Laporta pide militancia en el Camp Nou tras la invasi¨®n de 30.000 seguidores del Eintracht

El Camp Nou envejece sin que acabe de nacer el Espai Bar?a mientras que por el camino se anuncia una parada en Montju?c para la temporada 2023-2024. El Bar?a ya tuvo que invertir 1,8 millones de euros en agosto pasado para reparar los desperfectos de un estadio que ha perdido espectadores de forma progresiva y que solo se ha estremecido ante retos in¨¦ditos como fueron los partidos del Barcelona femenino ante el Real Madrid (91.553) y el Wolfsburgo (91.648). El poder de convocatoria del equipo que capitanea Alexia Putellas contrast¨® con la desmovilizaci¨®n generada por el que lidera Busquets. Uno ha sido capaz de atraer a un aficionado nuevo, m¨¢s juvenil y familiar, mientras que el otro ha cansado al socio ya veterano y no ha despertado ning¨²n inter¨¦s en el joven ni tampoco en el turista que regresa a Barcelona.

Ninguna imagen refleja mejor la temporada desde el punto de vista del desinter¨¦s social, y tambi¨¦n de la penuria deportiva y la necesidad econ¨®mica -la recaudaci¨®n super¨® los tres millones-, que la del partido de la Liga Europa jugado el 14 de abril ante el Eintranch Fr¨¢ncfort cuando 30.000 alemanes ocuparon el Camp Nou cada uno con su entrada adquirida a trav¨¦s de la web del club o por la compra en la reventa facilitada por los socios y abonados -cerca de 15.000- del Bar?a. Aquella invasi¨®n de hinchas blancos denunci¨® la apat¨ªa de muchos barcelonistas y oblig¨® a la directiva a revisar la pol¨ªtica destinada a fomentar la asistencia al Camp Nou. La consigna es premiar la fidelidad, evitar el mercadeo y advertir de que la posesi¨®n de un abono no significa tener un asiento en propiedad por m¨¢s que los socios sean los due?os del Bar?a.

La directiva ha anunciado este mi¨¦rcoles que los abonados ya no dispondr¨¢n de m¨¢s tiempo de excedencia -se hab¨ªan acogido 26.291- y que aquellos que no vayan al estadio o liberen su asiento en ning¨²n partido de la temporada 2022-2023 perder¨¢n su condici¨®n de abonados para el curso 2023-2024. Tambi¨¦n se aplicar¨¢ el Seient Lliure a la inversa a los que no acudan al campo 10 partidos y pondr¨¢ su localidad a la venta si no avisan antes de 72 horas -en el caso del Palau ser¨¢ de seis partidos- y, por contra ofrecer¨¢ ventajas y descuentos a los socios que asistan a un 85% de los encuentros del Camp Nou. El plan incluye as¨ª mismo la creaci¨®n de un abono digital y la actualizaci¨®n del censo -la ¨²ltima revisi¨®n es de 2012-. El Bar?a quiere incentivar las altas de socio y activar al abonado o recurrir¨¢ a la lista de espera, donde los registrados son unos 13.000.

Un informe del club asegura que la asistencia media al estadio antes de la pandemia decretada en 2019 era de unos 73.000 espectadores -sobre una capacidad de 98.000 aficionados- y que solo unos 44.000 de los 85.000 abonados acud¨ªan al campo mientras que 20.000 ni siquiera liberaban su asiento, seg¨²n public¨® el diario Sport. Los n¨²meros no han mejorado despu¨¦s de que se acabaran las restricciones por la covid-19. Aunque al ¨²ltimo cl¨¢sico acudieron 86.442 personas, la asistencia en la actual temporada dif¨ªcilmente super¨® los 70.000 espectadores e incluso se alcanzaron cifras que no se daban desde 2003 como ocurri¨® en el partido contra el C¨¢diz: 57.495 espectadores. El encuentro ante el Sevilla, momento cumbre del curso, apenas super¨® los 76.000 aficionados -las sillas vac¨ªas ascend¨ªan a 22.000-.

La participaci¨®n en la ¨²ltima y decisiva asamblea fue igualmente muy escasa a pesar de ser telem¨¢tica: los compromisarios que votaron la venta de los activos del club fueron 646 y 549 cuando hab¨ªan sido convocados 4.478 -en 2010 llegaron a ser 1.202. Los n¨²meros contrastan con los registrados en las elecciones de 2021 cuando vot¨® el 50,42% de los socios: 55.611 sobre 110.290 -actualmente el censo es de 144.484, lejos de la cifra r¨¦cord de 176.058. Ha habido una p¨¦rdida de inter¨¦s colectivo y una creciente comercializaci¨®n de los abonos de la misma manera que ha disminuido la presencia de turistas en el estadio a causa de la pandemia y despu¨¦s por la salida de Messi y la poca competitividad de un equipo que ha cerrado la temporada en blanco por primera vez desde 2008.

La crisis por tanto es deportiva, econ¨®mica y social en un club que es propiedad precisamente de sus socios, a los que Laporta ha eximido de que aporten dinero -ya sea a trav¨¦s de las cuotas o derramas- para combatir una situaci¨®n de extrema gravedad porque ¡°no son sus responsables¡± sino que la culpa es de la anterior directiva presidida por Josep Maria Bartomeu. Laporta no les pide dinero -el club recauda m¨¢s de 40 millones por los abonos y menos de 20 por las cuotas- sino militancia: hay que volver a llenar el Camp Nou.

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