Rumbo a Kyrgios, un Djokovic de r¨¦cord

De salida Andy Murray, reenganchado a la causa del tenis pero ya muy lejos del gran Murray, el tenis brit¨¢nico se agarra con m¨¢s ilusi¨®n que argumentos a las posibilidades de Cameron Norrie y el impulso pasajero de Emma Raducanu. Desde que se coron¨® en el US Open el a?o pasado, en un viaje de extraordinaria juventud, ella no levanta cabeza en la pista ¨Cs¨ª en lo comercial, llueven y llueven los contratos¨C, mientras ¨¦l, proyecto de atleta y al final tenista, trata de abrirse paso en la planta noble del circuito aprovechando la indefinici¨®n de algunos de los inquilinos. Buen competidor Norrie, zurdo y guerrero, rival ¨¢spero. Un set le birl¨® a Novak Djokovic y hasta ah¨ª: se acab¨® la fiesta.

Casi como una tradici¨®n, el serbio (2-6, 6-3, 6-2 y 6-4, en 2h 34m) le concedi¨® terreno para juguetear y luego le cort¨® las alas para evitar que se le pudiera complicar la tarde. Dos d¨ªas antes le hab¨ªa entregado dos mangas al italiano Jannik Sinner, pero no conven¨ªa arriesgar m¨¢s de la cuenta y cort¨® por lo sano. Desembarc¨® as¨ª Nole en su octava final de Wimbledon ¨Cuna m¨¢s que Arthur Gore, Boris Becker o Pete Sampras¨C y sigue amenazando los registros del rey de la casa, el suizo Roger Federer. Doce finales contabiliza el de Basilea, propietario de ocho trofeos y cada vez m¨¢s cercado por el de Belgrado, que si logra batir a Nick Kyrgios el domingo elevar¨¢ su s¨¦ptimo cetro.

Dur¨® ayer un suspiro la esperanza en La Catedral. En cuanto a Djokovic (35 a?os) le dio por imprimir ritmo y dirigir, se acab¨® la historia. Mucha voluntad por parte de Norrie, pero ah¨ª se qued¨® la cosa. Lo contrario hubiera sido toda una sorpresa, en tanto que solo hay un tenista brit¨¢nico que haya rendido al balc¨¢nico en el torneo y, en realidad, en cualquier Grand Slam; fue Murray en la final de 2013, un curso despu¨¦s de haberle birlado la del US Open. Enfil¨® Nole otra final, y son ya 32 en los grandes escenarios; esto es, m¨¢s que cualquier hombre. Dej¨® atr¨¢s a Federer (31), se distanci¨® de Nadal (30) y solo queda por detr¨¢s de Chris Evert (34) y Serena Williams (33), a la altura de Martina Navratilova. Otro registro sideral.

¡°Muchas gracias, pero el trabajo no est¨¢ acabado¡±, dice el ex n¨²mero uno, a un solo pelda?o de la gloria despu¨¦s de uno de los tramos m¨¢s complicados de su carrera. Ya se sabe: la no vacunaci¨®n, Australia, la detenci¨®n y la deportaci¨®n; despu¨¦s, subirse de nuevo a un tren en marcha, un t¨ªtulo bals¨¢mico en Roma y una decepci¨®n en Par¨ªs, donde promet¨ªa y se estrell¨® contra el inmenso Nadal terr¨¢queo. Ahora le toca un baile con Kyrgios, el huracanado chico malo que est¨¢ ante la oportunidad de su vida: primera gran final y en el jard¨ªn que tanto le gusta, donde su tenis de v¨¦rtigo y sus pildorazos t¨¦cnicos pueden tumbar a cualquiera si compite a pleno rendimiento.

Inhalar la ¡°poci¨®n m¨¢gica¡±

As¨ª que Djokovic, con el que se las ha tenido tiesas en el pasado, radiograf¨ªa y previene: ¡°Juega con mucha libertad, tiene tiros muy potentes, uno de los mejores saques del servicio¡±.

En todo caso, es el de Canberra el que debe temer. Aparte de las seis veces que ha tocado la c¨²spide del torneo, Nole irrumpir¨¢ en el pulso definitivo con una demoledora secuencia de victorias (27) sobre hierba ¨Cla tercera m¨¢s extensa sobre el verde de Wimbledon en la Era Abierta (a partir de 1968)¨C y habi¨¦ndose desmarcado del estadounidense Jimmy Connors con las 85 victorias que figuran ya en su casillero del grande ingl¨¦s. Despu¨¦s de tocar fondo en las Ant¨ªpodas, el serbio se ha reconstruido y vuelve por sus fueros.

En todo caso, es el de Canberra el que debe temer. Aparte de las seis veces que ha tocado la c¨²spide del torneo, Nole irrumpir¨¢ en el pulso definitivo con una demoledora secuencia de victorias (27) sobre hierba ¨Cla tercera m¨¢s extensa sobre el verde de Wimbledon en la Era Abierta (a partir de 1968)¨C y habi¨¦ndose desmarcado del estadounidense Jimmy Connors con las 85 victorias que figuran ya en su casillero del grande ingl¨¦s. Despu¨¦s de tocar fondo en las Ant¨ªpodas, el serbio se ha reconstruido y vuelve por sus fueros. Londres, cuna del renacimiento para ¨¦l. Aqu¨ª se levant¨® en 2018, cuando andaba perdido y no era descabellado pensar en un desmoronamiento irreparable.

¡°Lo que sucedi¨® en Australia queda atr¨¢s, ahora voy a darlo todo¡±, dice serio Djokovic, al que estos d¨ªas se le ha visto inhalar (presuntamente unos polvos) de una botella durante las pausas de los partidos, como ya hiciera hace dos a?os en Australia. ¡°Es una poci¨®n m¨¢gica, es todo lo que puedo decir. Ayuda. Pronto averiguar¨¢s qu¨¦ es¡±, le contesta al periodista que le plantea el asunto. ¡°Nunca es agradable que todo el p¨²blico apoye al rival, pero lo entiendo porque Cameron jugaba en casa¡±, concluye antes de retirarse y empezar a dise?ar el ¨²ltimo asalto.

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