Asier Mart¨ªnez, bronce en el Mundial de Atletismo de Oreg¨®n: ¡°Desde cr¨ªo dicen que soy un saco de nervios¡±
El atleta navarro del 110m vallas, primera medalla espa?ola en Eugene, asegura que no visualizaba la presea ni siquiera cuando se qued¨® con dos rivales menos
Despierta Asier Mart¨ªnez a la fuerza, golpes en la puerta del departamento de prensa, porque le esperan para entrar en directo en televisi¨®n. Es la primera vez que amanece como medallista mundial, y anoche, la cabeza todav¨ªa envuelta en un torbellino de emociones e im¨¢genes, tuvo que ayudarse de una pastilla para conciliar el sue?o, por lo que le cuesta arrancar el d¨ªa. El joven navarro (Zizur Mayor, 22 a?os), estudiante de cuarto curso de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad del Pa¨ªs Vasco, se benefici¨® en la final de un inusual doble accidente: la lesi¨®n en el calentamiento del jamaicano Hansle Parchment y la descalificaci¨®n del estadounidense Grant Holloway.
Ni siquiera entonces, cuando solo hab¨ªa seis hombres y tres medallas, se le pas¨® por la cabeza acabar en el podio. En esos segundos en que aguardaba por fin la salida, sus c¨¢lculos eran otros pese a la ca¨ªda de dos favoritos. ¡°No visualizaba la medalla, pero s¨ª hice c¨¢lculos de mejorar el sexto puesto de Tokio, porque ya sab¨ªa lo que era competir contra el polaco, el bahame?o y el brit¨¢nico. Me dije, bueno, no medalla, pero un buen puesto¡±.
El resto es historia. Mart¨ªnez corri¨® en 13,17s, marca personal y r¨¦cord sub 23. La carrera de su vida. ¡°La he visto varias veces, no lo asimilo, no me lo creo¡±. Empez¨® tirando la primera valla, pero sin consecuencias. ¡°Al entrar con mucha velocidad, ese toque de valla no lo siento tanto. Aunque la toco y me descoloca, no noto que me saque de la carrera. Sigo con fuerza, sigo aprovechando esa entrada fuerte a esas vallas para concluir en un final r¨¢pido¡±, recuerda.
Cuando gira la cabeza y ve al polaco por detr¨¢s y solo a los dos americanos por delante, y se sabe medallista, grita y libera tensi¨®n. Pero luego, una vez pasa por el podio y habla con los medios, asume la felicidad de la victoria sin estridencias, con una calma pasmosa. ¡°Soy hablador, muy nervioso, aunque muchas veces intento aparentar lo contrario porque as¨ª me han ense?ado. Siempre me han llamado desde cr¨ªo un saco de nervios¡±.
La descalificaci¨®n de Devon Allen, ¨ªdolo local, por solo una mil¨¦sima de segundo, ha desatado una controversia sobre la medici¨®n de los tiempos de reacci¨®n. Pese a que sac¨® ventaja de ello, Mart¨ªnez admite que han sucedido cosas poco comunes. ¡°Viendo los v¨ªdeos entiendo la pol¨¦mica. Algo extra?o estaba pasando porque ve¨ªamos que hab¨ªa atletas reaccionando en 104 mil¨¦simas, 103, 101... [por debajo de 100 supone la eliminaci¨®n]. Esas reacciones no son normales. Ning¨²n atleta estaba reaccionando as¨ª en campeonatos anteriores¡±.
De padre qu¨ªmico y madre m¨¦dica, ¨¦l eligi¨® estudiar Pol¨ªticas. ¡°Me interesaba tener las herramientas para analizar realidades estructurales desde una perspectiva m¨¢s te¨®rica¡±, dice pasando por unos segundos del Asier atleta al Asier alumno. Alguien que no se encierra en esa burbuja, a veces tan repetitiva y alejada del mundo real, de series en la pista, pesas en el gimnasio y obsesi¨®n por el f¨ªsico y el resultado, y abre la mirada al exterior: ahora acaba de empezar a leer un libro sobre las maras, las pandillas latinas centroamericanas.
Su intenci¨®n es seguir estudiando mientras lo compagina con el atletismo, un dueto que cree que combinan perfectamente. Pero, ?c¨®mo seguir mejorando? ¡°En la comparativa que hacemos frente al resto de competidores vemos que hay un escal¨®n f¨ªsico todav¨ªa, par¨¢metros de fuerza y potencia que condicionan esas dos primeras vallas¡±. Ese comienzo es su punto d¨¦bil, reconoce. ¡°No me veo inferior ni t¨¦cnicamente ni en la ¨²ltima parte, pero s¨ª me veo inferior en las dos primeras vallas¡±.
El jueves a las 9.05 de la ma?ana aterrizar¨¢ en Barajas, medalla al cuello y con muchas ganas de comer por fin bien tras estar a base de pollo y pasta la ¨²ltima semana ¡ªy de casi un kilo de jam¨®n serrano que llev¨® desde Espa?a¡ª por la falta de variedad del comedor del campus de Oreg¨®n, en el que echaba en falta verduras, ensaladas y carne de mejor calidad.
Pero no habr¨¢ tiempo para descansar demasiado. En menos de un mes empieza el Europeo de M¨²nich. Y sus rivales ya no ver¨¢n a un joven talentoso pero reci¨¦n llegado, sino a un medallista en un mundial. ¡°Los objetivos para m¨ª no han cambiado. Quiero entrar en la final, que no va a ser tan cara como la del mundial. Y una vez all¨ª pegarme por los puestos altos. No sabr¨ªa decir si medalla, cuarto puesto o primero¡±.
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