El ¡®hobbit¡¯ Garc¨ªa Romo contra el drag¨®n Jakob en los Campeonatos Europeos de M¨²nich
El atleta salmantino intentar¨¢ esta noche ganar el oro de los 1.500m derrotando al intratable noruego, campe¨®n ol¨ªmpico
No ha le¨ªdo a¨²n Mario Garc¨ªa Romo El se?or de los anillos, est¨¢ empezando la historia por El hobbit, y se pasea por el hotel Leonardo las horas muertas con Bilbo Bols¨®n y Tolkien bajo el brazo, y quiz¨¢s, seguramente, la leyenda del tranquilo y epic¨²reo habitante de la Tierra Media que acab¨® con el drag¨®n glot¨®n inspirar¨¢ al mediofondista salmantino para la lucha aparentemente desigual en la que se ha embarcado, la que le debe conducir a la conquista del oro en la final de 1.500m (hoy, 21.05), a la derrota del drag¨®n que a todos aterroriza, el noruego Jakob Ingebrigtsen.
Y para los viejos seguidores del deporte, Garc¨ªa Romo, de 23 a?os, es como Luis Oca?a, el ciclista de Cuenca, el ¨²nico que se negaba a aceptar el dominio de Eddy Merckx por encima de todos, y solo suspiraba por derrotarle, por acabar con su dictadura. Y para muchos, Jakob Ingebrigtsen es eso, Eddy Merckx. Y derrotarle un d¨ªa da valor a toda una carrera.
Pese a ser derrotado hace nada en la final del Mundial de Eugene por el brit¨¢nico Jake Whigtman, Ingebrigtsen, de 21 a?os y campe¨®n ol¨ªmpico de la distancia reina del medio fondo qued¨® delante de los dos espa?oles que le pisaron los talones, Mo Katir, el mismo al que derrot¨® en M¨²nich en los 5.000m, y Mario Garc¨ªa Romo, tercero y cuarto. ¡°Pero en M¨²nich, Mario le puede ganar¡±, dice Jorge Gonz¨¢lez Amo, hist¨®rico t¨¦cnico de la federaci¨®n, el padre en cuyos pechos han crecido las ¨²ltimas generaciones de milquinientistas espa?oles, y tambi¨¦n Garc¨ªa Romo. ¡°En la ¨²ltima recta, Mario fue m¨¢s r¨¢pido a¨²n que Ingebrigtsen. La ¨²nica forma de ganarle en M¨²nich ser¨¢ marcarle como hizo en Eugene, pero m¨¢s cerca y atacarle en la ¨²ltima recta. Ninguno de los dos tiene un cambio brusco. Ambos aceleran progresivamente, pero Ingebrigtsen parece que siempre tiene una marcha m¨¢s. Va tensando, va tensando la carrera, y cuando a los dem¨¢s no les queda nada, ¨¦l a¨²n tiene un cambio m¨¢s. Para ganarle, Mario tiene que tener un d¨ªa estupendo e Ingebrigtsen un d¨ªa normal, y cuanto m¨¢s r¨¢pida sea la carrera, cuanto m¨¢s se acerque a 3m 30s, mejor para el noruego¡±.
Garc¨ªa Romo toma nota y cree, y hace caso siempre a Jorge Gonz¨¢lez Amo, que le sigue desde que era casi un ni?o que destacaba en un pueblo perdido de Salamanca y le cuid¨®, y le ayud¨® en las concentraciones, en todo lo que pudo antes de que se fuera a Estados Unidos a convertirse en una estrella de sus competiciones universitarias con la camiseta de Ole Mississippi. ¡°Lo que le caracteriza a Jorge es su trato, muy personal¡±, dice el cuarto clasificado en Eugene que este a?o, el de su gran salto, ha bajado 5s su mejor marca en 1.500m hasta 3m 30,60s, un nivel de crack, y continuar¨¢ su carrera profesional en Colorado, Estados Unidos, enrolado en el equipo On Running de su entrenador Dathan Ritzenheim, que est¨¢ con ¨¦l en M¨²nich. ¡°De hecho, le sigo escribiendo a Jorge. Es la persona a la que escribo para pedirle consejos de la federaci¨®n, m¨¢s que a ning¨²n otro, espero volver a verle y tomarme un caf¨¦ con ¨¦l¡±, dice. Pero antes se lo toma en el hotel con Ritzenheim, y, con Tolkien sobre la mesa, prepara la final.
Si gana Garc¨ªa Romo, que acaba de cumplir 23 a?os, ser¨ªa el cuarto espa?ol que en la historia se proclamara campe¨®n de Europa de los 1.500m tras Ferm¨ªn cacho (1994), Reyes Est¨¦vez (1998) y Arturo Casado (2010). ¡°A Ingebrigtsen, si hay uno que puede hacerle frente es Mario¡±, dice, precisamente Casado, el ¨²ltimo campe¨®n espa?ol. ¡°Pero lo tiene muy complicado, muy complicado¡±. Explica Casado que el atleta salmantino deber¨¢, en todo caso, esperar que Ingebrigtsen cometa un error de soberbia como el de Eugene, con su forma loca de tirar desde el 800 que aprovech¨® Whigtman con un cambio largo. ¡°Mario sabe leer muy bien la carrera y hacer los movimientos justos y en el momento clave¡±, dice el atleta madrile?o. ¡°Pero Ingebrigtsen no somete dos veces el mismo error y sabe muy bien obligar a quien le marca a ir por la calle dos para que gaste m¨¢s, como hizo con Katir en el 5.000. Ser¨¢ casi imposible ganarle¡±.
Todo lo sabe Garc¨ªa Romo, que sigue leyendo el Hobbit, y sigue inspir¨¢ndose en el final feliz de las aventuras imposibles, y en la grandeza que procuran.
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