El ¡®Sophomore¡¯ de Xavi Hern¨¢ndez
El ¨¦xito del t¨¦cnico depender¨¢ de que no vacile en sus convicciones y de que el apoyo de Laporta no se limite a ese ¡°le hemos tra¨ªdo todo lo que nos pidi¨®¡±
El deporte americano tiene muy en cuenta el sophomore (segundo curso). Se entiende que al joven deportista profesional no debe med¨ªrsele por el a?o de su presentaci¨®n, sino por el siguiente. El primer a?o hay circunstancias favorables: su propia efervescencia de debutante, la indulgencia de cr¨ªtica y p¨²blico, la simpat¨ªa de los compa?eros, el est¨ªmulo de la novedad en cada escenario y rival¡ Todo eso desaparece el segundo a?o cuando pasa a ser uno m¨¢s en el grupo. Y a repetir rutinas. S¨®lo tras ese segundo a?o se podr¨¢ aventurar hasta d¨®nde llegar¨¢.
As¨ª veo yo ahora a Xavi Hern¨¢ndez, cuya experiencia previa en el Al Sadd no cuenta a estos efectos. En la pr¨¢ctica lleg¨® al Camp Nou como un debutante y se enfrent¨® con coraje a una plantilla floja, envejecida, malacostumbrada y en plena epidemia de bajas. El Bar?a era noveno en la tabla. En su primera alineaci¨®n estuvieron Mingueza, Nico Gonz¨¢lez e Ilias y sobre la marcha entraron Riqui Puig, Abde y Demir. Se sucedieron alineaciones penosas hasta enero, cuando entre fichajes y jugadores recuperados, el Bar?a volvi¨® a tener cierto espesor. Al final, tacita a tacita, el equipo fue segundo. Cubri¨® el objetivo de m¨ªnimos, la clasificaci¨®n para la Champions, pero con dos peros: las ca¨ªdas en la Copa (Athletic) y en la Champions (Benfica); esta podr¨ªa haber sido paliada en la Europa League, pero sobrevino el fiasco ante el Eintracht aquel d¨ªa de la deserci¨®n masiva en el Camp Nou.
Pero salv¨® el naufragio. Recordemos que el ¨¢nimo del Bar?a lleg¨® a ser tan l¨²gubre en aquellos meses que hasta celebr¨® el haberle forzado al Madrid una pr¨®rroga en la Supercopa.
Ahora la situaci¨®n es otra: el Bar?a ha hecho un gran esfuerzo por renovar seriamente la plantilla sacando dinero de donde no lo hab¨ªa y se espera de Xavi que est¨¦ a la altura. ¡°Le hemos dado todo lo que nos pidi¨®¡±, comenta Laporta a todo el que se le acerca con una insistencia maliciosa. Xavi no era su primera opci¨®n ni la segunda, sino la baza de uno de sus competidores, V¨ªctor Font. Lo trajo por desesperaci¨®n, pero bien se abstuvo ir a Doha para rogar que facilitaran su salida. Sus sue?os son Guardiola y Luis Enrique; el primero es irrealizable a d¨ªa de hoy, pero Luis Enrique queda en principio libre tras el Mundial.
Xavi tiene que ensamblar un equipo nuevo bajo presi¨®n y con esa conocida desconfianza de su presidente. A la hora de administrar la decadencia de los capitanes, un marr¨®n mayor porque fueron compa?eros suyos en d¨ªas de gloria, eso no le va a ayudar. Y tiene, sobre todo, que luchar con la nostalgia de los tiempos m¨¢gicos, cuando el equipo lo ganaba todo jugando como los ¨¢ngeles. El equipo de Guardiola.
De nuevo la sombra de Guardiola. Cuando Xavi lleg¨® al Bar?a le toc¨® desplazarle por raz¨®n de edad y encontr¨® muchas resistencias. Ya como jugador, Guardiola fue venerado y con raz¨®n, porque su forma de jugar y de ser coincid¨ªan plenamente con lo que la flor y nata del pensamiento cul¨¦ aspira a que sea el Bar?a. Xavi estuvo incluso a punto de irse al Mil¨¢n y s¨®lo la intervenci¨®n de la madre le disuadi¨®.
Ahora ocupa el banquillo y es inevitable resucitar esa comparaci¨®n. Guardiola hizo una obra maestra como entrenador, desarrollando un modelo fascinante y ese modelo a¨²n se a?ora. Pero aquello ten¨ªa un n¨²cleo en Xavi e Iniesta que ahora no existe m¨¢s un Messi para poner la guinda que, cuando se fue, dej¨® tras de s¨ª una especie de vac¨ªo existencial. Y no s¨®lo eso: los a?os han roto el molde. Cuando regres¨® hace unos meses, Xavi comprob¨® sorprendido que la cantera hab¨ªa olvidado sistemas de trabajo y hasta terminolog¨ªa que constitu¨ªan el ¨¦xito de aquel fluir tan f¨¢cil de jugadores hacia el primer equipo. Parte de su tarea ser¨¢ reconstruir aquello.
Pero las urgencias est¨¢n en otro lado, en la pantalla del televisor, en los partidos del primer equipo. Ya el Rayo vino a recordar al Bar?a que LaLiga no es el Gamper. Este domingo, Xavi, al que se vio un poco fastidioso en sus declaraciones tras el partido con el Rayo, pasa otra prueba dura en Anoeta. Su ¨¦xito depender¨¢ de que no vacile en sus convicciones y de que el apoyo de Laporta no se limite a ese ¡°le hemos tra¨ªdo todo lo que nos pidi¨®¡±.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.