analic¨¦ lo bueno y lo malo. Tengo la sensaci¨®n de que he podido ayudar. Y eso es lo importante¡±.
Mapi no se esconde y, si duda, se toma unos segundos para meditar bien su respuesta. ?Por qu¨¦ no hay futbolistas masculinos gais? ¡°Me parece algo curioso¡±, afirma Mapi. Y cuestiona: ¡°?De tantos jugadores que hay en el mundo, ninguno es gay?¡±. Cree, sin embargo, que salir del armario no ser¨ªa una prueba f¨¢cil en el masculino. ¡°Habr¨ªa muchas cr¨ªticas, ojal¨¢ me equivoque¡±. Y pone un ejemplo: ¡°Los chicos de nuestra edad tienen muchas curiosidades. Un d¨ªa, un amigo me pregunt¨®: ¡®?En un vestuario hay muchas lesbianas? Yo no podr¨ªa estar con un gay en el vestuario, me mirar¨ªa¡±. Le¨®n no se intimida. ¡°Yo le intent¨¦ explicar, no s¨¦ si le ayud¨¦. Quiz¨¢ cuando le pase ¨¦l se d¨¦ cuenta de que lo que pensaba era una tonter¨ªa. La gente le teme a lo desconocido, a lo que no est¨¢ acostumbrada. Como mecanismo de defensa, juzga. Y eso se convierte en prejuicio. Hay que normalizarlo, es la ¨²nica v¨ªa¡±.
Y, en ese camino, tambi¨¦n est¨¢ el f¨²tbol femenino. A puro machete en la selva de los estereotipos. ¡°Cuando escuchas gente que dice que no es ni f¨²tbol ni femenino hay que mirar de qui¨¦n viene. A m¨ª me gustar¨ªa preguntarles: ¡®?Qu¨¦ buscan cuando miran un partido? ?Que se peguen? ?Que jueguen bonito? ?Que corran mucho?¡¯ Hay partidos de los chicos muy intensos y bonitos, como tambi¨¦n los tenemos nosotras¡±, explica Le¨®n. Entonces, se enciende. Le gusta hablar de f¨²tbol. ¡°Y creo que lo entiendo¡±, advierte. ¡°Hay gente r¨¢pida, otra que sabe regatear, est¨¢n las contundentes¡ Que seas bueno no te hace entender el juego. Hay gente que no se da cuenta de lo que pasa en el campo, ni sabe encontrar los espacios ni manejar los tiempos¡±, explica la defensa azulgrana.
Del patio del colegio a los parques, hasta llegar al f¨²tbol sala. ¡°Empec¨¦ de extremo, me pasaron a jugar de lateral y ahora soy central. Los cojos a la defensa¡¡±, dice. No puede disimular la risa. Una pausa y se vuelve a poner seria: ¡°Intento leer el juego, me ficharon para eso. Y soy contundente. Odio perder, me da tanta rabia que no puedo ir a robar un bal¨®n al trote, lo tengo que hacer al m¨¢ximo. Eso se lleva en la sangre y se nota¡±, explica Mapi, que se form¨® en el Zaragoza, pas¨® por el Espanyol y el Atl¨¦tico, antes de que el Bar?a la fichara por 50.000 euros. Un hecho hist¨®rico: fue el primer traspaso en Espa?a.
No vale todo
Todav¨ªa no pudo levantar la Liga con el Barcelona, subcampe¨®n en las ¨²ltimas tres campa?as. ¡°No voy a decir nada nuevo, nos dejamos puntos en campos donde no deber¨ªamos haberlo hecho. No s¨¦ si nos falt¨® alma, orgullo, mala leche o qu¨¦. Algo nos falt¨®¡±, explica. Saben en el Bar?a que la liga es prioridad, despu¨¦s de invertir cerca de 3,5 millones. La Champions, en cambio, todav¨ªa es una quimera. ¡°A nivel f¨ªsico tenemos que estar lo m¨¢s cerca posible de las grandes potencias. Eso no quiere decir que tenemos que olvidarnos de lo que significa jugar en el Barcelona. Aqu¨ª no vale con ser s¨²per mega buena y hacer tres goles. En el Bar?a se hacen las cosas de una determinada manera. Esta el ejemplo de Guardiola cuando lleg¨® al Bayern¡¡±, sostiene la zaguera azulgrana.
Sabe Mapi que vive un momento ¨²nico para el Bar?a, sobre todo para el femenino. ¡°Me considero parte viva del cambio. Cuando era ni?a jugaba en campos de tierra, pero me lo pasaba pipa. Ahora, es verdad, la calidad en la ropa, la cantidad de afici¨®n y hasta la atenci¨®n de la prensa cambi¨®. Cuando la sub-17 gan¨® el Mundial en Cuatro, antes hab¨ªa que verlo¡ La sub-19 fue campeona de Europa y no s¨¦ qui¨¦n se acord¨®¡±. Se toca la mano derecha, mira el tatuaje. ¡°Este fue el primero que me hice. No me ha quedado muy bien, pero me da igual¡±. Is possible, reza. Y para Mapi, no hay duda de que fue posible.
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