El rebelde Noah Lyles revoluciona Oreg¨®n atrapando el oro y rompiendo el r¨¦cord de Michael Johnson de 200m
El de Florida, activista por la salud mental, m¨²sico, amante del anime y ¡®showman¡¯, firma 19,31s, cuarto mejor tiempo de la historia del 200m, y r¨¦cord estadounidense, en el triplete de medallas para su pa¨ªs
Junta las manos Noah Lyles, imitando a Goku y su onda vital de la serie Dragon Ball. Acaba de atravesar la meta en Hayward Field, oro indiscutible en el 200m, cuarta mejor marca de la historia, r¨¦cord de EE UU (19,31s), por delante ya de la leyenda Michael Johnson, y se siente un superguerrero. Invencible. Rasga la equipaci¨®n por el pecho, grita, y al caer el mono hasta la cintura, deja ver unos aros ol¨ªmpicos tatuados en un costado, pero se se?ala justo el otro lado, donde aparece escrita una palabra: ¡°Icon¡±.
El t¨¦rmino resume la ambici¨®n del sprinter. Lyles (25 a?os, Gainesville, Florida), no concibe la normalidad y la discreci¨®n. Las odia casi tanto como perder. Busca el americano ser algo m¨¢s que un chico r¨¢pido: trascender. Lo ha dicho poniendo como ejemplo a figuras como Usain Bolt y Michael Phelps, con personalidades que rebasan la frontera de lo deportivo. Y tiene madera para seguir sus pasos como referente gracias a un car¨¢cter expansivo: hace sus pinitos en la m¨²sica, exhibe en cuanto puede su devoci¨®n por el anime, dise?a ropa para Adidas, su marca, y solo en la ¨²ltima semana ha criticado el racismo presente en la sociedad estadounidense y ha participado en un debate sobre salud mental en la Universidad de Oreg¨®n junto al gobernador del Estado, dos de los temas que m¨¢s preocupan a pie de calle, donde ya es un ¨ªdolo para muchos.
El lunes, cuando cumpli¨® a?os pasando la primera ronda del Mundial de Atletismo de Oreg¨®n, Lyles escribi¨® este mensaje en Twitter: ¡°?Hoy llegu¨¦ a los 25 a?os! Una marca que para los afroamericanos es un gran hito. En este momento de la vida de un hombre negro, nos encarcelan de por vida, nos matan en eventos relacionados con pandillas o nos matan solo por el color de nuestra piel. Entonces, cuando digo que me alegro de haber llegado a los 25, ?lo digo en serio!¡±.
El velocista, convertido ahora en el tercer hombre junto a Calvin Smith y Usain Bolt en ganar dos mundiales de 200m consecutivos (venci¨® en Doha 2019), fue verdugo este viernes de su gran rival, Erriyon Knighton, que a sus 18 a?itos viene rompiendo todos los r¨¦cords de Bolt en su ascenso, y consigui¨® un bronce (19,80s) que le posiciona como el m¨¢s joven en ganar un metal en la prueba en la historia de los mundiales, y el segundo m¨¢s precoz de todas las disciplinas. Entre ambos se col¨®, para firmar el triplete estadounidense, Kenneth Bednarek (19,77s). ¡°Hoy es mi d¨ªa. Finalmente he conseguido lo que so?aba¡±, dijo Lyles al acabar.
Ha vivido un largo viaje emocional hasta llegar donde est¨¢. En agosto de 2020, en medio de la pandemia, explic¨® que hab¨ªa empezado a tomar antidepresivos para dejar de pensar ¡°sin el trasfondo oscuro en mente de que en realidad nada importa¡±. Y que esa fue ¡°una de sus mejores decisiones¡±. Habituado a ir a terapia desde ni?o, cuando sufri¨® depresi¨®n, fue v¨ªctima de bullying ¡ª¡±no pensaba que fuera guapo, no ten¨ªa mucha confianza en m¨ª mismo, dice en un v¨ªdeo en el que habla sobre su infancia¡ª y le cost¨® superar el divorcio de sus padres, tambi¨¦n apasionados del atletismo ¡ªsu padre Kevin gan¨® un oro con el relevo 4x400 de EE UU en el Mundial de Goteborg 1995¡ª. Desde entonces, Lyles ha convertido su apoyo a la causa de la salud mental en algo personal.
Recently I decided to get on antidepressant medication. That was one of the best decisions I have made in a while. Since then I have been able to think with out the dark undertone in mind of nothing matters.
— Noah Lyles, OLY (@LylesNoah) August 2, 2020
Thank you God for mental Health ??
Antes de los clasificatorios ol¨ªmpicos para Tokio, Lyles dej¨® de tomar las pastillas porque sent¨ªa que afectaban a su rendimiento. El paso le cost¨®, hasta el punto que reconoci¨® haberse echado a llorar durante una conversaci¨®n con su novia sobre lo d¨ªficil que hab¨ªa sido el a?o. Su actuaci¨®n en los Juegos tampoco ayud¨®. Iba como favorito, y cuando obtuvo el bronce, la respuesta a la prensa fue impropia de alguien que acaba de ganar una medalla. ¡°Aburrido¡±, dijo, molesto como un ni?o al que se le obliga a jugar a un juego que detesta.
Tiene Lyles, tambi¨¦n, otra cara m¨¢s controvertida y soberbia. La sufri¨® en sus carnes el joven Knighton, la ant¨ªtesis de la personalidad ostentosa de Lyles, m¨¢s serio y comedido en sus apariciones p¨²blicas, interesado en estudiar Medicina hasta que el atletismo de ¨¦lite le hizo dudar. El incidente, cuya foto dio la vuelta al mundo atl¨¦tico, ocurri¨® cuando Lyles le venci¨® en la clasificaci¨®n para el Mundial y le se?al¨® con el dedo incluso antes de terminar, un gesto que molest¨® a Knighton, que entrevistado al acabar dijo: ¡°el trabajo no ha terminado, nunca termina¡±, dando pie a especulaciones sobre su mala relaci¨®n.
La diferencia de estilos, el uno formal, el otro espont¨¢neo; su explosi¨®n simult¨¢nea, (aunque Knighton tiene a¨²n la ventaja de la juventud), y ese posible enfrentamiento alimentan una rivalidad que este viernes se palpaba en la gran pregunta que todos se hac¨ªan. ?Qui¨¦n ganar¨¢? ?Lyles o Knighton?, en lo que puede volverse un duelo que ayude a crecer al atletismo, cuyo p¨²blico disfruta m¨¢s las pugnas cerradas que las hegemon¨ªas incontestables. Ante los crecientes rumores, Knighton quiso rebajar la tensi¨®n esta semana. Y describi¨® a Lyles como un buen amigo que le ayuda a mejorar. ¡°Tratamos de empujarnos uno a otro en la pista tanto como podemos¡±.
Este viernes fue Lyles el que m¨¢s empuj¨®. Tuvo el cuarto mejor tiempo de reacci¨®n, pero en el 100m ya mandaba sin discusi¨®n (10,15s), por delante del 10,26s de Bednarek y el 10,31 de Knighton. En meta entr¨® en 19,31s, y eso quiere decir, nada m¨¢s y nada menos, que romper el r¨¦cord de Bolt (19,19s) puede dejar de ser una quimera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.