Andrea Fuentes a Anita ?lvarez, la nadadora que se desmay¨® en el agua: ¡°?Tienes que dar todo, pero no la vida!¡±
La seleccionadora de Estados Unidos, la exseleccionadora de Espa?a, Ana Tarr¨¦s, y Mar¨ªa Jos¨¦ Bilbao, la jueza m¨¢s veterana del Mundial de Nataci¨®n, examinan el desvanecimiento que conmovi¨® a la nataci¨®n art¨ªstica
La neoyorquina Ana ?lvarez es, a sus 25 a?os, la m¨¢s experta de las nadadoras del equipo de nataci¨®n sincronizada de Estados Unidos. El mi¨¦rcoles concluy¨® su rutina de la final de solo libre en los Mundiales de Budapest, y mientras los jueces le pon¨ªan una nota de 87.633 puntos, calificaci¨®n que le valdr¨ªa el s¨¦ptimo puesto, ella se fue a pique. Llevaba varios segundos nadando sin respirar, completamente inconsciente, como un aut¨®mata que cumple con la interpretaci¨®n muscular de un programa de ritmos y notas musicales. Cuando la melod¨ªa se termin¨®, su cerebro se desconect¨® completamente y sus brazos y sus piernas dejaron de empujarla hacia la superficie. Quien primero advirti¨® la disonancia fue Andrea Fuentes, su entrenadora, que al verla inerme en el fondo de la piscina se lanz¨® a rescatarla.
¡°Anita hizo la ¨²ltima parte de la rutina inconsciente¡±, explic¨® este jueves Andrea Fuentes. ¡°Ella dice que no recuerda nada. Los desvanecimientos son comunes en nuestro deporte y, curiosamente, se suelen advertir al final, porque el cuerpo sigue ejecutando la rutina dormido. Es lo que llamamos memoria muscular¡±.
Antes de convertirse en seleccionadora de Estados Unidos, Andrea Fuentes gan¨® cuatro medallas ol¨ªmpicas con Espa?a bajo la direcci¨®n de Ana Tarr¨¦s, que ahora dirige a la selecci¨®n de Israel. Ambas se encontraron en la piscina de la Isla Margarita para hablar del incidente. ¡°?A m¨ª hace unos d¨ªas se me desmay¨® una nadadora de Israel en la gala del Kallipolis!¡±, le dijo la t¨¦cnica a la que fuera su nadadora predilecta. ¡°Acab¨® la coreograf¨ªa y se hundi¨®. Pero hizo la ¨²ltima parte de la rutina desvanecida. Solo se not¨® porque nadaba un poco m¨¢s bajo que las dem¨¢s componentes del equipo¡±.
¡°Esto lo suelo ver en chicas con una gran potencia muscular, que sufren una gran tensi¨®n ps¨ªquica y son hiperflexibles¡±, observa Tarr¨¦s, ¡°cuando doblan el cuello hacia atr¨¢s en alguna figura, despu¨¦s de apneas prolongadas, esto puede presionar las cervicales, y si los m¨²sculos se tensan demasiado, cortar la circulaci¨®n de la sangre y el ox¨ªgeno al cerebro. Te duermes. Y ni respiras ni sufres¡±.
¡°Anita tiene mucha flexibilidad de cuello y en el ¨²ltimo gesto, ella mueve el brazo hacia atr¨¢s y gira la cabeza¡±, coincide Andrea. ¡°Esto quiz¨¢s puede desencadenar un desvanecimiento¡±.
Ana Tarr¨¦s, que acredita medio siglo de experiencia en la nataci¨®n sincronizada, le plantea su duda a Mar¨ªa Jos¨¦ Bilbao, que adem¨¢s de ser la jueza m¨¢s veterana de los Mundiales, es m¨¦dica: ¡°?El estr¨¦s puede hacer que el cuerpo vaya a unas revoluciones bestiales y provoque una sobrecarga muscular que corte la oxigenaci¨®n del cerebro?¡±. La jueza es tajante: ¡°Si el desmayo es una mala respuesta al estr¨¦s, lo siento. Esto es parte de la competici¨®n¡±.
¡°Estas situaciones necesitan investigaci¨®n¡±, a?ade Mar¨ªa Jos¨¦ Bilbao. ¡°Ya hemos visto desmayos en el pasado y solo hemos hecho un estudio de casos de bradicardias a 70 pulsaciones, que en nadadoras muy bien preparadas provocaban desmayos tras apneas muy prolongadas. Pero el ejercicio de Anita ?lvarez no tiene tantas apneas como para provocar este problema. El equipo m¨¦dico de Estados Unidos tiene que investigarlo y decidir¡±.
La jueza advierte de que la culpa de lo sucedido no la tienen los socorristas sino, tal vez, quienes permiten que una nadadora como Anita ?lvarez siga nadando despu¨¦s de haberse desmayado el a?o pasado en el preol¨ªmpico. ¡°Los socorristas no se dieron cuenta inmediatamente porque la coreograf¨ªa hab¨ªa acabado y muchas veces las nadadoras se despiden y se hunden¡±, se?ala. ¡°Andrea s¨ª se dio cuenta porque ella estaba m¨¢s cerca y lo vio. Hay que pensar que el socorrista solo se pudo tirar desde un extremo de la piscina porque en el otro extremo est¨¢ el podio y en los laterales est¨¢n los carriles de las televisiones y los paneles de jueces y de t¨¦cnicos. ?Todos los obst¨¢culos posibles! El socorrista tiene que saltar desde entre 25 y 30 metros, mientras que Andrea estaba a 15 metros. Nadie se equivoc¨®. Si alguien se ha equivocado es quien decide que esta nadadora pase por esto por en¨¦sima vez con unos antecedentes de desmayo¡±.
¡°La borrachera del ahogado¡±
La nataci¨®n sincronizada ofrece dos especies de competidoras: las m¨¢s est¨¦ticas, como Ona Carbonell, y las m¨¢s aguerridas, como Andrea Fuentes. Entre las dos ganaron dos medallas de plata en los Juegos de Londres. Ahora, a sus 39 a?os, Fuentes se ha convertido en hero¨ªna involuntaria, seg¨²n circulan sus fotos del salvataje subacu¨¢tico y peregrinan camar¨®grafos de todo el mundo a grabarla. ¡°Son gajes de los deportes de alto nivel¡±, dice. ¡°Vemos que los atletas vomitan o no acaban un marat¨®n; vemos que los ciclistas se caen; ?por qu¨¦ piensan que la nataci¨®n art¨ªstica no es dura si nadamos cabeza abajo sin respirar durante un minuto o m¨¢s? Es art¨ªstica porque punt¨²a la apariencia de belleza. Pero esto pasa muchas veces en los entrenamientos. Le dicen borrachera del ahogado. Es una sensaci¨®n dulce. A m¨ª me han sacado del agua tambi¨¦n. A mucha gente de sincro la han sacado despu¨¦s de desvanecerse por aguantar demasiado¡±.
Nadie ha muerto por practicar nataci¨®n art¨ªstica. Pero hasta el incidente del mi¨¦rcoles, solo se hab¨ªa registrado un desmayo en una gran competici¨®n, en el equipo japon¨¦s, durante los Juegos de 2008. ¡°Cuando adquieres experiencia, el desmayo lo ves venir¡±, cuenta Andrea Fuentes. ¡°Primero el cuerpo convulsiona pidi¨¦ndote respirar. Sientes un espasmo en el pecho y emites un sonido. Las nadadoras sentimos el espasmo de nuestras compa?eras. Ah¨ª sabemos que estamos en algo duro y aguantamos. Estamos en la frontera del ahogamiento y si pasas demasiado de ese punto te desvaneces. Normalmente te sacan tus compa?eras. Te tumbas con los labios azules, respiras y ya est¨¢. Aqu¨ª, como Anita estaba sola, estuvo dos minutos sin respirar tragando agua. Le apretaron la u?a con un boli para que el cuerpo soltara adrenalina por el dolor y ah¨ª se despert¨®¡±.
¡°Cuando en el atletismo te duelen las piernas te paras o, si eres valiente, sigues corriendo¡±, explica la seleccionadora de Estados Unidos. ¡°As¨ª se ganan medallas. En la nataci¨®n es lo mismo. El que es fuerte siente la asfixia y aguanta para mejorar su capacidad. Michael Phelps hizo lo que hizo porque cuando le dol¨ªan los brazos segu¨ªa nadando m¨¢s r¨¢pido en vez de aflojar. Yo antes de salir a la final se lo dije a Anita: ¡®?Lo tienes que dar todo!¡¯. Luego cuando nos ¨ªbamos al hotel me dijo: ¡®?Yo lo di todo!¡¯. Y bromeamos: ¡®?Lo tienes que dar todo, pero no la vida! ¡®?No te lo tomes al pie de la letra!¡±.
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